ARTE INFANTIL PARA SUPERAR EL TRAUMA

Niños y niñas de Maldivas y Tailandia nos muestran con dibujos y fotografías su visión sobre el tsunami que cambió sus vidas

La isla de Gemendhoo prácticamente ha desaparecido del mapa y no ha quedado ninguna edificación en pie. Los niños y niñas que vivían allí han sido acogidos en islas vecinas e intentan recuperarse de la tragedia. Es un proceso largo, pero que se ve favorecido si se permite a los niños y niñas expresar sus emociones sobre lo sucedido. La pintura es uno de los mejores modos de hacerlo.

La exposición "Las Maldivas tras la Gran Ola: el tsunami a través de los ojos de los niños y niñas y cómo esta ayudando UNICEF", recorre Europa, Japón y Corea mostrando dibujos de niñas y niños de las islas. El 26 de marzo ha sido inaugurada en Praga.

Giacomo Pirozzi, que ha estado dando cobertura fotográfica de latragedia opina que el arte "es una manera ideal de retratar a través de los ojos de la infanvia el vivo sentimiento de horror y la enorme magnitud de lo que ha ocurrido"

A simple vista, los dibujos aparentan reflejar poco más que los típicos paisajes de cielo y mar de Maldivas, pero en seguida se hace evidente que los niños y niñas han sido testigos de cada uno de los más dramáticos detalles del desastre, y así nos lo muestran.

El arte como terapia

La terapia artística comenzó inmediatamente tras el desastre. Los profesores y profesoras locales recibieron un curso para trabajarefectivamente con la recuperación del estrés y el trauma. Los materiales han sido proporcionados por UNICEF y el programa ha sido supervisado por la Unidad de Apoyo Psicosocial del grupo de crisis del Gobierno de Maldivas.

"El mar que me aterrorizó"

Otro ejemplo sobre la capacidad de la infancia para expresar su horror a través del arte es "El mar que me aterrorizó", una selección de fotografías realizadas por niños y niñas tailandeses. Con edades entre los 9 y los 16 años, viven en dos de los distritos más afectados por el tsunami, en las provincias de Phang-Nga y Phuket.

UNICEF distribuyó cámaras en algunas escuelas para promover la participación infantil y para que se considerase su punto de vista respecto a la tragedia. Cerca de 600.000 niños y niñas, tanto tailandeses como turistas, han resultado afectados por el desastre.