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Día Internacional de la Niña

¿Qué es el Día Internacional de la Niña?

El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 66/170 para declarar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña. Desde 2012, se conmemora cada 11 de octubre. 

El hecho de nacer niña o niño determina las oportunidades de una persona para tener acceso a salud, educación y protección. Partir de esta evidencia es clave para abordar la defensa de los derechos de la infancia.

¿Por qué el 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña?

El Día Internacional de la Niña se conmemora cada año para crear conciencia sobre la situación de las niñas en el mundo, reconocer sus derechos y los desafíos únicos a los que se enfrentan, especialmente en los países en desarrollo, así como promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.

En el mundo hay más de 600 millones de niñas adolescentes de 10 a 19 años, el mayor número de la historia. Si cuentan con los recursos adecuados, las oportunidades y un entorno propicio, estas niñas se convertirán en la mayor generación de mujeres líderes, emprendedoras y creadoras de cambio que el mundo haya visto jamás.

Sin embargo, las mujeres y las niñas siguen sufriendo desventajas en muchas esferas, como la salud, la educación, la participación política y las oportunidades económicas, enfrentándose día a día a graves amenazas para su bienestar y sus derechos.

Unas dificultades que no han hecho sino empeorar debido a las crisis concurrentes del cambio climático, la COVID-19 y las crisis y conflictos humanitarios.

  • Más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido la mutilación genital femenina, una terrible práctica que atenta directamente contra sus derechos. Las cifras son estremecedoras: más de 3 millones están en riesgo de padecerla cada año.
  • Alrededor de 650 millones de mujeres han contraído matrimonio antes de cumplir los 18 años: 1 de cada 5.
  • 1 de cada 20 chicas de entre 15 y 19 años ha sufrido relaciones sexuales forzadas en el mundo (13 millones aproximadamente). 
  • En todo el mundo, casi 1 de cada 6 mujeres jóvenes (de 20 a 24 años) da a luz antes de los 18 años.
  • A pesar de los avances en el acceso a la educación, 1 de cada 4 niñas adolescentes y mujeres jóvenes en África Occidental y Central no sabe leer ni escribir.
  • 500 millones de mujeres no tienen instalaciones adecuadas para gestionar su higiene menstrual.
  • En África Oriental y Meridional, las niñas representan el 86% de las nuevas infecciones por VIH entre los adolescentes.
  • Las niñas desplazadas internas y refugiadas tienen menos probabilidades de ir a la escuela que los niños y, en los entornos de conflicto, las niñas tienen 2,5 veces más probabilidades de no ir a la escuela que los niños

El impacto de la pandemia sigue afectando de manera desproporcionada a las niñas, adolescentes y mujeres; ha exacerbado las inequidades y reforzado las desigualdades de género. El desempleo generalizado y la inseguridad económica, sumados a las importantes interrupciones de los servicios relacionados con la salud materna, la salud sexual y reproductiva, la nutrición, la protección y la educación, han debilitado los sistemas y redes de protección y bienestar en todo el mundo.

Debido a ello, es probable que en la próxima década se produzcan dos millones de casos adicionales de MGF y 10 millones de matrimonios infantiles como resultado de la pandemia y más de 11 millones de niñas podrían no volver a la escuela.

Hoy más que nunca, alcanzar la igualdad de género es una cuestión de derechos humanos y una condición previa para un desarrollo sostenible

Tras dar a luz, Juliet vuelve a la escuela.

Durante el confinamiento que afectó a Uganda como consecuencia de la pandemia, Juliet (19 años) quedó embarazada. A diferencia de otras jóvenes de su edad, después de dar a luz ha podido retomar sus estudios de secundaria en la escuela de Rwenzori. 

Juliet participa en un programa que tiene como objetivo garantizar que todas las mujeres y niñas vivan una vida libre de violencia y prácticas nocivas, como los matrimonios precoces y los embarazos de adolescentes

Superar las barreras a la educación de las niñas y ayudarlas a alcanzar su máximo potencial asegura que permanezcan en la escuela por más tiempo, reduce las tasas de matrimonio infantil y mortalidad materna, y ayuda a las comunidades a prosperar. Tú también puedes ayudarnos en la educación escolar de las niñas.

En UNICEF trabajamos activamente por los derechos de las niñas

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Erradicar el matrimonio infantil

El matrimonio infantil priva a las niñas de su infancia y limita sus opciones de vida. Trabajamos con los gobiernos, las familias y las comunidades para prevenir y erradicar esta práctica. Buscamos cambios legislativos e involucramos a madres y padres para generar cambios e invertir en el desarrollo de las adolescentes.

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Impulso de la enseñanza secundaria de las niñas

Invertir en educación secundaria genera profundos beneficios a las niñas y las sociedades. En demasiadas ocasiones las niñas abandonan la escuela al llegar a la pubertad. Estamos promoviendo la enseñanza secundaria entre las adolescentes, reforzando los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

 
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Salud e higiene menstrual

Tener una nutrición adecuada es fundamental en la adolescencia; por eso ponemos especial atención en asegurar que las adolescentes reciben una buena alimentación. Procuramos servicios de salud especializados, como atención al embarazo adolescente, prevención y tratamiento del VIH/SIDA o vacunación contra el virus del papiloma humano.

