Invertir en los adolescentes puede romper el ciclo de pobreza y disparidad

Invirtiendo en los 1.200 millones de adolescentes de 10 a 19 años de edad que hay en el mundo es posible romper el arraigado ciclo de pobreza y disparidad, según recoge UNICEF en su informe sobre El Estado Mundial de la Infancia 2011, que se ha publicado bajo el título 'La adolescencia: una época de oportunidad'.

NUEVA YORK - Las inversiones realizadas en el bienestar y el desarrollo de los niños y niñas menores de 10 años durante las dos décadas pasadas han logrado avances enormes en beneficio de la infancia. La reducción en un 33% de la tasa mundial de mortalidad de menores de cinco años demuestra que se salva un número cada vez mayor de vidas jóvenes. Además, en la mayoría de las regiones del mundo la asistencia de las niñas a la enseñanza Primaria está casi a la par de la de los varones y millones de niños disfrutan de mayor acceso al agua potable y a servicios médicos vitales, como las campañas de vacunación.

Sin embargo, los avances logrados en ciertos aspectos que afectan profundamente a los adolescentes han sido menores. Más de 70 millones de jóvenes en edad de cursar los primeros años de Secundaria no asisten a clase y las niñas aún no alcanzan a los chicos en acceso a Secundaria. Si los adolescentes no reciben educación no pueden adquirir los conocimientos y las aptitudes que necesitan para eludir los peligros de explotación, abuso y violencia a los que están expuestos, especialmente en la segunda década de sus vidas. En Brasil, por ejemplo, entre 1998 y 2008 se salvaron las vidas de 26.000 niños menores de un año, lo que determinó una notable reducción de la mortalidad infantil. Pero en ese mismo decenio fueron asesinados 81.000 adolescentes brasileños de entre 15 y 19 años.

“La adolescencia es un período crucial en el que tenemos la posibilidad de consolidar los avances que hayamos logrado en la primera infancia, pero también es una época en la que se corre peligro de perder todo el terreno conquistado”, afirmó Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF, Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. “A partir de ahora, debemos dedicar más atención a los adolescentes, y en especial a las niñas adolescentes, invirtiendo en su educación y su salud y adoptando otras medidas que les permitan incorporarse en el proceso de mejorar
sus propias vidas”.

La adolescencia es una etapa de importancia capital, ya que es durante la segunda década de la existencia cuando las desigualdades y la pobreza se manifiestan de manera más descarnada. Los adolescentes que viven en situación de pobreza o marginalidad tienen menos probabilidades de pasar de educación Primaria a Secundaria y corren mayor peligro de ser objeto de explotación, abuso y violencia, especialmente las niñas. Este es el caso de quienes son explotadas como empleadas domésticas o que contraen matrimonio cuando aún son demasiado jóvenes. En el mundo en desarrollo, con la excepción de China, las adolescentes más pobres tienen unas tres veces más probabilidades de contraer matrimonio antes de cumplir 18 años que las niñas de su misma edad del quintil más rico de la población. Las que contraen matrimonio cuando aún son demasiado jóvenes corren mayor peligro de quedar atrapadas en el ciclo de la maternidad prematura y las
altas tasas de mortalidad materna y de desnutrición infantil. Como promedio, las niñas también son víctimas con más frecuencia que los niños de la violencia sexual y doméstica, así como más susceptibles a contraer el VIH.

La abrumadora mayoría de los adolescentes del mundo (el 88%) vive en países en desarrollo. Muchos de ellos confrontan una serie de desafíos sin precedentes. Aunque en términos generales los adolescentes del mundo son hoy más saludables que en el pasado, aún están amenazados por muchos factores, como las lesiones y heridas producidas por accidentes, los desórdenes alimentarios, el uso indebido de sustancias químicas y drogas y los problemas de salud mental. Se calcula que uno de cada cinco adolescentes padece algún problema de salud mental o de comportamiento.

