LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS SON LA CARA OCULTA DEL SIDA

Los niños y niñas sufren de un modo especialmente dramático la pandemia del SIDA. Sin embargo, han faltado durante años en las estadísticas y en las noticias sobre el SIDA. Además siguen siendo los grandes ausentes en los programas de tratamiento, prevención y protección. Las consecuencias para su presente y su futuro son devastadoras.

Los niños, las niñas y los jóvenes afectados por la enfermedad son la “cara oculta” del SIDA, y no sólo porque están ausentes de las discusiones de política global y nacional sobre VIH/SIDA. Más grave aún: carecen deacceso a los servicios de atención y de prevención más básicos.

A causa del SIDA, millones de niños y niñas han perdido a sus padres, a sus hermanos, su escolarización, atención sanitaria, protección básica y muchos otros pilares fundamentales de la infancia.

Cada minuto
  • Un niño muere por una enfermedad vinculada al SIDA
  • Un niño es infectado con el VIH
  • Cuatro jóvenes de entre 15 y 24 años son infectados con el VIH

Se estima que 15 millones de niños y niñas han perdido al menos a uno de sus padres a causa del SIDA. Hasta ahora, menos del 10 por ciento de los niños y las niñas huérfanos y vulnerables por el SIDA reciben ayuda o servicios públicos. En África Subsahariana, donde el impacto es mayor, los sistemas de apoyo están llegando al límite.

25 años perdidos para la infancia

“Llevamos cerca de 25 años de pandemia, y la ayuda alcanza a menos del 10 por ciento de los niños y las niñas afectados por el VIH/SIDA, dejando a demasiados niños más crecer solos, crecer demasiado rápido o no crecer en absoluto”, declara el Secretario General Kofi Annan.“Simplemente, el SIDA está causando un caos en la infancia.”

“En el pasado cuarto de siglo, el VIH/SIDA se ha cobrado la vida de más de 20 millones de personas y el promedio de expectativa de vida en los países más afectados ha bajado en 30 años,” añade Ann Veneman, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Una generación entera no ha conocido jamás un mundo libre de VIH y SIDA".

Ann M. Veneman, destaca que en algunos de los países más golpeados, particularmente enÁfrica Subsahariana, la pandemia del SIDA está“destruyendo años de progreso en favor de la infancia”.Afirma que medidas concretas para gestionar el impacto del SIDA en la infancia y la juventud serían esenciales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Faltan fondos

Los niños y las niñas deben estar en la primera línea de la lucha contra el SIDA. Según ONUSIDA, en los próximos tres años se necesitarían 55.000 millones de dólares para afrontar la pandemia del SIDA.

Actualmente hay un vacío de fondos de al menos 18.000 millones de dólares para el período de 2005 a 2007. No sólo los fondos para SIDA deben crecer en gran número, sino que también una parte significativa debería destinarse específicamente a los niños y a las niñas afectados por la enfermedad.

UNICEF y ONUSIDA dan la bienvenida al compromiso de un número importante de gobiernos para priorizar el destino de los fondos a los niños y las niñas afectados por la pandemia del VIH/SIDA. “El SIDA continúa separando familias y comunidades, dejando atrás a 15 millones de huérfanos y robando a los países su futuro”, declara el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot. “Si los países deben desarrollarse, debemos poner a los niños primero. Por tanto, los niños deben ser la principal prioridad cuando se trata de la manera en que destinamos y utilizamos recursos”.