Millones de niños
viven en emergenciasEllos no se rinden, nosotros tampoco.
Ayuda para los niños en emergencias en 2023
La niña de la imagen es de Ucrania y, a su corta edad, ha tenido que abandonar su hogar junto a su familia en busca de un lugar más seguro que les aleje del intenso conflicto que vive el país. Tras un largo viaje, recibieron la ayuda que necesitaban de manos de equipos médicos, psicólogos, trabajadores sociales y otros especialistas apoyados por UNICEF, lo que supuso un cierto alivio. Pero el futuro no es nada halagüeño en este país en el que millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria urgente.
Somos una organización de emergencias y también de derechos. Y las crisis humanitarias no dejan de aumentar y los derechos de los niños y niñas de ser violados sistemáticamente. Si los conflictos y las crisis climáticas ya estaban provocando un aumento del número de niños que necesitaban ayuda humanitaria, la llegada de la COVID-19 ha empeorado aún más, si cabe, la situación: su salud física –pero también mental– está en riesgo por el colapso de los sistemas sanitarios, su educación en entredicho por el cierre de escuelas y su bienestar comprometido porque hay más pobreza y, en algunos casos, se ven abocados al trabajo infantil o el matrimonio temprano.
Por eso, en nuestro informe Acción Humanitaria para la Infancia 2023 (PDF, en inglés) lanzamos nuestro mayor llamamiento de fondos de la historia: 10.300 millones de dólares (más de 9.700 millones de euros) para poder ofrecerles la asistencia humanitaria que precisan. En 2023, nuestro objetivo es atender las necesidades más urgentes de más de 110 millones de niños (de los cuales 54 millones son niñas y 10 millones tienen alguna discapacidad) en 155 países y territorios en situación de emergencia.
Es nuestro deber, y el de toda la comunidad internacional, salvar y proteger a estos niños, porque cada uno de ellos, independientemente de donde se encuentre, tiene el derecho a la supervivencia y a crecer en un entorno seguro. Trabajando juntos, porque el progreso de la infancia es el progreso de todos.
Nos enfrentamos a graves emergencias:
En todo el mundo, los niños y niñas se enfrentan a crisis catastróficas como nunca antes había ocurrido. Desde olas de calor abrasadoras hasta una crisis mundial de hambre, pasando por cifras récord de desplazamiento y conflictos, las necesidades de los niños y sus familias nunca han sido tantas en número y magnitud.
Cuerno de África:
Está experimentando la sequía más grave de la historia reciente, después de cuatro temporadas de lluvias fallidas consecutivas en partes de Etiopía, Kenia y Somalia. La crisis deja consecuencias devastadoras para las mujeres y los niños. Ha aumentado el riesgo de violencia de género y explotación, y ha obstaculizado el acceso de los niños y niñas a la educación. Al menos 36,1 millones de personas están afectadas actualmente por una grave sequía: 24,1 millones en Etiopía, 7,8 millones en Somalia y 4,2 millones en Kenia. La cifra se ha duplicado desde julio y significa que más de 16,2 millones de personas no pueden acceder a suficiente agua apta para beber, cocinar y limpiar.
África Occidental:
Nigeria. Más de 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, el 60 % de las cuales son niños y niñas, y corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades transmitidas por el agua, ahogamiento y desnutrición debido a las inundaciones más graves de la última década.
Chad. Más de 1 millón de personas (200.000 hogares) se han visto afectadas por las inundaciones, tras las lluvias más intensas que ha sufrido el país en los últimos 30 años. Chad está gravemente afectado por el cambio climático y ocupa el segundo lugar a nivel mundial como país donde los niños y niñas corren mayor riesgo. Las últimas inundaciones han dejado ríos desbordados, diques rotos y más de 465.000 hectáreas de tierras de cultivo devastadas.
Sur de Asia:
Afganistán. Es el quinto país del mundo con mayor riesgo climático. Las inundaciones y otros desastres naturales afectaron a más de 223.000 personas en 2022, llevando al límite a comunidades que ya eran muy vulnerables después de varias décadas de conflicto e inseguridad. Con el 64% de los hogares incapaces de satisfacer sus necesidades básicas, la crisis económica se ve agravada por la peor sequía de ‘La Niña’ y los continuos inviernos duros. Por ello, se está produciendo un aumento significativo de la desnutrición infantil y las enfermedades respiratorias, dos de las principales causas de muerte entre los niños y niñas menores de cinco años.
Pakistán. Ha sufrido en 2022 las peores inundaciones de su historia, causando estragos en gran parte del país, con más de 30 millones de personas afectadas y aproximadamente dos millones de casas dañadas. Las inundaciones y los deslizamientos de tierra han aumentado los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua y han interrumpido el acceso a servicios sociales básicos, al mismo tiempo que han forzado a miles de personas a dejar sus hogares.
Oriente Medio:
Yemen. Se prevé que experimente un incremento de las condiciones de sequía, aridez y calor extremo. Estos peligros, en un país con una galopante crisis socioeconómica y un conflicto en curso, están reforzando la vulnerabilidad del pueblo yemení. Los niños y niñas de Yemen que ya han quedado desplazados por el conflicto se enfrentan al riesgo de sequía e inundaciones en 2023, lo que dejará malas cosechas, escasez de agua y falta de saneamiento adecuado, lo que puede conducir a su vez a un aumento de la desnutrición y la propagación de enfermedades como el cólera, el dengue, la malaria y la difteria.
América Latina y Caribe:
Haití. La situación se ha deteriorado por el aumento de la violencia y la inseguridad alimentaria. Más de 1,5 millones de personas se han visto afectadas y los niños, las mujeres y las personas desplazadas siguen siendo los más vulnerables. 4,7 millones de personas se enfrentan al hambre. El acceso hacia y desde el principal puerto de entrada de combustible y suministros está cerrado desde septiembre, lo que ha afectado gravemente el transporte y el funcionamiento de los servicios básicos y la infraestructura, como hospitales, instalaciones de distribución de agua y las comunicaciones.
Europa:
La situación en Ucrania y los países de acogida de refugiados sigue siendo muy compleja. Se estima que 17,6 millones de personas dentro de Ucrania, incluidos 3,2 millones de niños y niñas y 1,6 millones de desplazados internos, necesitarán apoyo humanitario en 2023, principalmente asistencia sanitaria y servicios de agua, saneamiento e higiene. Más de 9 millones de personas requerirán ayuda alimentaria. En noviembre se registraron 7,7 millones de refugiados de Ucrania en toda Europa, el 90% de ellos mujeres y niños que deben recibir apoyo psicosocial y protección.