La crisis alimentaria en el Sahel pone en riesgo a los niños

Bassira, de cuatro años, está tumbada en su cama del hospital, inmóvil, mientras la alimentan con leche terapéutica a través de un tubo para tratar la desnutrición grave que padece.

Su madre la trajo a este centro de estabilización a las afueras de Maradi, cerca de la frontera con Nigeria, cuando Bassira entró en coma después de contraermalaria, complicando así su débil estado nutricional. Esto ocurrió hace 12 días.

Bassira salió del coma y, a pesar de que sigue muy débil como para comer, poco a poco va recuperando fuerzas. Su médico y las trabajadoras de salud de FORSANI, una ONG local que apoya técnicamente al personal de salud, creen que se recuperará totalmente.

Lamentablemente, Bassira es un presagio de lo que queda por venir. La sequía, las malas cosechas y el aumento en el precio de los alimentos en todas las zonas de la región del Sahel, en el oeste y centro de África, han dejado a un millón de niños enfrentándose a una severa crisis alimentaria. Los expertos de Naciones Unidas prevén que esta situación empeore en los próximos meses.

El 35% de la población de Níger bajo inseguridad alimentaria

En Níger, un país que afrontó crisis similares en 2005 y 2010,la cosecha de este año estará un 14% por debajo de las necesidades de consumo que tienen las familias en el país. Al menos 5,4 millones de personas, de las que más de la mitad son niños, están actualmente bajo inseguridad alimentaria, lo que representa al 35% de la población.

Ya Níger registraba de manera crónicaaltas tasas de desnutrición, por lo que esta situación de inseguridad alimentaria pone engrave riesgo a gran parte de la población. Esto es particularmente preocupante para los niños, especialmente los menores de cinco años.

UNICEF y sus aliados en Níger calculan que más de 393.000 niños tendrán que ser tratados de desnutrición aguda grave en el transcurso del año. La desnutrición también deja a los niños en mayor riesgo de contraer enfermedades como la diarrea, infecciones cutáneas y respiratorias.

Alza del precio de los alimentos en Níger

La disminución de la producción en Níger y el consiguiente incremento en la demanda de alimentos básicos ha provocado el alza de precios, poniendo a miles de

familias en mayor riesgo.

Por ejemplo, un saco de 100 kilos de maíz cuesta ahora más del doble del precio normal de mercado, mientras que los precios del frijol han subido más de un 60 por ciento. Según los comerciantes en el mercado de Maradi, estos precios son tan altos como lo fueron en junio de 2010 - el pico de la crisis alimentaria de ese año.

En un país donde el 59,5 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, las implicaciones de esto no podrían ser más devastadoras. Las familias que no pueden cultivar alimentos suficientes para satisfacer sus necesidades, tampoco pueden comprar los alimentos necesarios para compensar el déficit.

Balkissa Heloura, que vive en el pueblo de Wama, en la región Tillabery de Níger, explica que muchas familias, como la suya, están comiendo doula y anza, las plantas locales para sobrevivir. Madre soltera de treinta años y con tres hijos, explica: "Esta es la primera vez en mi vida que hemos tenido que comer doula tan pronto en el año y mis hijos siguen pidiéndome algo más, cualquier otra cosa. . . pero no hay nada. Nunca he visto una situación tan grave, ni en 2005 ni en 2010".

Sani Sayadi, Especialista en Nutrición de UNICEF, está de acuerdo en que, “cuando la gente recurre a la doula o la anza, es una señal de desesperación y un indicador muy malo de la situación total de la seguridad alimentaria".

  Respuesta urgente en Níger 

Tras la última crisis en 2010, el Gobierno de Níger, con el apoyo de UNICEF y sus aliados, priorizaron el fortalecimiento de la capacidad del sistema de salud del país. Por esta razón, Níger está ahora mejor preparado para hacer frente a los desafíos actuales, incluyendo un aumento significativo en el número de casos de desnutrición.

Níger puede detener esta crisis antes de que se convierta en un desastre, siempre y cuando se provea de fondos críticos y los suministros estén disponibles. Actualmente, UNICEF está ampliando la capacidad de los centros de alimentación terapéutica para el tratamiento de la desnutrición aguda grave, y está suministrando aproximadamente el 95 por ciento de los suministros y equipos necesarios para el tratamiento de niños con desnutrición aguda grave en 50 hospitales del país.

UNICEF también está aumentando el acceso a agua potable y saneamiento para evitar la propagación de enfermedades; la prestación de asistencia a las mujeres y los niños migrantes; y el apoyo a un programa basado en la comunidad para mejorar la higiene básica, la salud y las prácticas de nutrición para madres y sus hijos.