¿Cómo responde UNICEF a una emergencia como la de Haití? 

Un mes después del terremoto analizamos la situación y la respuesta humanitaria en el país más pobre de América. Las primeras 48 horas son clave en una emergencia.

17/09/2021

Cuando uno se prepara para llegar a Les Cayes, una de las zonas más afectadas por el terremoto al sur de Haití, no sabe a qué atenerse. Pero sí qué imaginarse. El trayecto del aeropuerto a la oficina de UNICEF es suficiente para confirmar la tragedia. Puestos de fruta destruidos, carreteras agrietadas, casas, colegios y hospitales hechos pedazos…pintan el panorama. 

Una ciudad cuasi fantasma, pero que sigue respirando. La fruta se sigue vendiendo en la calle principal mientras los coches de las funerarias llevan a los fallecidos al cementerio. Los vendedores de chatarra acumulan los restos de las viviendas para venderlos en el mercado. El tráfico es el de siempre, pero con vehículos humanitarios recorriendo la vía y helicópteros sobrevolando el cielo. Todo es raro. 

Llegamos a la oficina de UNICEF y tras el briefing de seguridad, tocan las reuniones con los compañeros de los programas. En estos encuentros, uno no sólo conoce a compañeros entregados a su labor, sino también a padres y madres cuyas casas también han sido demolidas. Compañeros con ojeras que llevan días durmiendo al aire libre por miedo a que las réplicas derriben los muros sobre ellos o sus familias. ‘La cosa está fea Juan. Estamos agotados, el terremoto ha sido brutal, pero no pensamos en el cansancio’ me cuenta Jean Stenio, el jefe de la oficina de UNICEF en Les Cayes. 

En menos de 24 horas tras el seísmo, un camión de UNICEF que transporta kits médicos de emergencia a los hospitales que contenían suficientes medicamentos y suministros esenciales para atender a 30.000 personas afectadas por el terremoto. 

Estos suministros se necesitan desesperadamente en hospitales cada vez más sobrecargados, donde algunos trabajadores de la salud han estado durmiendo en el hospital para ayudar con la afluencia de pacientes. Los niños y sus familias que necesitan atención urgente continúan llegando de las zonas rurales donde los centros de salud han sido destruidos. 

Llevar la ayuda humanitaria en Haití no es tarea fácil.

Hacer llegar la ayuda humanitaria a las comunidades afectadas no es tarea fácil. Para transportar los suministros médicos desde la capital Puerto Príncipe hasta Les Cayes, hay que negociar un corredor humanitario con las bandas criminales que controlan la carretera de salida. La carretera no permite superar los 40 kilómetros por hora debido a las grietas y las rocas caídas tras el seísmo. Y las lluvias de la tormenta tropical Grace complican el acceso a los pueblos remotos. 

Para reforzar el sistema de salud, UNICEF planea apoyar la rehabilitación de 30 hospitales y centros de atención primaria dañados y fortalecer la capacidad del personal de salud en la prevención y control de infecciones.

Más de 700 escuelas han sido parcial o totalmente destrozadas. Los equipos de educación de UNICEF en Haití, con la ayuda de sus socios en el terreno, realizan evaluaciones a contrarreloj para tener datos actualizados que son cruciales en los primeros días. Los estudiantes se preparaban para una vuelta al cole cuando el terremoto arrasó sus colegios. Ahora UNICEF se prepara para levantar escuelas temporales para garantizar el acceso a educación de más de 100.000 niños durante los próximos meses. 

Las difíciles condiciones en el suroeste de Haití, donde más de medio millón de niños carecen de acceso a agua potable e instalaciones de higiene, están aumentando rápidamente la amenaza de infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, cólera y malaria.
Los equipos de UNICEF en el terreno realizan distribuciones semanales de víveres y kits de higiene con el Programa Mundial de Alimentos en las comunidades más afectadas. 

Tras varios días buscando supervivientes entre los escombros, el proceso de trauma da pie a la asimilación y aceptación de la realidad. Y ésta es la fase más sensible para un niño. Cuando no hay patios para jugar, un hogar dónde dormir, o un colegio al que ir a estudiar, el futuro se tinta desolador. Por ello, los compañeros de UNICEF de Protección de la Infancia trabajan con una ONG local para aportar apoyo psicológico a los niños que lo han perdido todo

UNICEF establece escuelas temporales en Haití.

“Los niños afectados por el terremoto están muy expuestos al trastorno de estrés postraumático que puede afectar su estado cognitivo. Esto puede traducirse en depresión, tristeza, disminución de la actividad, menor rendimiento escolar y desarrollar una obsesión sobre el evento desastroso. Su salud mental es una prioridad para nosotros ”, dice Jean Stenio, jefe de la oficina de UNICEF en Les Cayes.

UNICEF está estableciendo mecanismos confidenciales, incluida una línea directa, para garantizar que más de 1,5 millones de niños y mujeres accedan a canales seguros para denunciar la explotación y el abuso sexuales y reciban servicios de apoyo especializados en los próximos 6 meses.

El seísmo dejó más de 2.000 muertes, más de 12.000 heridos y más de 540.000 niños afectados y que necesitan ayuda urgente. Ya ha pasado un mes desde que la vida de miles de familias en Haití volviera a empezar desde cero. Como si todo lo construido en el pasado, hubiese desaparecido. Los relevos llegan a Les Cayes. Y el agotamiento hace mella en los compañeros. Por ellos, y por los niños, no podemos olvidarnos de Haití

Más información sobre la emergencia de Haití aquí.

*Fotos de Juan Haro

Juan Haro 

Especialista de Comunicación de UNICEF

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