MUJERES, AGUA POTABLE E HIGIENE: LAS CLAVES PARA EL CAMBIO EN ÁFRICA

La falta de agua potable y saneamiento continúa siendo uno de los problemas de salud más urgentes a los que se enfrenta el mundo. Cerca de 1.100 millones de personas aún carecen de agua potable y 2.600 millones no tienen acceso a saneamiento, de acuerdo con el informe «Agua para la Vida», de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud

Para lograr un cambio duradero en África es necesario priorizar a las mujeres, el agua y la higiene. Sin embargo, los planes nacionales de agua y saneamiento continúan dejando a un lado a las mujeres.

Es necesaria más atención y son necesarios más fondos para ayudar a los millones de mujeres y niñas africanas que sufren desproporcionadamente la falta de estos servicios básicos. La Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann Veneman ha recordado en una reunión mantenida recientemente que la disparidad de género en el acceso al agua y los servicios de saneamiento no sólo pone en peligro a las mujeres, sino también a sus hijos y sus comunidades. "El agua no potable, los sistemas de saneamiento inadecuados y unos pobres hábitos de higiene juegan un papel principal en la mortalidad infantil", afirma Veneman. "Acercar los servicios básicos a las mujeres y niñas africanas puede transformar sus vidas e impulsar la supervivencia infantil en la región".

Consecuencias para la infancia

A pesar de los progresos en algunos países, actualmente sólo el 58% de los africanos viven a menos de media hora andando de una fuente de agua potable. Sólo el 36% tiene acceso a una instalación de aseo básica.

Las consecuencias son particualrmente graves para las mujeres y la infancia,condenando a millones de personas a una vida de enfermedad, oportunidades perdidas y práctica esclavitud.

En el África rural, el 19% de las mujeres emplean más de una hora en cada viaje para conseguir agua. Es una obligación extenuante y a menudo peligrosa que les arrebata la oportunidad de trabajar y de aprender. Las mujeres que carecen de servicios de saneamiento se ven obligadas a evacuar al aire libre, lo que pone en peligro su dignidad y su seguridad personal. La educación también pierde: más de la mitad de las niñas que no van a la escuela lo hacen por no disponer de baños separados y de acceso a agua potable.

El agua no potable, los sistemas de saneamiento inadecuados y unos pobres hábitos de higiene juegan un papel principal en la mortalidad infantil en África. La diarrea es la tercera causa de mortalidad infantil, tras la neumonía y el paludismo, causando 701.000 de las 4,4 millones de muertes infantiles en el continente cada año. Además deja a millones de niños y niñas un legado de malnutrición, la causa subyaciente de más de la mitad de todas las muertes infantiles. La carga de cuidar a los familiares enfermos cae inevitablemente sobre mujeres y niñas, manteniéndolas apartadas del desarrollo económico.

Las mujeres, motor del cambio

"Las mujeres pueden ser agentes del cambio si se les da poder y se les permite involucrarse. Al ser las principales víctimas del agua no potable y de la falta de saneamiento, debemos empezar por ellas si queremos liberar a África del ciclo de enfermedad, muerte infantil y baja productividad", afirman Hilde Frafjord Johnson, ministra noruega de Desarrollo Internacional y Maria Mutagamba, ministra de Estado ugandesa del Agua. La Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann Venneman, se une a estas dos mujeres en la iniciativa "Mujeres Líderes para el Agua, el Saneamiento y la Higiene"

Veneman, Johnson and Mutagamba ponen como ejemplo el gran progreso hecho por muchos países pobres como prueba de que los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con el agua y el saneamientose pueden conseguir. Han instado a los líderes de la Cumbre del Milenio a comprometerse en un plan de acción fuerte para los próximos diez años.