Ayuda a los niños discapacitados afectados por el conflicto en Georgia

UNICEF está atendiendo las necesidades de miles de niños y niñas cuya vulnerabilidad ha aumentado como consecuencia de la situación de crisis por el reciente conflicto en Osetia del Sur. Algunos de estos niños se encontraban ya en una situación difícil antes de que estallara el conflicto. El llamamiento de emergencia de UNICEF continúa abierto, ya que aún hay muchos niños y familias que sufren tras haberlo perdido todo

Durante el reciente conflicto en Osetia del Sury alrededores, el Instituto Senaki quedó brevemente en la primera línea de fuego. En los días iniciales del con  flicto  ,     una bomba destruyó completamente un edificio vecino al Instituto, donde se albergan 105 niños y niñas con discapacidad física y mental que han sido abandonados por sus padres.

Pese a que muchos pobladores de la localidad huyeron, los niños y los docentes de Senaki permanecieron en el establecimiento debido a que en tan corto plazo no encontraron dónde refugiarse. Si los niños y niñas son los miembros más vulnerables de la sociedad durante los conflictos armados, los niños y niñas condiscapacidad son sin duda los más vulnerables entre los vulnerables.

Días después del bombardeo, mientras en los alrededores del Instituto Senaki, que se encuentra cerca de una base militar, aún se combatía, un helicóptero armado con cohetes sobrevoló de manera amenazadora el establecimiento, quizá debido a sospechas de que en el mismo había soldados enemigos escondidos.

Experiencias traumáticas

Según Tina Akhaliaa, Subdirectora del Instituto Senaki, lo que probablemente evitó la destrucción del establecimiento fue la curiosidad de algunos de sus alumnos y alumnas. Mientras los demás niños eran presa del terror, algunos que no tenían conciencia del peligro, se asomaron a una ventana para mirar el helicóptero y, al ver al piloto, lo saludaron agitando los brazos. Poco después, la nave se alejó del lugar.

Ese episodio aterrador es sólo un ejemplo de las tensas experiencias que han tenido los niños y niñas del Instituto Senaki. Además de serenar a los niños asustados, el personal administrativo y docente -algunos de cuyos integrantes vivieron en el establecimiento durante todo el tiempo que duraron los combates- también confrontó otras situaciones críticas, como el ataque de epilepsia que sufrió uno de los niños, la operación quirúrgica que requirió otro alumno súbitamente aquejado de apendicitis y la destrucción de los cristales de muchas ventanas del edificio debido al estallido de una bomba en las inmediaciones.

Cuando UNICEF entregó materiales deportivos y elementos escolares al Instituto Senaki, el personal del mismo manifestó su felicidad y explicó que los materiales recibidos eran muy valiosos porque ayudarían a que los niños se distrajeran y dejaran de pensar en sus aterradoras experiencias recientes.

Cómo prestar ayuda a los niños que la necesitan

El personal de la escuela también se mostró agradecido por todo lo que UNICEF ha suministrado al Instituto en el pasado. Poco antes de que se desatara la guerra, UNICEF organizó un curso de capacitación de tres días de duración en el que el personal de Senaki aprendió a detectar y tratar el estrés y los traumas de los niños y niñas.

"Ese curso de capacitación no se refirió a la manera de ayudar a los niños y niñas afectados por la guerra en especial, sino que nos enseñó a buscar maneras de prestar asistencia a los niños que necesitan ayuda individual", explica Tea Simonia, jefa del personal a cargo del cuidado de los niños del Instituto. "Pero resultó muy oportuno que recibiéramos esa capacitación poco antes de la guerra".

Aprovechando las bases con las que ya cuenta el personal del Instituto Senaki, UNICEF le brindará este mes un curso de capacitación avanzada sobre apoyo psicosocial.

La reconstrucción de las instalaciones

El apoyo de UNICEF a los niños vulnerables del Instituto Senaki no se limitó a la entrega de suministros y a la capacitación del personal. El Instituto, que fue creado durante la era soviética para albergar a niños y niñas discapacitados rechazados por sus familias, ha decaído notablemente durante los últimos años.

A principios de este año, UNICEF y el Comité Nacional pro UNICEF de Alemania recaudaron cientos de miles de euros para la restauración y el mantenimiento del Instituto. Las labores de construcción, cuyo inicio fue interrumpido por la guerra, están a punto de ponerse en marcha. Los trabajos de reconstrucción abarcarán inicialmente dos de los cinco pabellones del instituto, donde se harán mejoras a las aulas y las habitaciones de los niños y niñas.

"Algunos de los niños todavía preguntan cuándo terminará la guerra, pero creemos que la ayuda que recibimos y los cambios que verán en el Instituto harán posible que superen el trauma que han sufrido", dijo la Sra. Akhaliaa.