La desnutrición aumenta entre los niños pequeños de Yemen a medida que las condiciones empeoran

Se estima que en algunas partes de Yemen uno de cada cinco niños menores de cinco años padece desnutrición aguda y necesita tratamiento urgente, mientras aumentan los casos de desnutrición en el sur del país, advierten las agencias de la ONU

© UNICEF/UNI343830

ADEN, 27 de octubre de 2020 - Las tasas de desnutrición aguda entre niños menores de cinco años son las más altas jamás registradas en varias zonas de Yemen, con más de medio millón de casos en los distritos del sur, según el último análisis de desnutrición aguda de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros aliados.

El análisis, que abarca únicamente a 133 distritos del sur de Yemen –en los cuales viven 1,4 millones de niños menores de cinco años-, revela un aumento de casi el 10 por ciento en los casos de desnutrición aguda en 2020. El mayor incremento se da en los casos de niños pequeños que sufren desnutrición aguda grave, con un aumento del 15,5 por ciento durante 2020. Esto deja al menos 98.000 niños menores de cinco años en alto riesgo de morir de desnutrición aguda grave si no reciben tratamiento urgente.

Una peligrosa combinación de factores, causados por el conflicto y el declive económico, agrava la situación de los niños más pequeños del Yemen. En las áreas más afectadas incluidas en el análisis - tierras bajas de Abyan (23%), tierras bajas de Lahej (21%), tierras bajas de Taiz (22%) - alrededor de uno de cada cinco niños sufre desnutrición aguda. En las tierras bajas de Hodeida, más de uno de cada cuatro niños, o lo que es lo mismo, el 27%, sufre desnutrición aguda.

Al menos un cuarto de millón de mujeres embarazadas o en período de lactancia también necesitan tratamiento para la desnutrición. Los expertos de la ONU advierten de que es probable que la cifra real sea mayor, ya que los factores que agravan la desnutrición en Yemen han empeorado este año.

Yemen ha sufrido durante mucho tiempo algunas de las tasas de desnutrición más altas del mundo. Hasta ahora, las intervenciones humanitarias para tratar y prevenir la desnutrición, así como la ayuda alimentaria de emergencia, han evitado un deterioro aún más grave. Pero en 2020, estos logros obtenidos con tanto esfuerzo se están perdiendo. La escalada del conflicto y el declive económico, sumado al impacto abrumador de la pandemia de COVID-19, han llevado al límite a una población ya exhausta. Además, muchos proyectos -incluida la ayuda alimentaria de emergencia y los servicios de agua, saneamiento e higiene- se han visto interrumpidos por la escasez de fondos. Los programas de tratamiento de la desnutrición también están en riesgo si no se reciben pronto más fondos.

Estos factores se suman a otros que históricamente han hecho de Yemen uno de los lugares más difíciles para ser niño o madre: una dieta insuficiente y de mala calidad, alta prevalencia de enfermedades contagiosas, niveles elevados de inseguridad alimentaria, acceso limitado a los servicios de nutrición y salud, saneamiento e higiene deficientes e incapacidad de muchos niños para acceder a importantes vacunas como la del sarampión y la poliomielitis.

Los datos del resto de distritos del norte de Yemen siguen siendo analizados. Si se tiene en cuenta la tendencia histórica de los datos, se espera que la situación en estas zonas sea igualmente preocupante.

“Llevamos advirtiendo desde el mes de julio que Yemen está al borde de una crisis de seguridad alimentaria catastrófica. Si la guerra no termina ahora, nos acercamos a una situación irreversible y corremos el riesgo de perder a toda una generación de niños de Yemen”, asegura Lise Grande, Coordinadora Humanitaria para Yemen. “Los datos que presentamos hoy confirman que los niveles de desnutrición aguda entre los niños son los más altos desde que comenzó la guerra”.

“Durante los dos últimos años, hemos podido retroceder la hambruna una generación. Lo hemos logrado proporcionando cantidades masivas de ayuda humanitaria y trabajando con las autoridades para establecer los factores económicos que llevaban a la crisis”, continúa Grande. “Es desgarrador ver que, cuando más nos necesita la gente, no podemos hacer lo necesario por ellos porque no tenemos fondos”.

“Las vidas de millones de niños y mujeres están en riesgo. La desnutrición aguda puede tratarse y prevenirse con una serie de servicios clave, pero para ello necesitamos medidas y apoyo urgentes. Este gran sentido de urgencia debería imperar a la hora de facilitar los recursos financieros necesarios y garantizar el acceso de niños y mujeres que los necesitan desesperadamente”, explica Philippe Duamelle, representante de UNICEF en Yemen.

“El empeoramiento de la situación nutricional señalado en este último análisis destaca la urgente necesidad de garantizar que cada niña, niño, mujer y hombre yemení tenga acceso a una dieta saludable y variada ahora y en el futuro”, afirma Hussein Gadain, representante de la FAO en Yemen. “Esto implica construir, restablecer y mantener los sistemas alimentarios en Yemen mediante el inmediato aumento de los esfuerzos para proteger los medios de vida de la gente y permitirles producir, vender y consumir alimentos variado y nutritivos incluso durante épocas de crisis extrema”.

El círculo vicioso del conflicto y el hambre en Yemen está causando estragos terribles sobre quienes ya eran los más vulnerables. Las crecientes tasas de desnutrición aguda ponen a demasiados mujeres y niños en riesgo, y las consecuencias se sentirán en Yemen durante las próximas generaciones. Podemos frenar esta devastadora evolución. Debemos actuar ahora”, asegura Laurent Bukera, director de país del PMA en Yemen.

Para salvar vidas y evitar que la situación empeore, Naciones Unidas y sus aliados necesitan más de 50 millones de dólares (42,3 millones de euros) para aumentar urgentemente los programas de nutrición, incluyendo el tratamiento para los niños con desnutrición severa aguda. Al mismo tiempo, también se necesitan fondos para ampliar los programas de alimentos, agua, saneamiento y salud, incluidas las vacunas.

Yemen sigue siendo la peor crisis humanitaria del mundo. Cerca del 80% de la población –más de 24 millones de personas- necesitan algún tipo de ayuda humanitaria y protección. A mediados de octubre, solo se habían recibido 1.430 millones de dólares (1.211 millones de euros) de los 3.200 millones (2.710 millones de euros) que se necesitan para todo 2020.

Para más información:

Belén de Vicente, UNICEF España,

Tel: 609 160 051 / 91 378 85 91 E-mail: [email protected]