Por otra parte, que cada niña y adolescente pueda gestionar su higiene menstrual de manera segura, íntima y digna es fundamental para su salud, su bienestar psicosocial y su movilidad. Estamos facilitando información, suministros y recursos a millones de chicas para fomentar su confianza y libertad.

¿Qué es un kit de dignidad?

Los kits de dignidad son distribuidos entre la población afectada por una situación de emergencia (desastres naturales, conflicto armado, desplazamientos) y contienen artículos higiénicos y sanitarios (como jabón y cepillo dientes, por ejemplo), así como otros artículos adaptados a las necesidades locales de mujeres y niñas: ropa, productos de higiene femenina, etc.

Los kits de dignidad ayudan a las mujeres y niñas a mantener su intimidad, bienestar y salud durante las crisis humanitarias. La preservación de la dignidad es esencial para conservar la autoestima y la confianza, vitales para hacer frente a situaciones humanitarias estresantes.

 
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Prevenir la violencia

Durante las situaciones de conflicto, desplazamientos o desastres naturales se intensifica la violencia hacia mujeres y niñas. Durante las emergencias prestamos servicios a las supervivientes de violencia sexual, distribuimos kits de dignidad, instalamos espacios seguros y planificamos la seguridad junto a las comunidades, entre otras muchas acciones.

¿Cuál es el papel de los hombres y niños?

Los hombres y los niños son valiosos aliados en el logro de la igualdad entre los géneros. Objetivos como la paternidad compartida, la prevención del VIH/SIDA, la reducción de los comportamientos de riesgo y la potenciación del papel de las mujeres y las niñas presuponen un cambio en las actitudes, las funciones y las conductas de los hombres. Es preciso que los hombres y los niños participen directamente en sus propios procesos de cambio y transformación.

Por ejemplo, UNICEF desarrolla programas de higiene menstrual en las escuelas involucrando también a los niños. Es fundamental que ellos también conozcan en qué consiste la menstruación, que la normalicen como un proceso natural lejos de prejuicios o estigmatizaciones para las niñas.

Plan de Acción para la Igualdad entre los Géneros 2022 – 2025

En UNICEF tenemos un Plan de Acción para la Igualdad entre los Géneros, en el marco de nuestro Plan Estratégico para 2022-2025, que es nuestra hoja de ruta para promover la igualdad de género en todo lo que hacemos, y contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para ello, nos enfocamos en estas prioridades:

  1. Queremos mejorar la calidad de la asistencia sanitaria y la nutrición maternas, la detección, asesoramiento y atención del VIH.
  2. Que los sistemas educativos tengan mayor perspectiva de género y que haya un acceso equitativo a la educación para todas las personas.
  3. Combatir la violencia contra las mujeres y los niños y niñas, incluidas la violencia de género y las prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina.
  4. Que los sistemas de agua, saneamiento e higiene sean más equitativos.
  5. Que los sistemas de protección social tengan perspectiva de género.

También nos centramos en conseguir las condiciones para que el empoderamiento y el bienestar de las adolescentes sea una realidad. Para ello, nos enfocamos en:

  1. Promover la salud, nutrición y atención durante el embarazo, y la prevención del VIH y del virus del papiloma humano.
  2. Impulsar la educación, aprendizaje y las competencias de las niñas, incluidas las enseñanzas en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, y aptitudes digitales.
  3. Poner fin al matrimonio infantil y las uniones tempranas.
  4. Fomentar servicios de salud e higiene menstruales dignos y accesibles.
 
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Preguntas frecuentes

Para UNICEF, la igualdad de género implica que las mujeres y los hombres, las niñas y los niños tengan los mismos derechos, los mismos recursos, las mismas oportunidades y la misma protección. Para lograr cambios en materia de igualdad de género es necesario no solo aumentar la sensibilización y fomentar el cambio de conducta, sino también transformar la dinámica de poder que define las normas y las relaciones de género.

UNICEF dispone de una política de género cuyo objetivo es conseguir la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Para que la aplicación de esta política sea efectiva, UNICEF cuenta con un Plan de Acción para la Igualdad entre los Géneros, que especifica cómo promover la igualdad de género en todo el trabajo de la organización, tanto a nivel global como regional y de país.

UNICEF incorpora en sus intervenciones medidas que abordan las desigualdades de género en todos sus programas, de manera transversal. Así, todos los programas desarrollados en las esferas de Salud, Educación, Nutrición, Protección, VIH/SIDA, Agua, saneamiento e higiene e Inclusión social, incluyen indicadores de género que permiten identificar en qué medida el proyecto contribuye a corregir las inequidades por razón de género.

Además, UNICEF ha identificado varias cuestiones específicas de género cuya priorización podría mejorar la vida de millones de niñas: nutrición y salud adolescente, educación secundaria, prevención del matrimonio infantil, violencia de género en emergencias e higiene menstrual.

La implementación de estas estrategias de manera integral permite que niñas y niños crezcan en un entorno más igualitario y con mayores oportunidades para su desarrollo.