Inundaciones Libia: 300.000 niños afectados
Tras el paso de la tormenta Daniel, distribuimos suministros de emergencia esenciales para salvar la vida de miles de niños, niñas y sus familias.
© UNICEF/UNI435002/AFP
14/09/2023
El pasado 10 de septiembre, la tormenta Daniel llegaba a Libia dejando a su paso terribles consecuencias para la población. Los fuertes vientos y lluvias repentinas golpearon varias zonas del país, provocando la muerte de más de 6000 personas y la desaparición de varios centenares más. Se estima que cerca de 300.000 niños y niñas han estado expuestos a la poderosa tormenta Daniel en toda la región oriental de Libia.
Al menos 35.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y están desplazadas internamente en el país, refugiándose en escuelas principalmente mientras otras miles siguen atrapadas en áreas más remotas.
La ciudad portuaria de Derna ha sido declarada zona de desastre por las autoridades después de que se rompieran dos presas, provocando serias inundaciones. Los edificios se derrumbaron y barrios enteros han quedado arrasados. Esta ciudad de unos 90.000 habitantes, ya estaba gravemente afectada por el conflicto y su camino hacia la recuperación retrocede ahora años dada la inmensa devastación.
La tormenta también causó daños significativos a carreteras, puentes y otras infraestructuras e interrumpió las comunicaciones y la electricidad. Los hospitales clave en las zonas afectadas funcionan de manera limitada y los centros de atención primaria de la salud y almacenes médicos están inundados.
Las familias se enfrentan ahora a unas catastróficas inundaciones y deslizamientos de tierra en el noreste de Libia y crece el número de personas que necesita desesperadamente ayuda humanitaria.
Los niños, los más vulnerables
Sabemos por desastres anteriores en todo el mundo que las secuelas de las inundaciones son a menudo más mortíferas para los niños que el propio fenómeno meteorológico extremo. Los niños y niñas se encuentran entre los más vulnerables y corren un alto riesgo de sufrir brotes de enfermedades, falta de agua potable, desnutrición, interrupción del aprendizaje y violencia.
Más allá de los peligros inmediatos de muerte y lesiones, las inundaciones en Libia suponen un grave riesgo para la salud y la seguridad de los niños. Con el suministro de agua potable en peligro, aumentan considerablemente las probabilidades de que se produzcan brotes de diarrea y cólera, así como de deshidratación y desnutrición.
A su vez, los niños que han perdido a sus padres y madres, o quedan separados de sus familias están más expuestos a situaciones de desprotección, como la violencia y la explotación.
UNICEF distribuye suministros de emergencia
© UNICEF/UNI435063/ Hareb
UNICEF ya está en marcha con el envío de suministros vitales para dar una respuesta inmediata a los niños, niñas y familias más afectadas.
"Los niños y niñas de Libia se enfrentan a otra tragedia tras más de una década de conflicto. Nuestra prioridad es intensificar la asistencia para salvar vidas, en particular proporcionando suministros sanitarios y de agua y saneamiento, apoyo psicosocial, localización de familias y prevención de enfermedades transmitidas por el agua. Para evitar una catástrofe, no podemos permitirnos perder tiempo", afirma la representante de UNICEF en Libia, Michele Servadei, que actualmente visita las zonas afectadas por las inundaciones.
Entre las necesidades más urgentes cabe destacar el agua potable, suministros médicos, refugio y apoyo en la búsqueda de familiares. Los servicios de protección de la infancia, incluido el apoyo psicosocial, también son fundamentales para ayudar a los niños, niñas y a los padres a procesar estas experiencias.
En este momento inicial ya entregamos a las familias:
- 1100 kits de higiene.
- 32.000 tabletas de purificación de agua para evitar el consumo de agua contaminada.
- Suministros médicos para unas 10.000 personas.
- Kits de ropa de abrigo para 500 niños y niñas hasta los 16 años.
- Vacunas y ayuda nutricional para los niños y niñas desplazados (en este momento en preparación para su envío).
La prolongada crisis política y el conflicto pasado en Libia han tenido un impacto significativo en los servicios públicos, en particular en los servicios de salud, protección social y educación. Para aquellas personas que ya se encontraban desplazadas y con necesidad de ayuda, este desastre agrava aún más la pérdida y el sufrimiento.
Desde UNICEF trabajamos sin descanso para atender las necesidades más urgentes de los niños y niñas de Libia a pesar de las enormes dificultades para la entrega de la ayuda. ¡No los vamos a dejar solos!
Además, estamos preparados para colaborar con las autoridades en la recuperación y reconstrucción, en particular de las instalaciones de salud, agua y educación.
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