Septiembre, un mes sin descanso para la ayuda humanitaria

Huracanes y terremotos han puesto en jaque a las organizaciones de ayuda humanitaria en septiembre. Te contamos cómo hemos respondido desde UNICEF para minimizar el impacto de los últimos desastres naturales  en la infancia.

Septiembre, un mes sin descanso para la ayuda humanitaria

Un grupo de niños ayuda a limpiar las calles de su barrio tras el paso del huracán Irma por Haití.

El mes de septiembre comenzó disparando todas las alertas en el Caribe. El huracán Irma, el mayor detectado nunca en el Atlántico, se acercaba con fuerza a las islas de la zona y amenazaba con causar una gran devastación.

Las organizaciones de ayuda humanitaria nos movilizamos para estar preparados ante lo que pudiera pasar. Para ello, acercamos suministros de emergencia a países que todavía se estaban recuperando de la temporada de huracanes del año pasado, como Haití.

Y entonces, mientras Irma empezaba a causar los primeros destrozos, la tierra tembló en el sur de México. Un terremoto de 8,2 grados que dejó más de 2 millones de niños afectados y más de 2.000 escuelas dañadas.

Tan solo 2 semanas después, la pesadilla volvía a repetirse en los mismos lugares. Dos nuevos huracanes azotaban el Caribe y un nuevo terremoto sacudía México, esta vez en el centro del país, causando más de 300 muertos y una gran destrucción.  

¿Cómo trabajamos en un desastre natural?

Los desastres naturales no han parado durante este mes. Pero en UNICEF no nos han pillado desprevenidos. Gracias a la ayuda de gente como tú, estábamos preparados para hacer frente a las emergencias causadas por desastres naturales, pero también para responder a crisis de otro tipo como la de los niños rohingyas.

Entre las acciones que estamos llevando a cabo en los países afectados por los huracanes del Caribe se encuentran:

  • Distribución de los suministros de emergencia que teníamos preparados. Por ejemplo, en Cuba hemos entregado más de 2 millones de pastillas potabilizadoras a las autoridades nacionales para su reparto a las poblaciones damnificadas.
  • Apoyo psicosocial a los niños y niñas afectados. En lo que queda de año queremos llegar a 33.000 niños con estos servicios.
  • Diseminación de mensajes clave sobre cuestiones relacionadas con la salud y con la protección
Septiembre, un mes sin descanso para la ayuda humanitaria

Una compañera de UNICEF juega con unas niñas en uno de los refugios que acogen a los afectados por el terremoto del 19 de septiembre en México.

En México, tras evaluar los daños causados por los 2 terremotos, hemos puesto en marcha un plan de acción con el que prevemos apoyar a 60.000 niños con acciones como:

  • Establecer 50 aulas temporales y distribuir material escolar para que 400 niños puedan seguir estudiando.
  • Establecer 38 espacios amigos de la infancia donde los niños puedan jugar y volver a una cierta normalidad.
  • Realizar actividades para prevenir la violencia, la explotación y el abuso contra los niños.
  • Distribuir agua potable en las localidades más afectadas.

¡Gracias por tu apoyo! Sin duda, nos ayudas a llegar más lejos en las emergencias que afectan a millones de niños en el mundo hoy.