Unos 559 millones de niños y niñas ya están expuestos al aumento de la frecuencia de las olas de calor, cifra que alcanzará los 2.020 millones en 2050

El 80% de los niños y niñas en España están actualmente expuestos a olas de calor de alta frecuencia, frente a la media mundial del 24%.

UNICEF urge a aumentar urgentemente la financiación para la adaptación, con objeto de proteger a los niños y a las comunidades vulnerables del agravamiento de las olas de calor y otras perturbaciones climáticas.

Un niño camina por Níger entre una nube de polvo

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LONDRES/NUEVA YORK, 25 de octubre de 2022 – Un total de 559 millones de niños y niñas ya están expuestos al aumento de la frecuencia de las olas de calor*, según una nueva investigación de UNICEF. Además, 624 millones de niños y niñas se enfrentan a uno de los tres indicadores del calor extremo: la larga duración las olas de calor, las olas de calor muy intensas o las temperaturas extremadamente altas.

Durante un año en el que las olas de calor alcanzaron cifras sin precedentes tanto en el hemisferio sur como en el norte, El año más frío del resto de su vida: Proteger a la infancia frente al impacto creciente de las olas de calor pone de manifiesto las repercusiones cada vez mayores que tienen las olas de calor en la infancia y revela que, incluso si se reduce el nivel de calentamiento global, en tan solo tres décadas será inevitable que los niños y niñas de todo el mundo sufran olas de calor con mayor frecuencia.

El informe estima que para 2050, los 2.020 millones de niños del planeta soportarán olas de calor más frecuentes, tanto si para dicha fecha el mundo ha alcanzado un escenario de “bajas emisiones de gases de efecto invernadero”, con un calentamiento estimado de 1,7°C, como si se da un escenario de “emisiones muy elevadas de gases de efecto invernadero”, con un calentamiento de 2,4°C.

Estos resultados –producidos en colaboración con The Data for Children Collaborative y presentados junto a la Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, Vanessa Nakate, y el Movimiento Rise Up, con sede en África– subrayan la necesidad urgente de adaptar los servicios de los que dependen los niños y niñas a medida que se revelan las inevitables consecuencias del calentamiento global. También aboga por ejercer una labor permanente de mitigación para evitar las peores repercusiones de otro tipo de indicadores relacionados con el calentamiento, como las olas de calor más prolongadas y calurosas y el aumento de las temperaturas extremas.

“El termómetro está subiendo y también sus efectos sobre la infancia”, ha señalado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Uno de cada 3 niños y niñas ya viven en países que se enfrentan a temperaturas extremadamente altas, y casi uno de cada 4 está expuesto al aumento de la frecuencia de las olas de calor, una situación que tiene grandes probabilidades de empeorar. En los próximos 30 años, un mayor número de niños se verá afectado por olas de calor más largas, calurosas y frecuentes, que pondrán en peligro su salud y bienestar. El grado de devastación que supongan estos cambios dependerá de las medidas que tomemos ahora. Como mínimo, los gobiernos deben limitar urgentemente el calentamiento global a 1,5°C y duplicar la financiación para la adaptación antes de 2025. Esta es la única manera de salvar la vida y el futuro de los niños, y también el futuro del planeta”.

Las olas de calor son especialmente nocivas para los niños y niñas, ya que estos tienen menos capacidad para regular su temperatura corporal en comparación con los adultos. Cuantas más olas de calor sufran los niños, mayor será la probabilidad de que padezcan problemas de salud como afecciones respiratorias crónicas, asma y enfermedades cardiovasculares. Los bebés y los niños y niñas pequeños son los que corren un mayor riesgo de morir a causa del calor. Las olas de calor también pueden influir en el entorno de los niños, su seguridad, nutrición y acceso al agua, así como su educación y su subsistencia futura.

El informe revela que la larga duración de las olas de calor afecta actualmente a 538 millones de niños y niñas en todo el mundo, es decir, al 23%. Esta cifra aumentará a 1.600 millones de niños en 2050 si el calentamiento es de 1,7°C, y a 1.900 millones de niños si el calentamiento es de 2,4°C, lo que subraya la importancia de adoptar medidas urgentes y drásticas para mitigar las emisiones y adaptarse a ellas con objeto de contener el calentamiento global y proteger vidas.

Millones de niños y niñas más estarán expuestos a olas de calor muy intensas y a temperaturas extremadamente altas en función del grado de calentamiento global que se alcance. Los niños de las regiones del norte, especialmente de Europa, se enfrentarán a los aumentos más drásticos de la intensidad de las olas de calor y, para 2050, casi la mitad de los niños de África y Asia estarán expuestos de manera constante a temperaturas extremadamente altas.

En la actualidad hay 23 países que registran el nivel más elevado de exposición infantil a temperaturas extremadamente altas. Esta cifra aumentará a 33 países en 2050 si se produce un escenario de bajas emisiones y a 36 países si se produce un escenario de muy altas emisiones. Burkina Faso, Chad, Malí, Níger, Sudán, Iraq, Arabia Saudí, India y Pakistán son algunos de los países que probablemente permanecerán en la categoría más alta en el caso de que se produzcan ambos escenarios.

