LAS ELECCIONES APORTAN ESPERANZA A LOS NIÑOS Y NIÑAS DE HAITI, PERO SE NECESITA MÁS AYUDA INTERNACIONAL
Los niños y niñas de Haití continúan viviendo en condiciones muy duras debido a la violencia, la inestabilidad política, la pobreza crónica y la ausencia de un sistema de protección. La vida diaria de un niño o niña haitiano cualquiera es la lucha por la supervivencia. Debido a la debilidad de las instituciones públicas, el acceso a los alimentos y a los servicios sociales básicos está disminuyendo.
Ginebra/Madrid - Las crisis continuas en los últimos años han tenido como resultado un aumento del número de niños y niñas vulnerables. Hoy en día, 3 de cada 4 niños y niñas menores de 18 años son vulnerables, se encuentran privados de servicios básicos y son víctimas de la violencia, la explotación y los abusos.
Los índices de mortalidad infantil en Haití son los peores de América. Uno de cada cinco niños y niñas muere como consecuencia de enfermedades prevenibles antes de alcanzar los 5 años.
La situación inestable lleva a la población a estados de emergencia marcados por el abandono, la pérdida del hogar, la orfandad, la desnutrición y altos índices de mortalidad. En estas condiciones, el proceso electoral actual es necesario para mejorar la tendencia negativa de aumento del caos. Sería muy positivo conseguir un marco legal y políticas de protección de los derechos de los niños y niñas.
Un plan de acción de emergencia
De todos modos, las elecciones por sí mismas no conseguirán muchos logros si no se recibe más ayuda internacional. Por ello UNICEF y otras agencias han puesto en marcha una Agenda Política para los niños y niñas. Esta agenda destaca la situación apremiante de los niños y niñas del país, y establece un plan de acción de emergencia. Veintitrés candidatos firmaron la agenda antes del día de las elecciones. El plan de acción establece medidas de protección de los niños y niñas, medidas educativas y sanitarias, así como medidas contra el VIH/SIDA.
La inseguridad, siempre presente
En Haití la inseguridad está presente en todos los aspectos de la vida de los niños y niñas. Aproximadamente 1000 niños y niñas están vinculados con bandas armadas en Port-au-Prince, como mensajeros, espías, y algunos incluso llevan armas y participan en peleas. Muchos niños y niñas de Haití no tienen acceso a servicios básicos de salud. En zonas rurales y urbanas los costes y la distancia son barreras para recibir la atención sanitaria necesaria.
Los proyectos de salud tienen una difusión geográfica irregular y como consecuencia los servicios son incompletos y no tienen el personal necesario. UNICEF estima que en el país un 23 por ciento de los niños y niñas sufren malnutrición severa o moderada, con índices mucho más altos en las zonas rurales.
Niños y niñas afectados por el Sida
Además Haití tiene el índice más alto de prevalencia de SIDA de la región. Se estima que hay más de 300.000 hombres, mujeres, niños y niñas infectados. Además, aproximadamente 45.000 mueren de enfermedades relacionadas con el SIDA cada año. Cinco mil bebés nacen infectados cada año y por lo menos hay 200.000 niños y niñas huérfanos como consecuencia del SIDA.
El problema de los niños y niñas trabajadores ha crecido. Se calcula que más de 300.000 niños y niñas trabajan en casas. Tres cuartas partes son niñas. Los niños y niñas de la calle son los que trabajan y duermen en las calles del país. Se calcula que en Haití hay entre 10.000 y 12.000 niños y niñas de la calle de los cuales 2000 son de Port-Au-Prince.