Ucrania: niños y niñas desplazados o refugiados
La violencia obliga a las familias a abandonar sus hogares dejando atrás toda su vida. UNICEF está con ellos, distribuyendo suministros, ayuda psicológica y seguridad.
Actualizado 15/02/2023
La escalada de las hostilidades en Ucrania es aterradora, especialmente para los niños y niñas atrapados en el conflicto. Los combates afectan a la población civil, los hogares y las escuelas, los hospitales y orfanatos. Los daños en las infraestructuras han dejado a cientos de miles de personas sin agua potable ni electricidad. Las armas explosivas y los residuos de la guerra en zonas pobladas son peligros reales y presentes.
ACNUR estima que más de 18 millones de personas han huido de sus hogares hacia los países vecinos. En estado de shock y desesperados por la inseguridad que produce esta situación, las familias salieron con apenas alguna pertenencia, en busca de refugio y seguridad.
A su vez, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que hay 5,9 millones de personas desplazadas internas. La mayoría se está refugiando en la parte occidental, central y septentrional del país.
Según datos verificados por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la cifra de niños muertos por la guerra no deja de crecer desde el 24 de febrero pasado. Muchos niños y niñas han resultado heridos y muchos más están profundamente traumatizados por la violencia que les rodea.
Las familias desplazadas pasan días caminando y necesitan, con urgencia, acceso a los elementos más básicos, como un lugar donde dormir, alimentos y agua potable, sobre todo ahora que atraviesan un duro invierno.
Estas son algunas de sus historias:
"Nos trasladamos con la niña al baño a dormir"
Asya cuenta que al inicio de las hostilidades se quedó en su apartamento de la capital ucraniana, Kyiv. Pero al vivir en una planta 15, se le complicaba bajar al refugio con su hija. Por ello, decidió trasladarse al baño a dormir. "Pusimos a nuestra niña en la bañera y simplemente dormimos allí".
Yaroslav, de 9 años, viajaba con su madre, Vica, hacia Rumanía, desde Kherson, su ciudad natal, en el sur de Ucrania.
"Nuestra familia está allí. Casi siempre refugiados. Es un desastre", dice Vica. "Tenemos un par de amigos en Europa, tal vez podamos ir allí, no lo sabemos. Tal vez España, pero no estoy segura en este momento".
Dice que ha hablado con amigos que se quedaron en Kherson. "Todos los niños allí están muertos de miedo, escondidos en los baños, en los refugios, en los sótanos".
"Decides huir en un momento, no sabes qué pasará después"
Tania es de la ciudad de Chernivtsi, en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Rumanía. Cuenta que tuvo que tomar una decisión rápida cuando el conflicto se intensificó para salir de casa con su familia. "La decisión se tomó en solo un momento, porque la situación en Ucrania es muy difícil y no sabes lo que pasará un minuto después".
También conocimos a David, que tuvo que huir con su abuela a la frontera con Rumanía. Y a Max, que viaja con su madre Alona e intentan llegar hasta Francia. Alona cuenta que también tuvieron que tomar la decisión rápidamente e irse, pero con la suerte de no quedar atrapados en los atascos. "Pudimos irnos en 15 minutos".
UNICEF: estamos en Ucrania y países vecinos
En UNICEF trabajamos las 24 horas del día para atender las necesidades humanitarias, que aumentan con rapidez. Principalmente son necesarios servicios médicos de emergencia, distribución de medicamentos esenciales, suministros y equipos sanitarios, agua potable, elementos para la higiene, a la vez que refugio y protección para las personas desplazadas.
En la actualidad tenemos 140 personas desplegadas para cubrir todas las necesidades. En el país, equipos móviles de protección a la infancia apoyados por UNICEF están llegando a los niños y niñas con ayuda psicosocial, atención a la salud mental y servicios de protección.
UNICEF también ha puesto en marcha "Puntos Azules", espacios seguros que ya funcionaron dando un apoyo crucial a las familias desplazadas durante la crisis de refugiados y migrantes de 2015-2016.
Estos centros proporcionan lugares para que los niños jueguen, apoyo psicosocial y asesoramiento jurídico, kits recreativos y productos de higiene. También están capacitados para identificar a los niños no acompañados y separados de sus familias, para garantizar su protección.
El entorno operativo en Ucrania es extremadamente complejo. Las limitaciones de acceso y la rapidez con la que cambian los frentes hacen mucho más difícil la entrega de suministros y servicios vitales, a la vez que la crisis de los refugiados aumenta las necesidades humanitarias.
Los niños y las familias atrapados en este conflicto necesitan toda la ayuda que podamos darles y la necesitan ahora. Confiamos en la generosidad de todos nuestros socios, donantes y colaboradores para llegar a los niños y familias de Ucrania, cuyas vidas y futuro están en juego. No podemos descansar hasta llegar a todos ellos.
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