Filipinas: la Navidad en los centros de evacuación

La ciudad de Iligan ha sido una de las más afectadas por las inundaciones producidas tras el paso de la tormenta tropical Washi en el sur de Filipinas. La celebración de la Navidad y de las fiestas de fin de año es algo que no está en la mente de los habitantes de la zona que han logrado sobrevivir al desastre.   

“Hemos perdido todo”

Anita Tingas, de 30 años y madre de cuatro hijos, se encuentra en el Centro de evacuación de la ciudad de Iligan, y habla del horror vivido tras las inundaciones.

Su casa fue arrastrada por la corriente y ella y sus hijos, todos menores de 8 años, consiguieron salvarse subiendo al tejado de la casa dos pisos de su vecino, desde donde pudieron ser rescatados.

“Lo perdimos todo”, dice, “todas nuestras pertenencias, electrodomésticos, ropas, los materiales y libros de la escuela de los niños. No tenemos ningún lugar al que llamar casa. No sabemos qué hacer”

La mayoría de las poblaciones afectadas se han quedado sin suministro de agua. Muchos de los centros de evacuación carecen de agua, luz e instalaciones sanitarias adecuadas, lo cual expone a los niños a las enfermedades que se transmiten por el agua.

La Navidad en el Centro de evacuación

A pesar de la angustia y la destrucción, algunos de los niños del Centro de evacuación de Santa Filomena en Iligan han podido jugar y hacer amistades. Entre ellos se encuentra Aileen de 15 años, Eliza de 10 y Vicristian de 11 años.

Vicristian sobrevivió subiendo a un árbol de mango, donde permaneció alrededor de unas siete horas antes de ser rescatada. Después de la tormenta, Aileen pudo volver a su casa, pero al llegar  descubrió que la mayor parte de ella había desaparecido.

Vicristian y Eliza tienen un deseo de Navidad común: volver a vivir en una casa nueva. Aileen también lo desea, aunque para ella ha sido un maravilloso regalo de Navidad estar viva y que sus padres también lo estén, después de todo lo sucedido.

Con más apoyo y ayuda, estos  niños y muchos otros en las mismas circunstancias podrán empezar un nuevo año con fuerza y esperanza.

La respuesta de UNICEF

UNICEF ha enviado suministros de emergencia desde Manila y Cotabato a las zonas más afectadas. Los suministros incluyen pastillas potabilizadoras de agua, letrinas, bidones de agua, equipos de higiene, kits escolares, lonas, ytiendas de campaña y equipos de recreación para ayudar a la recuperación psicosocial  de los  niños.

También está trabajando con sus aliados para establecer zonas seguras de lactancia materna en los centros de evacuación, proporcionar alimentación suplementaria yhacer seguimiento para detectar la desnutrición aguda entre los niños. Además, se está formando a los maestros para que puedan brindar apoyo psicosocial a los niños,lo que les puede ayudar a sobreponerse a estas tremendas experiencias.

UNICEF centra su atención en los cerca de 200.000 niños afectados por las inundaciones y los 20.000 que se encuentran en los centros de evacuación.

La organización ha realizado un llamamiento para conseguir fondos por importe de 4,2 millones de dólares con el fin de ayudar a las familias afectadas por la tormenta.Los fondos serán utilizados sobre todo en agua y saneamiento, salud y protección infantil.