Yemen: 6 millones de niños y niñas podrían quedarse sin educación… y sin futuro

Pedimos un retorno seguro a las escuelas para que los niños recuperen la vida que les ha robado el conflicto.

En Yemen una niña observa la devastación que ha dejado el conflicto.

06/07/2021

Hemos hablado mucho del retorno seguro a las aulas en el contexto de la COVID-19, cuando millones de niños y niñas en todo el mundo se vieron privados de ir a la escuela. Sin embargo, ese regreso a las clases no ha sido igual para todos los niños. En Yemen, donde el conflicto dura ya 6 años, las continuas interrupciones que sufre la educación afectan directamente a más de 2 millones de niños y niñas que no pueden ir a la escuela. Y esta cifra podría incrementarse hasta los 6 millones si no se toman medidas urgentes.

Estos datos arroja el estudio de UNICEF: Educación interrumpida: impacto del conflicto en la educación de los niños y niñas en Yemen (en inglés)que analiza los riesgos de no asistir a la escuela siendo ésta el entorno que más protege a la infancia en las situaciones más graves, dándoles a los niños una sensación de normalidad y evitando la exposición a múltiples formas de explotación. Aún así, más del doble de niños yemeníes se encuentran sin escolarizar desde que inició el conflicto en 2015. 

Ahmed: estudiando entre las ruinas

Con tan solo 12 años, Ahmed conoció el miedo cuando unos misiles destrozaron todo a su alrededor. Después vino la huida, junto a sus padres y su hermano, dejando atrás su hogar y su fuente de ingresos para escapar de la violencia. Sin un lugar a donde ir, hicieron de una escuela en ruinas, en el distrito de Mabian, su refugio para vivir. 

El colegio al que asiste Ahmed está abierto, aunque quedó muy dañado por los bombardeos y carece de los recursos más básicos: como sillas, agua y saneamiento. Aunque estudia entre las ruinas, Ahmed tiene la suerte de poder continuar con su educación, lo que le permitirá tener más oportunidades en la vida. 

Y es que cuando un niño no termina su educación, queda atrapado en un círculo de pobreza que se perpetúa a sí mismo y es posible que, sin el apoyo adecuado, nunca regrese al colegio, como ha podido hacer Ahmed que sueña con estudiar en la universidad y un día convertirse en piloto.

Un niño en Yemen asiste a una escuela destruida por el conflicto.

Entre el conflicto, la pobreza y la COVID-19

En Yemen, los niños y niñas siguen siendo las víctimas más vulnerables del conflicto, a lo que se suman los efectos de la pandemia de COVID-19. Están sufriendo la paralización de los servicios esenciales, que les deja sin acceso al sistema de salud, muchos niños se ven forzados a realizar trabajo infantil o son reclutados para los combates - unos 3.600 en los últimos seis años - y las niñas se ven obligadas a contraer matrimonio a edades muy tempranas. 

Además, la desnutrición aguda se apodera de unos 2,3 millones de niños menores de cinco años. De ellos, 400.000 padecen desnutrición aguda grave y podrían morir si no reciben tratamiento urgente. 

La educación también es víctima directa de esta dramática situación: además de los 2 millones de niños sin escolarizar, unos cuatro millones más corren el riesgo de que su educación se vea interrumpida o de abandonar la escuela, ya que dos tercios de los profesores en el país no han recibido un salario regular durante más de cuatro años. Los maestros dejan de enseñar para buscar otras formas de mantener a sus familias. 

Todo esto deja huella también en el bienestar mental y físico de los niños, niñas y adolescentes del país.

Las consecuencias de esta guerra son devastadoras para la infancia, que enfrenta las peores circunstancias, viviendo experiencias que ningún niño debería llegar a conocer. En UNICEF trabajamos para salvar las vidas de estos niños y niñas, para ayudarles a recuperar su infancia y darles motivos para sonreír.  

En Yemen, UNICEF está en marcha

Un bebé en un centro de tratamiento contra la desnutrición en Yemen.

Con el apoyo de nuestros aliados en el terreno, hemos conseguido avances muy importantes para los niños, niñas y las familias en Yemen:

  • Agua potable en cantidad suficiente para unos 7 millones de personas.
  • Micronutrientes como la vitamina A para 1,4 millones de niños y niñas menores de cinco años.
  • Apoyo psicosocial para más de 430.000 niños y cuidadores.
  • Vacunas contra el sarampión para más de 600.000 bebés menores de un año.
  • Atención primaria de la salud para 4,7 millones de niños y niñas menores de cinco años en instalaciones apoyadas por UNICEF.
  • Educación sobre los riesgos de las minas para 395.000 personas.

Actualmente estamos tratando a los niños con desnutrición aguda grave, proporcionándoles alimento terapéutico y suministros médicos. 

Para dar respuesta a la pandemia, distribuimos equipamiento de protección personal para los trabajadores en la primera línea y mensajes de prevención que ayudan a disminuir el riesgo de los contagios.

Defendemos el derecho a la educación de todos los niños y niñas

En UNICEF sabemos que la vuelta a la escuela es un aspecto fundamental en la vida de todos los niños y se debe conseguir cuanto antes. Estamos trabajando en la rehabilitación de los colegios dañados por los bombardeos, ofreciendo también espacios seguros para el aprendizaje. Como afirma nuestro representante en el país, Philippe Duamelle, "el acceso a una educación de calidad es un derecho básico para todos los niños, incluidas las niñas, los niños desplazados y los que tienen una discapacidad".

Aún queda mucho por hacer para transformar la realidad de los niños yemeníes. Por ello, desde UNICEF pedimos a todas las partes en el conflicto, que trabajen juntos para lograr una paz inclusiva y duradera que permita a los niños volver a la escuela y tener mejores oportunidades en la vida.

Los niños de Yemen nos necesitan

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