¿Con qué sueñan los niños y niñas de Etiopía afectados por el conflicto?
Tres niños de Afar, Amhara y Tigray, en el norte de Etiopía, comparten sus esperanzas de paz y de un futuro mejor.
16/11/2021
Un año después del estallido del conflicto en Tigray, en noviembre de 2020, que posteriormente se expandió a las regiones vecinas de Afar y Amhara, en el norte de Etiopía, miles de escuelas han quedado dañadas o destruidas, y muchas otras se están utilizando para albergar a desplazados internos, lo cual priva a los niños y niñas de la zona de la posibilidad de continuar con su educación.
Se estima que cerca de 3 millones de niños y niñas, en las regiones de Tigray, Afar y Amhara, han perdido la oportunidad de avanzar en su aprendizaje.
Para que se produzca una reapertura segura de las escuelas y que los niños y las niñas puedan volver a las aulas este mismo año, es necesario el suministro de estructuras de uso temporal (como tiendas de campaña) y la identificación de refugios alternativos en los que poder reubicar a todos los desplazados internos.
Asya: "la paz para mí es ir a la escuela, estar con amigos y jugar"
Asya Ahmed tiene 11 años. Vive en la ciudad de Chifra, en la región de Afar, donde está desplazada debido al conflicto.
"Cuando escuché los disparos, me asusté mucho", dice Asya. "La gente del barrio huía... caminamos hasta un lugar llamado Askuma. Luego pasamos un día allí y al día siguiente, llegamos a Chifra".
Asya y su familia pudieron alquilar un sitio pequeño donde quedarse en la ciudad, pero ella echa de menos estar con sus mejores amigas con las que jugaba a la rayuela.
Aún no saben cuándo volverán a casa. A Asya le preocupa su educación, saber si finalmente se matriculará o no en la escuela, para el nuevo año académico. Si todo estuviera bien, cursaría 4º grado. Aunque el conflicto lo cambió todo. "No quiero perder mi educación. Quiero volver a la escuela". De mayor le gustaría ser doctora para tratar a personas enfermas.
Temesgen Haile: "cuando pienso en mis días en la escuela, es como un sueño"
En la región de Tigray, este brillante niño de 11 años sonríe cuando habla de cómo la Universidad de Mekelle le había prometido su ayuda, para impulsar un modelo de avión que él diseñó junto a sus compañeros de ciencias en la escuela. Le encantaría ser científico.
Se llama Temesgen Haile y cuenta que cuando recuerda sus días en clase, le parece todo un sueño.
En este momento, su situación es también extremadamente vulnerable; su casa es un aula llena de colchones que sustituyen a las mesas y sillas, en la escuela secundaria Hawelti, en Mekelle. Dice sentirse seguro allí, considera que "todas las personas que viven aquí son mis padres. Me están cuidando".
Meseret Tekuar: "pienso en mi madre... me preocupa mucho"
En la región de Amhara, Meseret Tekuar, de 16 años, tuvo que abandonar su ciudad al iniciar el conflicto junto a sus dos hermanos menores, dejando atrás a su madre. Fueron a Dessie a buscar refugio, y ahora viven en una escuela con muchos otros niños que, como ellos, se han tenido que separar de sus padres.
"Cuando comenzó el conflicto, las balas caían como lluvia en nuestra casa. En el barrio mataron a alguien. Estábamos con nuestros abuelos y huimos por seguridad", cuenta Meseret.
"Pienso en mi madre. Escuchamos muchos rumores de que matan a la gente allí [Kobo]. Eso me preocupa mucho", dice.
Meseret asistía a la escuela, estaba en 7º grado, pero no está segura de si podrá continuar con sus estudios en Dessie o en otro lugar. Aunque no sabe dónde están sus amigos de la infancia, Meseret hace nuevos amigos, otros niños y niñas que han vivido circunstancias similares a las suyas.
"La paz para mí es estar con la familia, los amigos y las personas que conoces. Paz significa ir a la escuela y pasar tiempo con los maestros y amigos", dice Meseret.
UNICEF en marcha para proteger a la infancia en el norte de Etiopía
Entre enero y julio de 2021, pudimos llegar a más de 64.600 niños y niñas en las regiones de Tigray, Afar y Amhara a través del programa de educación y protección integral de la infancia, que proporciona servicios fundamentales de atención a la salud, educación primaria y cuidado de los niños y niñas en su desarrollo psicosocial.
Además, enviamos equipamiento escolar para escuelas afectadas por emergencias en la región de Amhara, en septiembre de 2021, y 4.000 radios solares a Afar, para proporcionar educación a distancia a 16.000 niños afectados por el conflicto.
Sabemos por nuestra enorme experiencia en el trabajo en distintas emergencias en todo el mundo que, para los niños en estas situaciones, la educación es algo más que el derecho a aprender.
Las escuelas protegen a los niños y niñas de los peligros a los que les exponen las emergencias, como la explotación, el abuso y el reclutamiento por parte de grupos armados. A su vez, proporcionan a los niños alimentos, agua, atención médica y suministros de higiene que salvan vidas. Y, sobre todo, ofrecen apoyo psicosocial, dando a los niños estabilidad y cierta sensación de normalidad para ayudarlos a sobrellevar el trauma que experimentan en ese momento.
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