Los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, grandes amenazas para la salud de mujeres y niños

Nueva York, 25 de septiembre 2020- Los frágiles logros realizados para mejorar la salud de mujeres y niños están amenazados por los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, según un nuevo informe de Every Woman Every Child.

Los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, grandes amenazas para la salud de mujeres y niños

Enlace al informe, AQUÍ.

El informe Protect the Progress: Rise, Refocus, Recover, 2020, resalta que, desde que hace diez años se lanzó el movimiento Every Woman Every Child, liderado por la Secretaría General de Naciones Unidas, se han realizado importantes avances para mejorar la salud de las mujeres, niños, niñas y adolescentes de todo el mundo. Por ejemplo, las muertes de niños menores de cinco años llegaron en 2019 a su cifra más baja registrada, y más de mil millones de niños fueron vacunados durante la pasada década. La cobertura de vacunación, los partos atendidos por personal cualificado y el acceso a agua potable llegó a más del 80%. Las muertes maternas descendieron un 35% desde 2000, con la bajada más pronunciada desde 2010. Se estima que en los últimos diez años se han evitado 25 millones de matrimonios infantiles.

Sin embargo los conflictos, la inestabilidad climática y la pandemia de COVID-19 están poniendo en riesgo la salud y bienestar de todos los niños y adolescentes. La crisis de la COVID-19 en particular está agravando las desigualdades existentes, y se ha informado de interrupciones de intervenciones sanitarias esenciales que están afectando de manera desproporcionada a las mujeres y niños más vulnerables. En el punto álgido de los confinamientos derivados de la pandemia las escuelas cerraron en 192 países, lo cual afectó a 1.600 millones de estudiantes. La violencia doméstica y el abuso contra niñas y mujeres ha aumentado. La pobreza y el hambre están también en aumento.

“Ya antes de la pandemia de COVID-19, un niño menor de cinco años moría cada seis segundos en algún lugar del mundo”, asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “Millones de niños que viven en zonas en conflicto y en escenarios frágiles afrontan dificultades aún mayores desde el inicio de la pandemia. Necesitamos trabajar juntos para abordar las necesidades inmediatas causadas por la pandemia, a la vez que fortalecemos los sistemas sanitarios. Solo así podremos proteger y salvar vidas”.

En 2019, 5,2 millones de niños menores de 5 años y un millón de adolescentes murieron por causas prevenibles. Cada 13 segundos murió un recién nacido. Cada hora 33 mujeres no sobrevivieron al parto. Y 33.000 niñas se vieron obligadas a casarse, normalmente con hombres mucho más mayores.

El informe examina las desigualdades de fondo que siguen privando de sus derechos a mujeres, niños y adolescentes, y apunta que el lugar de nacimiento es determinante para la supervivencia. En 2019, el 82% de las muertes de menores de 5 años y el 86% de las muertes maternas se concentraron en África Subsahariana y en Asia Meridional. Nueve de cada diez infecciones pediátricas de VIH/SIDA ocurrieron en África Subsahariana. Las tasas de mortalidad materna, neonatal, infantil y de adolescentes fueron considerablemente más altas en países afectados por conflictos de manera crónica.

“Durante demasiado tiempo, la salud y los derechos de mujeres, niños y adolescentes no han recibido la atención suficiente, y los servicios no han tenido los recursos adecuados”, declara la ex Primera Ministra de Nueva Zelanda y actual presidenta de la junta directiva de la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño, Helen Clark. “Hacemos un llamamiento a todos los aliados para que trabajen juntos y apoyen a los gobiernos para fortalecer los sistemas sanitarios y abordar las desigualdades que limitan los progresos”.

El informe pide a la comunidad internacional que combata la COVID-19 respetando al mismo tiempo los compromisos que pueden mejorar las vidas de mujeres y niños, y que no amplíen la brecha entre promesas y realidad.

“La pandemia de COVID-19 amenaza con dar marcha atrás tras años de avances en salud materna, reproductiva, infantil y adolescente. Esto es inaceptable”, asegura Muhammad Ali Pate, director mundial para Salud, Nutrición y Población en el Grupo del Banco Mundial, y director del Mecanismo Mundial de Financiamiento (GFF, por sus siglas en inglés) para respaldar la iniciativa Every Woman Every Child. “La alianza GFF duplicará sus esfuerzos para llegar a los aliados y los países, y para respetar el compromiso global de garantizar que todas las mujeres, adolescentes y niños puedan acceder a la atención sanitaria de calidad y asequible que necesitan para sobrevivir y desarrollarse”.

Los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, grandes amenazas para la salud de mujeres y niños

Según el informe, los avances y progresos de la última década en materia de salud de mujeres, niños y adolescentes se deben proteger frente al impacto de la pandemia y las respuestas a esta.

“El rápido retroceso de los progresos en la salud de mujeres, niños y adolescentes, que tanto han costado, es una amenaza real”, asegura Ties Boerma, director de la Cuenta atrás a 2030 para la Salud Reproductiva, Materna, Neonatal, Infantil y de Adolescentes. “Como nos demuestra el intenso seguimiento de la pandemia de COVID-19, contar con datos locales a tiempo es necesario para poder poner en marcha acciones y evitar el aumento de las desigualdades. Las inversiones internacionales y nacionales en sistemas de información local son imprescindibles para guiar la respuesta y proteger los avances”.

Si no se intensifican los esfuerzos para combatir las muertes infantiles prevenibles, 48 millones de niños menores de cinco años podrían morir entre 2020 y 2030. Casi la mitad de estas muertes se producirán entre recién nacidos. El informe defiende que los países continúen invirtiendo en la salud de todas las mujeres, niños y adolescentes, en todas las crisis.

“A medida que respondemos a la COVID-19 y reimaginamos un futuro mejor, con una paz sostenible –también en casa-, debemos repetir rotundamente que los derechos de las mujeres y las niñas no son negociables. Incluso en tiempos de crisis, y especialmente en tiempos de crisis, su salud sexual y reproductiva y sus derechos deben ser protegidos a toda costa”, explica Natalia Kanem, directora ejecutiva de UNFPA.

El informe sostiene que el movimiento Every Woman Every Child es ahora más necesario que nunca, ya que entramos en la Década de Acción de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) en medio de la peor crisis mundial de toda una generación. El impulso del movimiento debe seguir para defender el multilateralismo, movilizar a la acción en todos los sectores para proteger las enormes inversiones y logros conseguidos por los participantes desde su lanzamiento hace diez años, y para proteger la salud y el bienestar de cada mujer, niño y adolescente, esté donde esté.

“No hay duda de que la pandemia ha supuesto un retroceso de los esfuerzos globales para mejorar la salud y bienestar de mujeres y niños, pero eso solo debería servir para fortalecer nuestra determinación”, explica Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Nuestra acción conjunta bajo el movimiento Every Woman Every Child es más importante que nunca. Debemos renovar nuestro compromiso con un mundo más saludable, seguro, justo y sostenible para las mujeres y niños, y para las generaciones futuras”.

Para más información:

Belén de Vicente

UNICEF España, Tel: 609 160 051 / 91 378 85 91

E-mail: [email protected]