¿Cuál es el mejor país para nacer?
Me encanta ver los nuevos rankings que salen cada año de todos los países del mundo.
Algunas de estas listas cuentan cuáles son los lugares donde la gente es más feliz. Otras hablan de dónde está el mejor sistema de transportes, dónde está el mejor café o dónde se puede reservar la habitación de hotel más barata. Estas listas me hacen pensar… ¿Dónde quiero vivir? ¿Dónde debería viajar? ¿Dónde me hubiera gustado nacer?
Para mí uno de estos rankings está por encima de los demás. Si pudiera elegir sería tan simple como esto: me gustaría nacer donde tuviese la oportunidad de poder celebrar mi quinto cumpleaños.
Pasé la mayor parte de mi infancia en un barrio a las afueras de Melbourne. En mi guardería local aprendí inglés y me pasaba los días jugando, rozando mis rodillas contra el cemento, coloreando fuera de las líneas y tomando tazas de chocolate con leche espumosa.
No hubo nada único o inusual en mi infancia. Solo disfruté de los derechos básicos de los que cualquier niño debería poder disfrutar: protección, salud, juego y educación.
DESIGUALDAD INFANTIL: MILLONES DE NIÑOS SUFREN LAS CONSECUENCIAS
Sin embargo, antes de respirar por primera vez, la vida de millones de niños está marcada para siempre por su país, comunidad y género. Los niños nacen en circunstancias que ellos no eligen y que los obligan a luchar contra enfermedades para mantenerse sanos y poder llegar a los 5 años de edad.
Hemos logrado grandes avances en los últimos 25 años. Desde 1990, el mundo ha reducido la tasa de mortalidad infantil y eso es algo de lo que todos deberíamos sentirnos orgullosos. Sin embargo, las desigualdades entre los países ricos y pobres son persistentes. Una niña que nace en Chad tiene 30 veces menos probabilidades de celebrar su quinto cumpleaños que una niña nacida en Australia.
Todos los años, en UNICEF realizamos el informe Estado Mundial de la Infancia sobre las desigualdades a las que se enfrentan los niños de todo el mundo. Las diferencias en el índice de supervivencia infantil son las más evidentes.
DESIGUALDAD INFANTIL: ¿DÓNDE TIENEN LOS NIÑOS MEJORES OPORTUNIDADES?
Como es de esperar, alguno de los lugares con las tasas más bajas de mortalidad en menores de 5 años son también los países más ricos del mundo. En estos lugares, 3 (o menos) niños de cada 1000 mueren antes de su quinto cumpleaños:
- Luxemburgo
- Islandia
- Finlandia
- Eslovenia
- Singapur
Estas alentadoras cifras reflejan que los niños de estos países han accedido a lo que necesitan para desarrollar todo su potencial: una buena alimentación, agua potable, protección y atención médica. Pero las mejoras en el índice de mortalidad infantil no lo son todo: los niños más pobres y marginados de algunos países no se han beneficiado del progreso general.
A pesar de las mejoras significativas desde 1998, los niños aborígenes australianos siguen teniendo 2 veces más probabilidades de morir antes de los 5 años que los que no lo son. En 2013, los hijos de padres afroamericanos tenían 2 veces más probabilidades de perder sus vidas que los nacidos de americanos blancos. Con la debida inversión, los países podrían reducir la brecha de la desigualdad y garantizar que todos los niños se beneficien del progreso nacional.
DESIGUALDAD INFANTIL: ¿DÓNDE SE ENFRENTAN LOS NIÑOS A LOS MAYORES DESAFÍOS?
En 2015, alrededor del 80% de los niños que no llegaban a cumplir los 5 años vivían en el sur de Asia y en África subsahariana. En estos países, alrededor de 1 niño de cada 10 no vivirá para ver su quinto cumpleaños:
- Angola
- Chad
- Somalia
- República Centroafricana
- Sierra Leona
Pero otro de los hijos de Mariama no tuvo la misma oportunidad. ‘’Mi tercer bebe murió porque, cuando le subió la fiebre, no teníamos dinero y no pudimos comprar medicina. El programa de salud gratuita no había empezado todavía. Lo mantuvimos en nuestras manos y Dios se llevó su vida’’.
DESIGUALDAD INFANTIL: EL CAMBIO ES POSIBLE
Un mundo más justo es posible. La vida de un niño puede parecer como una lotería donde la mala suerte decide si tendrán comida, si podrán ir al colegio, o si podrán ir al médico cuando estén enfermos.
Sin embargo, aunque los niños no pueden elegir dónde nacen, nosotros podemos asegurar que todos tienen las oportunidades que necesitan para vivir y prosperar.
En UNICEF trabajamos para conseguirlo. Únete y ayúdanos a seguir luchando por los derechos de los niños en más de 190 países.
Post por Rashini Suriyaarachchi, UNICEF Australia