Emergencia:
Crisis en Gaza
Cientos de miles de niños inocentes
necesitan ayuda
urgente
¿Qué está pasando en la Franja de Gaza?
La Franja de Gaza es una franja de tierra que se encuentra en la orilla oriental del Mediterráneo, limitando al norte y al este con Israel y al sur con Egipto. Junto con Cisjordania forman el Estado de Palestina aunque físicamente ambos territorios están separados por Israel -estado limítrofe de ambas zonas-.
Desde 2007, la Franja de Gaza sufre un bloqueo por tierra, mar y aire que impide la libre circulación de bienes, materiales y personas a y desde Gaza. Esto ha afectado intensamente la economía. Antes de octubre de 2023, el paro ya ascendía a casi el 50% y la tasa de pobreza era del 61%.
A esta situación se unió una escalada de violencia que se desencadenó el 7 de octubre de 2023 con el ataque al sur de Israel que resultó en unas 1.200 personas asesinadas, incluyendo más de 35 niños y niñas y más de 7.500 personas heridas, según los informes.
A partir de ese día, Israel impuso un bloqueo total a la Franja, impidiendo la entrada y salida de personas, materiales y suministros. Desde el 21 de octubre de 2023 se permite la entrada de camiones de ayuda humanitaria, aunque en cantidades insuficientes, y con mucha dificultad por las hostilidades desencadenadas en el sur (la mayoría de la ayuda humanitaria entraba por el paso de Rafah).
Los intensos bombardeos por parte de Israel sobre la Franja, mientras desde Gaza se siguen lanzando cohetes hacia Israel, han provocado que al menos 40.738 personas palestinas hayan sido asesinadas, de las que el 70% son mujeres, niñas, niños y personas mayores. Más de 94.100 personas han resultado heridas, de las que unos 54.000 son niños, niñas y mujeres.
Consecuencias del conflicto en la Franja de Gaza para la infancia
Las consecuencias del conflicto en la Franja de Gaza son catastróficas para los niños y niñas:
- Impacto de la violencia: se han denunciado graves violaciones a gran escala contra niños y niñas en el Estado de Palestina e Israel. Más de 94.100 personas -entre ellas 54.000 niños, niñas y mujeres- han resultado heridos. Miles de niños y niñas se encuentran en paradero desconocido, aunque se calcula que la mayoría estarán heridos o muertos debajo de edificios derrumbados.
- Desplazados internos: 1,9 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse; muchos de ellos, en varias ocasiones, en busca de un lugar seguro, pero ningún sitio lo es en Gaza actualmente.
- Ataque a hospitales y escuelas: la protección de la infancia se ha convertido en una de las principales preocupaciones ante las graves violaciones de los derechos humanos, como ataques a hospitales o escuelas. Se calcula que alrededor del 93% de las escuelas de Gaza están dañadas y otras están siendo utilizadas como refugios para personas desplazadas. Solo el 42% de los hospitales funcionan, y lo hacen parcialmente.
- Escasez de agua y medicinas: garantizar el acceso a agua segura, alimentos, atención médica y otros suministros esenciales es un enorme desafío por la falta de combustible. Los hospitales se están quedando sin medicamentos y electricidad, mientras las necesidades sanitarias aumentan por los intensos bombardeos. Algunas familias consumen agua no potable y viven hacinadas, lo que provoca brotes de enfermedades contagiosas y pone en riesgo sus vidas. Además, los residuos sólidos se han convertido en un problema. UNICEF ha apoyado el sistema de drenaje de residuos durante varios meses beneficiando a alrededor de 120.000 personas.
- Escasez de alimentos: el norte de Gaza quedó en gran medida aislado de la ayuda y ha registrado los mayores niveles de hambre catastrófica del mundo en los últimos meses según el PMA. Además, el tratamiento de la desnutrición se complica como consecuencia de los continuos movimientos de la población. El 86% del territorio de la Franja se encuentra sujeto a órdenes de desplazamiento.
