SECUESTRADOS Y RESCATADOS: LA DIFÍCIL VUELTA A CASA DE 45 NIÑOS UGANDESES

UNICEF insta a las autoridades civiles y militares del país a que aseguren los derechos de 45 niños repatriados que vuelven a Uganda después de haber permanecido secuestrados en Sudán por el ERS

Con demasiada frecuencia los niños secuestrados por grupos guerrilleros son condenados, una vez rescatados, al abandono, la exclusión social y la marginación. En el peor de los casos pueden llegar a sufrir penas de prisión o muerte por su participación forzosa en conflictos de los que son víctimas, no verdugos.

UNICEF quiere evitar que este sea el caso de los 45 niños ugandeses (12 de ellos menores de 8 años) secuestrados por el Ejército de Resistencia del Señor (ERS) y recientemente liberados. Los niños han sido repatriados desde Sudán por iniciativa del Gobierno de Uganda y la Organización Internacional para las Migraciones, en colaboración con UNICEF y varias ONG. Se estima que más de 12.000 niños han sido secuestrados por el ERS en las regiones del norte de Uganda desde junio de 2002, situación que se está recrudeciendo ya que al menos 3.000 de estos niños y niñas han sido capturados después de octubre de 2003.

El drama de los niños soldado

Durante más de una década, el ERS ha librado una guerra de guerrillas desde sus bases situadas en el norte de Uganda y el sur del Sudán, secuestrando a miles de niños y niñas que son arrancados de sus hogares para servir como soldados, porteadores y esclavos sexuales de los combatientes de mayor rango.

Estos niños y niñas se ven obligados a desplazarse a pie hasta campamentos situados al sur de Sudán; pereciendo muchos de ellos por el camino a causa de enfermedades o de hambre. Como parte del rito de iniciación como rebeldes, se les obliga a participar en brutales actos de violencia, y a menudo se les fuerza a matar a otros niños cautivos que han intentado evadirse. Son muy pocos los que consiguen huir. Aquellos que sobreviven se ven forzados a tomar parte en losenfrentamientos contra el ejército de Uganda y el Ejército de Liberación Popular del Sudán.

El secuestro de niños con fines bélicos supone una terrible violación de los derechos de la infancia. Estos niños son separados de sus familias, en ocasiones han visto como sus seres queridos eran asesinados o torturados, y son obligados a soportar tremendas atrocidades. Si sobreviven al terror que supone la permanencia en las guerrillas se encuentran a menudo con que el estigma psicológico, físico y social que acompaña a su situación les impide rehacer sus vidas con normalidad.

“Los migrantes de la noche”

Ante la incapacidad del gobierno para proteger a los niños y niñas de la zona, las familias se han visto obligadas a tomar una medida desesperada. Todas las tardes, cuando se pone el sol, las familias se apresuran hacia las carreteras que llevan a Gulu, Kitgum o Pader, en el norte de Uganda, intentando llegar a las ciudades antes de que anochezca. Son decenas de miles de personas que abandonan sus hogares por la noche para escapar a los ataques de las fuerzas rebeldes y evitar que los miembros del ERS rapten a sus hijos. Todas las noches, las ciudades ofrecen refugio a cerca de 44.000 niños y niñas que huyen del peligro de los rebeldes. UNICEF distribuye tiendas, mantas e instalaciones de saneamiento y trabaja con los organismos locales para tratar de aliviar el sufrimiento.

El papel de UNICEF en la rehabilitación

La reintegración de los niños secuestrados es posible, así como la lucha contra las secuelas traumáticas de las experiencias sufridas. Pero para ello hay que actuar con rapidez, de modo que UNICEF se ha movilizado en la zona para atender diversas tareas prioritarias:

  • Registro
  • Rehabilitación y ayuda psicológica
  • Desarrollo vocacional
  • Reagrupación familiar
  • Reintegración de los niños en sus comunidades

UNICEF proporciona transporte por vía aérea y terrestre para la repatriación y mantiene ocho centros de acogida en los que se atiende a ex-combatientes, así como a niñas retenidas y a los bebés que han tenido durante su cautiverio. Además, en ellos se colabora con una red de asesores voluntarios locales, a los que forma acerca de cómo brindar asesoramiento psicosocial y orientación una vez que los niños y niñas se reúnan con sus familias.Es crucial que se facilite el acceso de los niños y niñas a estos centros, para que puedan recibir las atenciones médicas, psicológicas y educativas que necesitan y para que pueda llevarse a cabo el proceso de reunificación familiar.

"El Gobierno de Uganda tiene la responsabilidad de proteger a estos niños y niñas, y el resto del mundo debe desempeñar su parte. Por el momento, la respuesta de la comunidad internacional ha sido lamentablemente inadecuada", ha dicho Carol Bellamy, Directora Ejecutiva de UNICEF. "Hasta la fecha, los gobiernos se han comprometido a financiar solamente un 20% del llamamiento que las Naciones Unidas realizó este año para lograr 127 millones de dólares en asistencia humanitaria a la región".

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¿Qué es el ERS?

El Ejército de Resistencia del Señor es una guerrilla de ideología religiosa que opera principalmente en el norte de Uganda, desde sus bases en el sur de Sudán. Encuentra respaldo en Sudán y, anteriormente, en Irak. Los rebeldes del ERS afirman luchar por el establecimiento de un gobierno basado en los Diez Mandamientos de la Biblia. Es el grupo sucesor de las Fuerzas de Movilización del Espíritu Santo de los años 80, y su líder es Joseph Kony. (Fuente: Naciones Unidas)