Malí: el conflicto interrumpe el acceso a la educación de 700.000 niños

La crisis en Malí ha interrumpido el acceso a la educación de unos 700.000 niños, y todavía hay 200.000 que no pueden ir a la escuela tanto en el norte como en el sur del país, según UNICEF y las autoridades educativas de Malí.

Desde enero de 2012, 115 escuelas del norte han cerrado, han sido destruidas o saqueadas e incluso algunas han sido contaminadas con municiones sin estallar. Muchos maestros no han podido regresar al norte, y las ya masificadas escuelas del sur no pueden hacer frente a la llegada masiva de estudiantes desplazados desde el norte. "En Malí, el conflicto armado ha afectado a la educación de cientos de miles de niños, violando su derecho a la educación", ha dicho el Ministro de Educación, Moussa Bocar Diarra. "Para dar nuevas esperanzas a las personas afectadas por la crisis, se deben construir o rehabilitar cientos de escuelas, que tienen que ser equipadas con comedores escolares". "Miles de profesores necesitarán formación. Necesitan materiales y libros de texto, como los relacionados con la cultura de paz y la tolerancia. Con un fuerte apoyo nacional e internacional podremos hacer frente a estos desafíos", agregó. En el norte, sólo una de cada tres escuelas está abierta. En Kidal, todas las escuelas están cerradas, mientras que en Tombuctú el 5% ha vuelto a abrir. En Gao, sólo el 28% de los maestros han vuelto al trabajo.

"El director nos dijo que nos fuéramos a casa"

"Estando en la escuela, escuché disparos", dijo Amadou, de 12 años, que tuvo que huir de Douentza, en la región de Mopti,  a Sévaré, donde ahora va a la escuela."El director nos dijo que nos fuéramos a casa", señaló. "Incluso estando en casa, oía disparos. Durante dos semanas no fui a la escuela. Me olvidé de un montón de cosas, porque estaba alterado. Los disparos que oía en Douentza me daban mucho miedo. Pero ya he olvidado todo eso y empiezo a vivir como antes." Desde diciembre de 2012, UNICEF ha formado a 1.190 maestros de Malí para que puedan proporcionar apoyo psicosocial y advertir a los niños sobre el peligro de las minas. Más de 16.000 niños afectados por el conflicto han recibido materiales educativos en todo el país. "Cuando un maestro tiene miedo de enseñar y cuando un estudiante tiene miedo de ir a la escuela, la educación en su conjunto está en riesgo", ha dicho Françoise Ackermans, Representante de UNICEF en Malí. Con el apoyo técnico y financiero de UNICEF, las autoridades educativas y los aliados han acordado acelerar el regreso de los niños a la escuela, especialmente en el norte. "Tenemos que salvar el año escolar de nuestros niños, especialmente de nuestras niñas", dijo el presidente del Comité de Crisis de Tombuctú. Todos los aliados relacionados con el sector de la educación en Malí hicieron en noviembre de 2012 un llamamiento de fondos de 18,8 millones de dólares (14,28 millones de euros). Hasta la fecha no se han recibido fondos.