- Impacto emocional del conflicto: ya antes de la escalada de violencia, 816.000 niños y niñas necesitaban apoyo psicosocial, cifra que está aumentando. Actualmente, se calcula que prácticamente la totalidad de la infancia de Gaza necesita apoyo psicológico y psicosocial.
- Munición sin explotar: las calles y hogares están repletos de artefactos sin explotar que aumentan el riesgo de muertes y heridas o mutilaciones para los niños y niñas.
En resumen, la situación en la Franja de Gaza sigue siendo extremadamente crítica, a pesar de que parte de la ayuda humanitaria está consiguiendo entrar y distribuirse -con dificultades desde la escalada en Rafah-, y requiere una acción coordinada e inmediata por parte de la comunidad internacional.
“Las calles están vacías y las casas destruidas… temo que se derrumben”
Ismail, de 13 años, vive en la Franja de Gaza. Es el encargado en su familia de ir a por la comida cuando los aviones la arrojan desde el aire. Se levanta muy temprano y sale a buscar los suministros tan necesarios para sobrevivir.
El miedo lo acompaña todo el camino, al igual que el sonido de los bombardeos.
Cuenta que cuando caen las cajas le cuesta mucho recogerlas. Los mayores llegan antes y se hacen con esa ayuda tan preciada.
Ismail sueña con el fin de la guerra y que la vida vuelva a ser como antes. “Cuando la guerra termine me gustaría volver a mi escuela”.
UNICEF sigue presente dentro de la Franja atendiendo las necesidades de la población y así lo ha hecho desde el inicio de la escalada de violencia:
- Proporcionamos acceso a un mínimo de agua de calidad diaria para cubrir necesidades básicas a alrededor de 2,3 millones de personas, de las que más de 1 millón son niños y niñas.
- Distribuimos suministros médicos y vacunas: la polio ha vuelto a aparecer en Gaza, UNICEF puso en marcha una exitosa campaña de vacunación llegando a alrededor de 560.000 niños y niñas.
- Suministramos suplementos alimentarios, micronutrientes y galletas con alto contenido energético apoyando la nutrición de 18.333 niños y niñas que sufren malnutrición aguda, desde enero de 2024.
- Dimos apoyo psicosocial a 286.247 niños, niñas, adolescentes y personas que los tienen a su cargo.
- Proporcionamos dinero en efectivo a 767.261 personas desde octubre de 2023. De esta forma tienen acceso a alimentos, agua embotellada, ropa y otros bienes necesarios.
Para los próximos meses, UNICEF basa su respuesta en:
Noticias relacionadas
Cómo ayudar a los niños y las niñas de Gaza
Desde UNICEF España queremos responder a algunas inquietudes y preguntas que nos plantean y que nos planteamos en estos momentos.
Para responder a la situación de los niños y niñas en Israel y el Estado de Palestina, UNICEF pide.
- El alto el fuego permanente.
- Que se abran todos los cruces de acceso a Gaza para la circulación de suministros y trabajadores humanitarios.
- La liberación inmediata, segura e incondicional de todos los niños y niñas secuestrados y el fin de cualquier violación grave contra los niños, incluidos los asesinatos y las lesiones.
- Que se permita la salida de los casos médicos urgentes en Gaza o que puedan recibir servicios sanitarios críticos.
- Acceso seguro y sostenido al agua, los alimentos, la sanidad y el combustible, necesarios para permitir esos servicios esenciales.
- El respeto y la protección de las infraestructuras civiles, como refugios, instalaciones sanitarias, eléctricas, de agua y saneamiento.
- La protección de la misión médica para prevenir brotes de enfermedades y prestar asistencia a los enfermos y heridos.
Los corredores humanitarios son uno de los mecanismos clave para proteger a la población durante un conflicto armado. Son pasos seguros acordados entre las partes enfrentadas y por un tiempo limitado, que permiten llevar la ayuda humanitaria a organizaciones como UNICEF. Además, son fundamentales para la evacuación de las víctimas de los conflictos armados, la población civil y el acceso del personal humanitario.