En un mundo donde en 2009 había unos 81 millones de jóvenes desempleados, la falta de trabajo sigue siendo motivo de preocupación en casi todos los países. Un mercado laboral cada vez más especializado demanda conocimientos y aptitudes con los que muchos jóvenes no cuentan. Así, no sólo se derrocha el talento de los jóvenes sino que las comunidades donde viven pierden valiosas oportunidades. En muchos países, la numerosa población adolescente constituye una riqueza demográfica que se suele pasar por alto. Invirtiendo en la educación y la capacitación de los adolescentes, esos países pueden generar una fuerza laboral nutrida y productiva que contribuirá de manera significativa al crecimiento de sus respectivas economías.

Los adolescentes confrontan un gran número de desafíos mundiales tanto presentes como futuros. Entre ellos, la actual inestabilidad económica, el cambio climático y la degradación ambiental, el vertiginoso proceso de urbanización y migración, el envejecimiento de algunas sociedades, el aumento constante del costo de la atención de la salud, y las crisis humanitarias cada vez más numerosas y profundas.

A fin de formar a los adolescentes para que puedan superar esos desafíos, es necesario realizar inversiones en las siguientes esferas principales:

  • La mejora de los mecanismos de obtención de datos, a fin de lograr una mejor comprensión de la situación de los adolescentes y avanzar hacia la vigencia de sus derechos.
  • La educación y capacitación de los adolescentes, para que cuenten con los medios necesarios para superar la pobreza y hacer aportaciones valiosas a las economías de sus países.
  • Los mecanismos que brinden a los jóvenes más oportunidades de participar y manifestar sus opiniones. Por ejemplo, asistiendo a congresos y foros juveniles, y participando en otras actividades que les permitan hacer oír sus voces.
  • El fomento de leyes, políticas y programas que protejan los derechos de los adolescentes y que les potencien para que puedan superar las barreras que les impiden el acceso a los servicios esenciales.
  • La profundización de la lucha contra la pobreza y la desigualdad mediante programas que tengan en cuenta las necesidades de los niños, a fin de prevenir que los adolescentes tengan que iniciar una vida de adultos de manera prematura.


“Millones de jóvenes en todo el mundo esperan que hagamos más por ellos”, subrayó el Director Ejecutivo de UNICEF. “Si les facilitamos las herramientas que necesitan para mejorar sus vidas posibilitaremos la aparición de una generación de ciudadanos económicamente independientes que participen activamente en la vida cívica y que colaboren de manera positiva con sus comunidades”.

Nota para los medios

En el marco de su preocupación por comunicarse con los adolescentes de todo el mundo, UNICEF restableció hoy La Juventud Opina, un sitio Web de y para los jóvenes. Se trata de una plataforma impulsada por jóvenes que les permite aprender, participar en discusiones y debates y pasar a la acción con respecto a las cuestiones que afectan sus vidas. Para obtener más información sobre La Juventud Opina, consulte la web http://www.voicesofyouth.org

UNICEF España también ha puesto en marcha un sitio Web en el que niños y jóvenes hablan de sus inquietudes y sus derechos. Este Parlamento Infantil on line tiene como objetivo promover las opiniones y propuestas de los escolares respecto a las políticas municipales ante la próxima celebración de elecciones locales y autonómicas. Más información en: www.ciudadesamigas.org

Nota para las cadenas de radio y televisión

En www.thenewsmarket.com/unicef pueden obtener, de manera gratuita, material de vídeo con calidad de emisión.

Acerca de UNICEF

UNICEF trabaja en el terreno en más de 150 países y territorios para tratar de garantizar a los niños y las niñas el derecho a sobrevivir y a desarrollarse desde la primera infancia hasta la adolescencia. UNICEF, que es el mayor proveedor de vacunas para los países en desarrollo, trabaja para mejorar la salud y la nutrición de la infancia; el abastecimiento de agua y saneamiento de calidad; la educación básica de calidad para todos los niños y niñas y la protección de los niños y las niñas contra la violencia, la explotación y el VIH/SIDA. UNICEF está financiado en su totalidad por las contribuciones voluntarias de individuos, empresas, fundaciones y gobiernos.

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