“Las crisis climáticas de 2022 han supuesto una grave advertencia sobre el creciente peligro que se cierne sobre nosotros”, ha indicado Vanessa Nakate, activista del clima y Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF. “Las olas de calor son un claro ejemplo. Por muy caluroso que haya sido este año en casi todos los rincones del mundo, probablemente será el año más frío del resto de nuestras vidas. El termómetro está subiendo en nuestro planeta y, sin embargo, los dirigentes mundiales aún no han empezado a sudar. La única opción es que sigamos ejerciendo presión sobre ellos para corregir el rumbo que llevamos. Los dirigentes mundiales deben poner todo esto en práctica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) para proteger a los niños y niñas de todo el mundo, pero especialmente aquellos que son más vulnerables y que se encuentran en los lugares más afectados. A menos que tomen medidas, y pronto, este informe deja claro que las olas de calor serán aún más graves de lo que ya está previsto que sean”.

Los datos de España

  • En torno al 80% de los niños y niñas en España están actualmente expuestos a olas de calor de alta frecuencia, una cifra significativamente más alta que la media mundial del 24%.
  • Actualmente la larga duración de las olas de calor afecta a menos del 1% de los niños y niñas españoles, pero aumentará drásticamente a un 66% en 2050 en el escenario de bajas emisiones, y a un 92% de niños en el de muy altas emisiones.
  • Pese a que las temperaturas en España baten récords, ningún niño y niña está expuesto a día de hoy a olas de calor severas o a temperaturas extremadamente altas Pero el pronóstico es que dicha situación cambie para 2050 si no se adoptan medidas para reducir las emisiones desde ya, con hasta 1,2 millones de niños y niñas potencialmente expuestos a olas de calor muy severas y 270.000 niños a temperaturas extremadamente altas en el escenario de muy altas emisiones.

Recomendaciones de UNICEF

UNICEF insta a los gobiernos a que tomen las siguientes medidas:

  • PROTEGER a la infancia frente a la devastación climática adaptando los servicios sociales. Todos los países deben adaptar sus servicios sociales más importantes –agua, saneamiento e higiene, salud, educación, nutrición, protección social y protección de la infancia– con el fin de proteger a los niños, niñas y jóvenes. Por ejemplo, se deben reforzar los sistemas alimentarios para que resistan las amenazas y garanticen un acceso continuo a una alimentación saludable. Se debe invertir más en la prevención, la detección y el tratamiento precoces de la desnutrición grave en los niños, las niñas, las madres y las poblaciones vulnerables. En la COP27 se debe otorgar prioridad a la infancia y sus derechos a la hora de tomar decisiones relacionadas con la adaptación.
  • PREPARAR a todos los niños y niñas para que puedan vivir en un mundo con una nueva situación climática. Todos los países deben ofrecer a los niños, las niñas y los jóvenes educación en materia de cambio climático, reducción del riesgo de desastres, formación en competencias ecológicas y oportunidades para participar e influir en la formulación de políticas. La COP27 debe instar a los países a que aprueben el Plan de Acción para el Empoderamiento Climático y a que presten más atención a la educación y el empoderamiento climático de la infancia y lleven a la práctica sus compromisos asumidos anteriormente en relación con el fomento de la capacidad de los jóvenes.
  • PRIORIZAR a la infancia y los jóvenes a la hora de asignar financiación y recursos relacionados con el clima. Los países desarrollados deben cumplir el compromiso que asumieron en la COP26 de duplicar la financiación para la adaptación hasta un importe de al menos 40.000 millones de dólares anuales para 2025, con el fin último de que para 2030 se destinen anualmente a la adaptación 300.000 millones de dólares. La financiación para la adaptación deberá representar la mitad de todos los fondos destinados al cambio climático. La COP27 debe desbloquear el estancamiento político en relación con los daños y perjuicios, y para ello tendrá que centrar los debates sobre las iniciativas y las ayudas en torno a la resiliencia de los niños y sus comunidades.
  • PREVENIR una catástrofe climática reduciendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento global en 1,5°C. Se prevé que las emisiones puedan aumentar en un 14% a lo largo de esta década, lo cual nos situaría en una senda de calentamiento global catastrófico. Todos los gobiernos deben revisar sus planes y políticas nacionales sobre el clima con miras a aumentar tanto sus actuaciones como su ambición de mitigación. Asimismo, deben reducir las emisiones en al menos un 45% para evitar que el calentamiento supere los 1,5°C.

Notas para los editores:

El informe presentado hoy es una continuación de la publicación de UNICEF sobre el Índice de Riesgo Climático de la Infancia, realizada en 2021.

*Definiciones

Olas de calor: cualquier periodo de 3 días o más en el que la temperatura máxima de cada día se encuentre en el 10% superior de la media local de 15 días.

Aumento de la frecuencia de las olas de calor: cuando hay una media de 4,5 o más olas de calor al año.

Larga duración de las olas de calor: cuando la duración media de las olas de calor es de 4,7 días o más

Olas de calor muy intensas: cuando la temperatura media de la ola de calor es de 2°C o más por encima de la media local de 15 días.

Temperaturas extremadamente altas: cuando las temperaturas superan los 35 °C durante un promedio de 84,54 días o más al año.

Escenario 1 para 2050: un “escenario de bajas emisiones de gases de efecto invernadero” con un calentamiento estimado de 1,7°C para 2050. Se trata de un escenario establecido que se utiliza en la modelización del clima y que está definido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático como “SSP1”.

Escenario 2 para 2050: un “escenario de muy altas emisiones de gases de efecto invernadero”, con un calentamiento estimado de 2,4°C para 2050. Este es un escenario establecido que se utiliza en la modelización del clima y que está definido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático como “SSP5”.

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Acerca de UNICEF

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