Miles de niños en riesgo de muerte por desnutrición en Tigray
Pedimos acceso seguro y sin obstáculos para garantizar ayuda urgente a las familias.
28/06/2021
Hace ya más de siete meses iniciaba el conflicto en el norte de Etiopía y aún hoy no vemos un final que alivie a estos niños, niñas y sus familias, los principales afectados por el impacto devastador que está teniendo en su salud y bienestar. Es fundamental que las partes en el conflicto aseguren el acceso a los actores humanitarios, como UNICEF, para evitar una hambruna generalizada y alcanzar a aquellos niños que están más desprotegidos.
Al menos 33.000 niños en las zonas más inaccesibles de Tigray están gravemente desnutridos y se enfrentan a una muerte inminente si no reciben ayuda urgente. En total, más de 2,2 millones de personas en el norte de Etiopía padecen la grave inseguridad alimentaria. Y esto se espera que empeore en los próximos meses, especialmente si no se pueden plantar los cultivos y no se llega a los niños de las áreas más difíciles.
En UNICEF ya estamos trabajando para llegar a cada niño y niña y a sus familias. Junto a nuestros socios estamos distribuyendo:
- Agua potable: para beber, cocinar y el aseo personal.
- Suministros nutricionales: para mantener a los niños en buen estado de salud.
- Kits de desarrollo de la primera infancia: para continuar con el aprendizaje.
Una catástrofe que sigue creciendo
El conflicto estalló en noviembre pasado, en la época de las cosechas, lo que dejó a las familias sin ingresos para el año siguiente. A muchas también les robaron el ganado y se quedaron sin acceso a fertilizantes y vacunas para sus animales. Hacia mediados de junio, más del 60% de la población de Tigray y de las zonas vecinas de Amhara y Afar ya lidiaban con altos niveles de inseguridad alimentaria.
Los índices de desnutrición entre las mujeres embarazadas y lactantes están por encima del 40%, amenazando la vida de los bebés recién nacidos y la de sus madres.
En UNICEF apoyamos a través de servicios para detectar el estado nutricional de los niños y programas de alimentación terapéutica, tratamientos que sirven para salvar vidas. Entre febrero y junio, examinamos a unos 300.000 niños menores de cinco años. También entregamos miles de cartones de alimento terapéutico listo para usar y leche terapéutica para asegurar que los niños más pequeños reciben el tratamiento que necesitan.
La emergencia nutricional en la región coincide con el enorme daño en los servicios esenciales de los que dependen los niños y niñas para sobrevivir. Las instalaciones sanitarias sufrieron saqueos y daños y la vacunación se ha paralizado. Muchos trabajadores de la salud no han podido regresar a sus puestos de trabajo.
Además, la infraestructura de agua se destruyó, lo que ocasiona una extrema escasez de agua potable para el consumo. Esto también podría conducir a brotes de enfermedades, poniendo a los niños que padecen desnutrición incluso en mayor riesgo de muerte.
Estamos trabajando con nuestros aliados para abastecer de agua a través de la rehabilitación de pozos y camiones con agua, también para las personas desplazadas internamente que carecen de acceso a estos servicios básicos.
Pero las condiciones son pobres en muchos de estos sitios donde se encuentra la población desplazada, frecuentemente saturados, poco saludables e inseguros, lo que aumenta los riesgos de explotación para los niños y hace imposible la aplicación de las medidas para prevenir la COVID-19. Desde UNICEF distribuimos suministros de higiene, como jabón y tabletas de purificación de agua, para ayudar a las familias.
Además de la emergencia nutricional, hay una crisis de protección producida por la continua violencia, las violaciones a los derechos de los niños son graves y continuadas y hay informaciones de ataques indiscriminados y selectivos contra civiles, secuestros y otras formas de violencia sexual.
¡No los vamos a dejar solos!
En este contexto tan complicado, nuestra prioridad es apoyar la reapertura de las escuelas donde la seguridad lo permita, a la vez que establecemos espacios temporales para el aprendizaje para los niños desplazados internamente y las comunidades de acogida, donde las escuelas están dañadas u ocupadas. UNICEF también trabaja para proporcionar ayuda psicosocial y espacios seguros para los niños y niñas. A medio plazo, nos centraremos en la rehabilitación de las escuelas dañadas.
Queremos llegar a cada niño y niña de la región con servicios básicos de salud, nutrición, agua, saneamiento, educación y protección. Pero sobre todo, los niños y las familias de Tigray necesitan que cesen inmediatamente las hostilidades para acceder a estos servicios y empezar a reconstruir sus vidas.
La desnutrición aguda amenaza la vida de miles de niños. Ayúdanos a salvarlos.
Elige tu aportación mensual.
