La grave escasez de agua empeora la desesperada situación de niños y familias en Beirut

UNICEF y sus aliados trabajan para rehabilitar y reconectar la infraestructura hídrica esencial

Beirut

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BEIRUT, 28 de agosto de 2020 - 300.000 personas en Beirut siguen sufriendo la falta de acceso a servicios básicos de agua potable y saneamiento, cuando han pasado más de tres semanas de la enorme explosión que azotó la capital del Líbano.

Si bien, afortunadamente, la infraestructura pública de agua solo sufrió daños menores y sigue siendo funcional en su mayor parte, las explosiones agravaron una situación ya precaria en términos de acceso a agua potable y saneamiento en el área metropolitana de Beirut, donde un número importante de depósitos de agua y sistemas de tuberías resultaron dañados. Se estima que 130 edificios en la zona afectada han quedado totalmente desconectados de la red hídrica principal y los sistemas de agua de más de 500 edificios habitados han sufrido daños.

 “A medida que siguen apareciendo nuevos casos de COVID-19, es más importante que nunca garantizar que los niños y las familias, cuyas vidas han dado un vuelco a causa de la explosión, tengan acceso a agua potable y a servicios de saneamiento”, ha dicho la representante de UNICEF en Líbano, Yukie Mokuo. "De lo contrario, el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, así como la COVID-19, puede dispararse", ha añadido.

Además, muchos hogares en los vecindarios afectados, que solían comprar agua -embotellada o transportada en camiones-, se enfrentan a las altas temperaturas del verano y a un posible aumento del precio del agua.

La situación es particularmente crítica para las 300.000 personas, entre ellas 100.000 niños, cuyas casas resultaron dañadas o destruidas.

Inmediatamente después de la explosión, UNICEF comenzó a trabajar con sus aliados y con las autoridades competentes para evaluar los daños en la infraestructura básica de agua y comenzar a abordar las necesidades críticas. UNICEF y sus aliados han ayudado al Sistema de Agua del Monte Líbano BML en la evaluación de los daños en la red pública de agua y apoyando en las reparaciones y reaperturas.

UNICEF y sus aliados han vuelto a conectar más de 100 edificios al sistema público de agua e instalado 570 depósitos en hogares dañados. Se estima que hace falta reemplazar unos 3.300. Además, UNICEF ha proporcionado agua a las personas encargadas de dar una primera respuesta y ha distribuido más de 4.340 kits de higiene y 620 kits para bebés a las familias afectadas, y ha asegurado el transporte de agua en camiones a 20 hogares y tres centros de la Cruz Roja Libanesa.

La situación es especialmente crítica en el contexto de la pandemia de COVID-19, ya que el lavado de manos frecuente con agua y jabón es el método de prevención clave.

 “Una de nuestras prioridades inmediatas ha sido asegurar que los niños y las familias afectadas, así como quienes han dado respuesta en primera línea, tuvieran acceso a agua potable”, ha explicado Yukie Mokuo."Trabajando con las autoridades y con nuestros aliados, hemos podido llegar a más de 6.650 niños y familias, pero queda mucho que hacer y cada minuto cuenta".

UNICEF también está trabajando para brindar formación y recursos a miles de jóvenes en todo Líbano, equipándoles con las destrezas que necesitan para ser parte activa en la reconstrucción de su país. Esa capacitación incluye formación sobre reparaciones y mantenimiento de infraestructuras básicas de agua y saneamiento.

Para colaborar con UNICEF: https://www.unicef.es/donacion-fondo-de-emergencias

Acerca de UNICEF

UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

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Belén de Vicente

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