"Estoy feliz de volver a la escuela"

 En el Día Internacional de la Educación recordamos que las escuelas deben ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir. 

Las escuelas: las últimas en cerrar y las primeras en reabrir.

24/01/2022

Letitia toca la campana. Es un día muy especial en Uganda, porque después de casi dos años en los que las escuelas estuvieron cerradas para contener la expansión de la pandemia de COVID-19, ese sonido trae buenas noticias: ¡los niños, niñas y jóvenes vuelven a clase!

Llena de ilusión, Letitia regresa al séptimo curso en la escuela primaria de Bat Valley, a la que ya echaba de menos igual que a sus profesores, de quienes recibía los mejores consejos para la vida. "Estoy feliz de volver a la escuela y continuar con mi aprendizaje. Mientras estuve en casa no podía estudiar porque mi madre no podía pagarlo, el tiempo que mis amigos pasaban estudiando, yo estaba ayudando a mi madre a lavar platos en su restaurante en Kampala", nos cuenta. 

Las escuelas reabren priorizando la seguridad 

En pleno auge de las nuevas variantes, la reapertura de las escuelas se lleva a cabo de forma segura, esto es, estableciendo procedimientos que mantengan el virus a raya. Desde el lavado de manos con agua limpia y jabón antes de acceder a las instalaciones, a la toma de temperatura, además de otras medidas importantes como la desinfección, el uso de mascarillas y el distanciamiento social

Los profesores también participan en estas rutinas, enseñando a los más pequeños la técnica más adecuada. ¡Seguridad para alumnos y maestros! Así, el aprendizaje es más efectivo. 

Desde UNICEF apoyamos esta reapertura segura de las escuelas en Uganda a través de diversas acciones, como orientar a los maestros y directores en la identificación temprana, notificación y gestión de los nuevos casos de COVID-19, el apoyo psicosocial para los niños que vuelven a clase y el suministro de agua, saneamiento y materiales de higiene para el lavado de manos con agua y jabón.

"Sabemos que las medidas de mitigación son efectivas. Con este conocimiento debemos hacer todo lo posible para mantener las escuelas abiertas", dice nuestra directora ejecutiva, Henrietta Fore. Una afirmación que queremos reforzar hoy, en el Día Internacional de la Educación: las escuelas deben ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir.

Reapertura de escuelas en Uganda priorizando la seguridad.

Más de 630 millones de niños afectados por los cierres de escuelas en el mundo

A dos años del inicio de la pandemia, más de 630 millones de niños en edad escolar continúan afectados por el cierre parcial o total de las escuelas en todo el mundo.

Más allá de abordar la pérdida en el aprendizaje, es necesario resaltar también las pérdidas socioemocionales que los cierres pueden ocasionar en los niños. Las escuelas cumplen un papel esencial en el bienestar de los niños y niñas más vulnerables, brindando acceso a muchos otros servicios críticos de los que dependen.

Precisamente, el cierre de escuelas puede arrastrar un deterioro en la salud mental de niños y jóvenes y aumentar la exposición a la violencia, el trabajo infantil o los embarazos precoces. Se estima que 10 millones de niñas más están en riesgo de matrimonio infantil en los próximos años debido al cierre de sus clases.

A su vez, más de 370 millones de niños en todo el mundo no tuvieron acceso a los comedores escolares, perdiendo lo que para algunos era la única fuente de alimentación nutritiva. 

Según los últimos datos, al menos un tercio de los alumnos no pudieron acceder al aprendizaje remoto durante el cierre de las escuelas, lo que significa que unos 463 millones de escolares se quedaron sin acceso a su educación. 

Por todo ello, desde UNICEF pedimos a los gobiernos y demás autoridades, que mantengan las escuelas abiertas. Es una medida fundamental, ya que los riesgos para los niños siguen siendo mayores cuando no asisten a clase que cuando están en la escuela.

Aún en pandemia, conseguimos importantes resultados en educación 

Reapertura de escuelas en Uganda priorizando la seguridad.

El año 2020 será inolvidable para todos, ¡es el año de la pandemia! Pero aún en circunstancias tan adversas, con la inestimable ayuda de nuestros socios y colaboradores pudimos llegar a millones de niños y niñas en todo el mundo con los recursos y medios que necesitaban para continuar con su aprendizaje:

  • 301 millones de niños recibieron educación a distancia, fundamental en tiempos de COVID.
  • 14 millones de niños y adolescentes accedieron a la educación en contextos de emergencias humanitarias.
  • 43 millones de niños y niñas recibieron materiales escolares para continuar con su aprendizaje, entre ellos, 22 millones eran niños en situación de emergencia.
  • 7,7 millones de niños y niñas participaron en programas de desarrollo de habilidades para la vida.
  • Apoyamos a más de 400.000 escuelas de 89 países para que implementaran protocolos de regreso seguro a las aulas.

Esta pandemia se ha convertido en la peor crisis humanitaria para la infancia en los 75 años de nuestra historia. Los países tienen ahora una oportunidad para acelerar el aprendizaje y hacer que las escuelas sean más eficientes, equitativas y resilientes, aprovechando las lecciones aprendidas durante la pandemia.

"2022 no puede ser otro año más de aprendizaje interrumpido. Tiene que ser el año en el que la educación y el interés superior de los niños tengan prioridad", concluye Henrietta Fore.

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