Trabajando para que todos los niños puedan ir a la escuela.
Fortaleciendo las leyes para proteger a los niños contra el trabajo infantil.
Apoyando las economías familiares con el uso de microcréditos.
Generando conciencia sobre los derechos de los niños en comunidades y empresas.
Pero todavía quedan Nassreddine, Hadiza, Mohamad, Rei Seng, Halima, Yasmin, Abdellah, Ibrahim, Karma, Nurul… Y así hasta 73 millones de niños que trabajan en las condiciones más extremas y peligrosas. 73 millones de razones para esforzarnos cada día en conseguir que los niños no sean forjadores, mineros, limpiadores, mulos de carga, bordadores, víctimas de explotación sexual…
Y sean solo niños, sin más y sin menos.