La situación es insostenible
La crisis de Siria sigue teniendo un impacto devastador en la vida de millones de niños y niñas del país y de toda la región. 2017 fue el año con mayor número de niños asesinados desde el inicio del conflicto: 910, el doble que en 2016.
Y más de 361 niños resultaron heridos, quedando muchos de ellos con algún tipo de discapacidad, por lo que corren un mayor riesgo de ser blanco de la violencia y afrontan más dificultades para acceder a los servicios básicos, incluidos la salud y la educación. En 2017 se produjeron además 108 ataques contra instalaciones y personal médico y docente, lo que ha diezmado los sistemas sanitario y educativo.
En Siria y los países vecinos, más de 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria —incluidos 5,3 millones de niños—, unos 11,6 millones de niños y sus familias están desplazados o refugiados por la guerra, y 2,8 millones de niños no pueden ir a la escuela. Dentro de Siria, el 85% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, unos 14,6 millones de personas carecen de acceso a agua potable, más de 3 millones de niños menores de 5 años precisan apoyo nutricional… ¡La situación es insostenible!
Omar, 11 años
Omar es hoy un valiente niño de 11 años pero, antes de su primer cumpleaños, los médicos le diagnosticaron una parálisis cerebral que afectaba al movimiento y coordinación de su cuerpo. Con la ayuda de los fisioterapeutas, cuando Omar cumplió 5 años ya podía estar de pie y caminar unos metros. También podía usar sus manos para comer, jugar y dibujar.
Sin embargo, la violencia se incrementó cerca de su casa en Harasta, en la zona rural de Damasco, y su familia se vio obligada a hacer frente a un nuevo reto: huir. Pero con el desplazamiento llegaron los problemas económicos para la familia, ya que el padre de Omar perdió su trabajo.
Gastaron todos sus ahorros y el joven tuvo que dejar su terapia, arriesgando los progresos que había logrado hasta entonces. La familia se mudaba de una casa a otra, buscando barrios en los que encontrar alojamiento más barato y escuelas que fueran accesibles para Omar.
Cuando Omar pudo por fin ir al colegio en Lattakia, estaba decidido a no dejar que nada se interpusiese en su educación. "Llueva o nieve, no importa si está enfermo o cansado, nunca se pierde un día de clase", nos cuenta su madre, Hanadi, que admira la fuerza de voluntad de su hijo.
Saqué un 9,4 en los exámenes finales del año pasado, ¡pero este año voy a por el 10! (…) Me gusta retarme a mí mismo, es la única forma para avanzar en la vida
- Omar (11 años)
En UNICEF estamos dando apoyo económico a la familia de Omar para que pueda atender mejor sus necesidades. Una pensión mensual financia las sesiones de fisioterapia y las herramientas de ayuda que pueda necesitar, como andadores o muletas.
UNICEF en acción
En UNICEF trabajamos sin descanso para que, a pesar del conflicto que se declaró en 2011, los niños de Siria y la región puedan sobrevivir, estudiar y estar protegidos:
- Prevenimos y tratamos las enfermedades más mortales para la infancia y la desnutrición.
- Proporcionamos acceso a agua potable, higiene y saneamiento para reducir la incidencia de la diarrea o el cólera.
- Facilitamos que los niños continúen su educación y entregamos materiales escolares
- Ofrecemos ayuda psicológica a los niños afectados por la violencia.
- Distribuimos suministros vitales y kits de ropa de invierno.
- Protegemos a las personas refugiadas y a las comunidades que les acogen.
En 2017 conseguimos
grandes resultados dentro de Siria5,9 millones
de personas con acceso a agua potable
2,7 millones
de niños vacunados contra la polio
2,4 millones
de niños y adolescentes con acceso a educación
412.000 niños
con apoyo psicosocial en 161 espacios amigos de la infancia
480.000 niños
con ropa de invierno y mantas