INUNDACIONES
EN MOZAMBIQUE

Dos grandes ciclones asolaron Mozambique el 14 de marzo y el 25 de abril de 2019.
El primer ciclón, Idai, provocó graves inundaciones en la ciudad de Beira y en las provincias de Manica y Sofala, dejando miles de muertos y afectando a más de 1 millón de niños. Unas 4.000 aulas resultaron destruidas, afectando a la educación de más de 380.000 niños y niñas; unos 90.000 centros de salud interrumpieron sus servicios y 140.000 personas abandonaron sus hogares.
El segundo ciclón, Kenneth, destruyó el 90% de los hogares en algunas aldeas de Cabo Delgado, en el norte. Miles de familias huyeron de sus casas y múltiples servicios sociales en las zonas afectadas quedaron en suspenso.
En total, cerca de 2,5 millones de personas necesitaron ayuda humanitaria. Desde UNICEF proporcionamos refugio, vacunas, agua y medicinas esenciales en todo el país africano.

Una silla de ruedas para Manuel

Una de las maneras de desarrollar resiliencia en las comunidades pasa por descentralizar la atención médica, de modo que si las instalaciones sanitarias sufren daños, los trabajadores de la salud pueden seguir prestando sus servicios.

En UNICEF trabajamos con el Ministerio de Salud de Mozambique para montar equipos de brigadas de salud móviles, paramédicos que usan motocicletas o bicis como principal medio de transporte para llegar a los niños en áreas remotas.

Imagen de dos adultos tomando en brazos a Manuel

Con nuestro apoyo, 1.700 de estas brigadas están funcionando en comunidades locales. Visitan a familias como la del pequeño Manuel Foia Junior, a quien su hermano Joao Renildo coloca en una silla de ruedas que acaba de recibir de UNICEF en su casa en Beira. Para ayudar a los niños con algún tipo de discapacidad, brindamos apoyo psicosocial y dispositivos de asistencia, como sillas de ruedas, y realizamos programas de rehabilitación en las comunidades.

UNICEF en acción

Gracias a los fondos enviados, desde UNICEF hemos podido responder rápidamente a esta crisis humanitaria mediante la distribución de suministros y una serie de intervenciones en aquellas zonas donde las necesidades eran más urgentes:

  • Administración de suplementos de vitamina A y eliminación de parásitos.
  • Servicios de agua segura y saneamiento adecuado.
  • Tratamiento y prevención del cólera.
  • Refuerzo del sistema de salud, desde la formación del personal a la administración de vacunas contra el sarampión, la difteria, el tétanos y la tosferina.
  • Restablecimiento de los servicios básicos provisionales en los centros de tránsito/alojamiento, las zonas aisladas y los lugares de retorno, reubicación y reasentamiento.