La lucha contra la desnutrición en Etiopía

En Fedis, un distrito del centro-este de Etiopía que sufre los efectos de la sequía, se encuentra el centro de salud de Belina Arba. Genete Mohammed llevó allí a su bebé Imán, de 18 meses, para que recibiera tratamiento en el programa ambulatorio de alimentación terapéutica.

"Imán tenía el cuerpo hinchado, especialmente el rostro", afirma Mohammed. "La primera vez que la vimos, Imán apenas pesaba 5,5 kilos. Para que podamos darle el alta debe alcanzar los 6,3 kilos. Hoy, después de tres semanas de tratamiento, Imán pesa seis kilos. Además, ha desaparecido la inflamación del edema y es evidente que está mejorando", explica satisfecha Lemlem Worku, agente de divulgación sanitaria del centro de salud.

Worku aconseja a la madre sobre la forma correcta de lavarse las manos. Después, se aleja con ella e Imán hasta un rincón apartado y le entrega un sobre de alimento terapéutico listo para usar, con el que harán una prueba de apetito al bebé. Imán lo toma sin problemas. A continuación, Mohammed recibe raciones de alimento para una semana y un frasco de antibiótico para combatir posibles infecciones. Finalmente, madre e hija regresan a su hogar, que se encuentra a corta distancia del centro de salud de la aldea.
 
Worku comienza las sesiones de este programa con undebate sobre nutrición y prestaasesoramiento a las madres sobre los tipos de alimentos disponibles en la región que pueden emplear para alimentar a sus hijos. Posteriormente, llama una por una a las madres para que se acerquen hasta su mesa con sus hijos para medirles la circunferencia del brazo y comprobar si tienen edemas en ambas piernas, dos indicadores fiables del estado de nutrición. A continuación, Worku mide la estatura de cada niño y anota los resultados en su ficha individual.
 
Gracias a este programa, las familias de los niños que padecen desnutrición no tienen que alejarse mucho de sus hogares para que sus hijos reciban la ayuda que les ofrecen los agentes de salud de sus comunidades. En la mayoría de los casos, los niños pueden recibir tratamiento en sus hogares siempre y cuando no sufran complicaciones, como fiebre o diarrea. Así, sus progenitores pueden seguir trabajando en el campo sin tener que abandonar la atención de sus hijos.
LOGROS EN PELIGRO

La acción de UNICEF ha hecho posible que Etiopía, que en 2004 carecía prácticamente de capacidad para tratar la desnutrición grave aguda en los distritos afectados por la sequía y la inseguridad alimentaria como Fedis, cuente hoy con 8.800 puestos similares al de Belina Arba.

UNICEF también ha colaborado con el Ministerio y las Oficinas Regionales de Salud en la capacitación de los agentes de divulgación sanitaria como Lemlem Worku en materia de alimentación terapéutica de pacientes ambulatorios. UNICEFtambién suministra alimentos terapéuticos listos para usar, medicamentos y otros elementos imprescindibles para la ejecución del programa, como las básculas y las cintas de medición de la circunferencia del brazo.
 
Las tasas de supervivencia habían mejorado sensiblemente durante los últimos años en Etiopía, debido en gran parte a los avances logrados en materia de alimentación infantil. En 1990, la proporción de niños que fallecían antes de cumplir los cinco años superaba el 20%. En más del 50% de los casos fatales, la desnutrición era uno de los factores determinantes.Para 2010, la tasa se había reducido a la mitad.
 
Sin embargo, la situación de emergencia creada por la sequía está poniendo en serio peligro los progresos conseguidos en supervivencia infantil. En los distritos etíopes afectados, como el de Fedis, ha sido necesario ofrecer tratamiento urgente a unos 312.740 niños gravemente desnutridos cuyas vidas corrían peligro.