Lucha contra la desnutrición en Sudán del Sur

La desnutrición es un grave problema en el condado de Maban, en Sudán del Sur, donde hay más de 100.000 refugiados. El conflicto y la inseguridad alimentaria creciente en Kordofán y los estados del Nilo Azul han provocado una afluencia de refugiados en el país. 

Muchos refugiados viajan a pie, para lo que pueden tardar meses cruzando las zonas peligrosas del conflicto por carreteras secundarias. Por el camino,el hambre y la enfermedad son amenazas constantes, particularmente para los más vulnerables, los niños. Además, las lluvias estacionales han comenzado en la zona, por lo que aumentan las posibilidades de que hayabrotes de enfermedades.

Radwan Al Fahil, de 12 años, recuerda: “Mis hermanas y yo estuvimos caminando cinco días en la frontera de Sudán del Sur, un viaje muy difícil, porque además no llevábamos zapatos".

"LA EDUCACIÓN ES INCLUSO MÁS IMPORTANTE QUE LOS ZAPATOS"

Con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidad para los Refugiados, UNICEF y sus aliados están apoyando en las áreas de nutrición y salud, protección y educación.

En el hospital de Bunj, en Maban, se proporcionatratamiento de emergencia para los niños con desnutrición aguda grave, tanto para los refugiados como para las comunidades de acogida.

“Hemos estado proporcionando servicios básicos de salud y vacunación contra el sarampión, la poliomielitis y el tétanos”, dice Chandra Gilmore, del Cuerpo Médico Internacional, aliado de UNICEF. Cada día, se vacuna a 350 niños y mujeresen el punto de entrada del campamento de Gendrasa.

El apoyo psicosocial es también clave para estos niños, que han tenido experiencias muy duras. Marte Ricci de la organización INTERSOS habla sobre los Espacios Amigos de la Infancia, donde los niños juegan y aprenden: “UNICEF proporciona material de juego y escolar para llegar a 2.000 niños. Estos Espacios Amigos de la Infancia permiten a los niños olvidar su pasado, hacer amigos y obtener nuevos conocimientos”.

UNICEF proporciona también materiales educativos para apoyar la educación en Maban. Khalda Hasan, una profesora en el campamento de refugiados de Batil, dice que los niños están deseando aprender.

“La escuela es lo mejor de estar aquí. La educación es incluso más importante que los zapatos. Preferiría estar en clase con los pies descalzos que tener zapatos”, dice Radwan.

“Los niños que huyen de la violencia en Sudánse han enfrentado a un inmenso estrés, y estamos viendo las consecuencias. Tenemos que asegurarnos que los niños acceden a la atención sanitaria, la educación y a un entorno de protección, para asegurarnos de que no solo sobreviven, sino que prosperan en una situación tan difícil. Y para eso el aumento del apoyo y la financiación es esencial”, dice la Representante de UNICEF en Sudán del Sur, Yasmin Ali Haque.