Brindar seguridad en la incertidumbre
Esta vez, Pepa Horno y su equipo nos dan unas pautas para ayudar a los niños, niñas y adolescentes que tenemos bajo nuestro cuidado a atravesar este confinamiento al que nos hemos visto forzados. A través de sus palabras, aprendemos a estar atentos a:
- 1. El afecto. La afectividad entendida como una obligación profesional en el trabajo con niños y niñas. Y es que la afectividad es la base de la seguridad. Reforcemos en estos días las demostraciones de afecto.
- 2. La confianza. Seamos confiables, no mintamos ni ocultemos información. Los chicos notan nuestro estado emocional, y si le ponemos palabras, ellos podrán entenderlo.
- 3. La flexibilidad. Las rutinas son importantes, pero lo son en la medida en que contribuyen a un orden tranquilo y esperable. Que los objetivos marcados en nuestro trabajo no nos lleven a la rigidez, generadora de conflictos.
- 4. La soledad. Ojo con ella. Acerquémonos unos a otros más que nunca, riamos y también lloremos, pero juntos. Cuidemos nuestra red afectiva, y facilitemos que los chicos también mantengan la suya.
- 5. La ayuda. Busquemos maneras de que los chicos y chicas puedan ayudar. Sentirnos útiles ayuda a trascender el confinamiento y a vencer la sensación de vacío e impotencia.
- 6. La esperanza. Enganchémonos a ella, y construyamos juntos un puente de deseos, de cosas que haremos cuando todo esto acabe.
