Burkina Faso: Mamounata y su victoria frente a la desnutrición

Por Gwen Lansaman, Gerente de Producto de UNICEF España

En Burkina Faso, UNICEF apoya a varias asociaciones cuya labor es concienciar a la población sobre las buenas prácticas de higiene, nutrición y protección de los niños. En este país, un 35% de los niños de menos de 5 años muere por causas relacionadas con la desnutrición, la mayoría de ellas fácilmente evitables.

He tenido la suerte de viajar a Burkina para conocer los proyectos de UNICEF. Hemos estado en el pueblo musulmán de Yagma, en el centro del país, donde la asociación Chants de Femmes (Cantos de Mujeres) ha estado trabajando con el apoyo de UNICEF. Su responsable, Valentine, nos explica que, cuando llegó aquí hace unos meses, las mujeres no se atrevían a hablar de sus problemas, ni siquiera en sus hogares. Cuando llegamos al pueblo, las mujeres nos reciben orgullosas, junto a los hombres del pueblo. Una de ellas,Mamounata, toma la palabra para explicarnos lo que han aprendido gracias al apoyo de Chants de Femmes. Nos habla de las prácticas de higiene que les han enseñado, haciendo hincapié en la importancia de la lactancia materna exclusiva en los seis primeros meses de vida de los bebés. En Burkina Faso, persisten variascreencias equivocadas acerca de la lactancia. Por ejemplo, las mujeres piensan que el hecho de dar leche materna a su hijo les da sed, y por eso complementan la lactancia con agua o con infusiones de plantas. Esta mezcla no suele ser buena para el niño y les provoca diarrea. Las madres no sabían reconocer los primeros signos de desnutrición en los niños, que se producían por la combinación del uso de agua contaminada y las malas prácticas de higiene en casa. Mamounata nos explica cómo ha aprendido a cuidar todos estos aspectos, y cómo ha modificado su comportamiento. Costumbres sencillas que pueden cambiar vidas. También nos cuenta, orgullosa, que el último de sus 7 hijos no sufre desnutrición como les sucedió a sus hermanos. El pequeño ha recibido lactancia materna exclusiva desde el primer momento, y Mamounata ha cuidado la limpieza de sus instrumentos de cocina, así como del agua que ha utilizado.   El discurso de Mamounata nos llena de esperanza, y animamos a Valentine para que siga con su gran trabajo. Las mujeres de Yagma nos despiden cantando, transmitiéndonos su alegría y reconocimiento.