Durante el tiempo acordado, los corredores humanitarios pueden permitir a la población civil evacuar la zona en la que se están produciendo las hostilidades y buscar lugares más seguros. Las organizaciones humanitarias como UNICEF pueden acceder a la zona de conflicto para brindar asistencia humanitaria directamente a las personas afectadas.
Si, y se recogen en el derecho internacional derecho internacional humanitario o derecho de guerra. Por un lado, busca proteger a las personas que no participan en las hostilidades, como la población civil, personal sanitario, trabajadores humanitarios -Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales-; y por otro lado, atenúa y pone límites a algunas armas o métodos de guerra -Derecho de La Haya-.
Su misión principal es proteger la dignidad de las personas y limitar el sufrimiento humano. El derecho internacional humanitario no decide si un conflicto es legítimo o no, ni toma partido en el mismo, pero sí regula qué prácticas están prohibidas expresamente por su crueldad o capacidad de destrucción indiscriminada:
- Prohíbe el uso de armas especialmente crueles y los ataques indiscriminados contra la población civil, como las armas químicas o las minas antipersona.
- Las partes del conflicto deben abstenerse de atacar a la población civil y proteger espacios como escuelas y hospitales.
- Se debe asistir en todo momento a los heridos, a los enfermos y proteger al personal sanitario.
Las imágenes que nos llegan del sufrimiento y la devastación producida por cualquier catástrofe o conflicto nos muestran el horror físico y psicológico que afrontan las víctimas. Estas imágenes tienen un fuerte impacto para la sociedad y son especialmente duras para los niños y niñas.
Estas son algunas claves que pueden ayudar a niños y niñas a comprender y asimilar la existencia de conflictos o catástrofes humanitarias.
1. Busca tiempo y espacio para compartir lo que estamos sintiendo
- Padres y madres pueden apoyar a sus hijos dejándoles expresar sus sentimientos sobre el conflicto o catástrofe, diciéndoles que es normal sentirse preocupados o tristes. Hay que asegurarles que son queridos y que serán protegidos si algo malo ocurre alguna vez.
- Es necesario estar disponibles para ellos y darles tiempo y atención adicional en los días después, no sólo para hablar del conflicto o catástrofe, sino también para otras conversaciones, o sólo para pasar el tiempo.
2. No todos respondemos igual, aunque sintamos lo mismo
- La edad de los niños y niñas influye mucho en su manera de recibir y responder ante esta situación. Por ejemplo, a los cuatro años mostrará su preocupación queriendo dormir en la cama de sus padres, con ocho años intentará no ir al colegio (quizás diciendo que se encuentra mal) y en la adolescencia discutirá más de lo normal con sus padres.
- Recrear el conflicto o catástrofe con juegos es una manera de que los niños más pequeños puedan desarrollar un sentido de control y minimizar su ansiedad sobre un acontecimiento potencialmente traumático del mismo modo que un adulto charla y comparte su experiencia con otros.
3. Hay noticias que no son aptas para niños
- Los padres y madres deben tener cuidado con la exposición de sus hijos a las noticias sobre desastres naturales o conflictos en los medios de comunicación. Escuchar o ver noticias impactantes puede causar trauma adicional y/o insensibilizar a un niño o niña sobre cuestiones violentas y sus consecuencias.
- Es importante también ayudar a niños, niñas y adolescentes a procesar las noticias que reciben de un acontecimiento de este tipo. Los adultos debemos ayudarles a expresar sus miedos y, posteriormente, recordarles que la mayoría de la gente que los experimenta sobrevive, incidiendo en que en ese momento está seguro.
4. Si el conflicto o catástrofe son muy cercanos: apoyo especial
- Cuando el conflicto o catástrofe son cercanos o afectan directamente a una familia las reacciones pueden durar mucho tiempo después del hecho. Un asesoramiento psicológico para un niño, niña o adolescente inmediatamente después puede reducir los efectos negativos a largo plazo.