Sudán: se debe actuar inmediatamente para abordar la creciente crisis humanitaria

Llamamiento conjunto de UNICEF, ACNUR, OIM y PMA

madre con sus hijos e hijas al raso el Sudán

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GINEBRA/NUEVA YORK/ROMA/PORT SUDÁN, 23 de octubre de 2025. Cuatro organismos de las Naciones Unidas han pedido hoy la atención urgente de la comunidad internacional a la crisis en Sudán, para hacer frente al inmenso sufrimiento y los crecientes peligros que afronta la población. Más de 900 días de combates brutales, violaciones generalizadas de los derechos humanos, hambruna y el colapso de los servicios básicos han llevado al límite de la supervivencia a millones de personas, en particular a mujeres y niños y niñas.

Durante recientes visitas a Sudán, altos dirigentes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) fueron testigos del devastador impacto de la crisis en todo el país, incluyendo Darfur, Jartum y otras zonas afectadas por el conflicto.

Sudán se enfrenta a una de las emergencias más graves del mundo: más de 30 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, entre ellas más de 9,6 millones de desplazados internos y casi 15 millones de niños y niñas. Además, aunque alrededor de 2,6 millones de personas han regresado a sus hogares gracias a la disminución de los combates en Jartum y otras partes del país, muchas se encuentran con que sus casas y barrios están dañados o destruidos y carecen de acceso a servicios esenciales. Desde principios de 2025, más de un millón de personas han regresado solo a Jartum.

Ahora, en su tercer año, el brutal conflicto ha destruido servicios esenciales como la atención sanitaria y la educación. 14 de los 17 millones de niños y niñas en edad escolar no asisten a la escuela. Comunidades enteras se han visto desplazadas, con familias que huyen para salvar sus vidas y se enfrentan a violaciones de los derechos humanos y graves riesgos de protección. El año pasado se confirmó la hambruna en algunas zonas de Sudán y la situación alimentaria sigue siendo catastrófica, algo que afecta especialmente a la infancia. Las tasas de desnutrición se han disparado y miles de personas corren un riesgo inminente de muerte si no reciben ayuda alimentaria y nutricional de inmediato.

“Esta magnitud del retorno a Jartum es tanto una señal de resiliencia como una advertencia”, ha asegurado Ugochi Daniels, subdirectora general de Operaciones de la OIM, que acaba de regresar de una visita a Sudán. “Conocí a personas que regresaban a una ciudad aún marcada por el conflicto, donde las viviendas están dañadas y los servicios básicos apenas funcionan. Su determinación por reconstruir es admirable, pero la vida sigue siendo increíblemente frágil. En todo Sudán se están propagando el cólera, el dengue y la malaria, lo que hace aún más urgente invertir en agua potable, atención sanitaria y otros servicios esenciales para que la gente pueda realmente empezar de nuevo”.

Las familias que regresan a Sudán, muchas de ellas impulsadas por la determinación de reconstruir sus vidas tras años de conflicto incesante, reflejan un cambio frágil pero esperanzador. Sin embargo, Sudán sigue siendo un país en profunda crisis.

El acceso a las poblaciones más afectadas sigue estando muy limitado. Los trabajadores humanitarios se enfrentan a inseguridad, obstáculos burocráticos y retos logísticos que dificultan enormemente la entrega de ayuda vital: es necesario simplificar los procedimientos. Los ataques contra la población civil siguen siendo generalizados y las mujeres y las niñas continúan corriendo graves riesgos de sufrir violencia sexual relacionada con el conflicto.

En Jartum, con el aumento del sentimiento anti extranjero, el apoyo que Sudán ha proporcionado durante mucho tiempo a casi 900.000 refugiados se encuentra bajo presión. Pero la protección continua de los refugiados es vital para cientos de miles de personas que lo necesitan.
 

“Esta es una de las peores crisis humanitarias que hemos visto en décadas”, ha afirmado Kelly T. Clements, Alta Comisionada Adjunta de ACNUR, tras visitar los campamentos de refugiados en Puerto Sudán y las afueras de Jartum. “Millones de personas se encuentran desplazadas dentro y fuera del país, y las familias que regresan cuentan con muy poco apoyo y carecen de otras opciones. Hablé con familias que huyeron recientemente de Al Fasher y me contaron historias horribles sobre cómo se vieron obligadas a dejarlo todo atrás y a emprender rutas peligrosas con gran riesgo. Es un entorno cambiante y se necesita apoyo en todas partes”.
 

La situación en los estados de Darfur y Kordofán es muy preocupante, ya que las necesidades humanitarias están aumentando. Las comunidades están cada vez más aisladas y el colapso de los servicios esenciales está dejando a millones de personas en una situación vulnerable. Las agencias siguen haciendo todo lo posible por llegar a la población civil, donde los niños y familias están soportando condiciones muy difíciles.
 

En Al Fasher, más de 260.000 civiles, entre ellos 130.000 niños y niñas, llevan más de 16 meses atrapados bajo asedio, sin acceso a alimentos, agua ni atención sanitaria. Las instalaciones sanitarias se han colapsado y miles de niños y niñas con desnutrición aguda grave se encuentran ahora sin tratamiento, enfrentándose a un riesgo inminente de muerte. Cada día aumentan las denuncias de asesinatos, violencia sexual y reclutamiento forzoso. En Kordofán, ciudades como Dilling y Kadugli llevan meses aisladas, con familias que soportan sistemas de abastecimiento de agua destruidos y servicios sanitarios que no funcionan. Los brotes de cólera y sarampión se están propagando sin control.
 

“Lo que he presenciado esta semana en Darfur y otros lugares es un claro recordatorio de lo que está en juego: niños y niñas que se enfrentan al hambre, las enfermedades y el colapso de los servicios básicos”, ha explicado Ted Chaiban, director ejecutivo adjunto de UNICEF. “Comunidades enteras sobreviven en condiciones que desafían la dignidad. Las niñas y niños están desnutridos, expuestos a la violencia y en riesgo de morir por enfermedades prevenibles. Las familias están haciendo todo lo posible por sobrevivir, mostrando una determinación extraordinaria ante dificultades inimaginables. Es evidente que Naciones Unidas y sus aliados están respondiendo, pero la determinación de las familias debe ir acompañada de una acción global urgente para garantizar el acceso, movilizar recursos y, en última instancia, poner fin al conflicto”.
 

La falta de financiación agrava aún más la crisis. El Plan de Respuesta Humanitaria para Sudán 2025, cuyo valor es de 4.200 (3.621 millones de euros) millones de dólares, sigue sin contar con la financiación necesaria, ya que solo se ha cubierto el 25% de los fondos, lo que pone en peligro la magnitud y la continuidad de las operaciones de emergencia. A pesar de los enormes retos, la respuesta humanitaria en Sudán ha llegado a más de 13,5 millones de personas en lo que va de año, incluidas las zonas más afectadas de Darfur, Kordofán, Jartum y Al Jazira. Sin embargo, sin recursos adicionales, las agencias humanitarias se verán obligadas a reducir las intervenciones que salvan vidas, lo que pondrá en peligro a millones de personas.
 

“Vi una ciudad devastada por la guerra, donde las familias que regresaban a Jartum necesitaban urgentemente alimentos, agua y servicios básicos. Pero, sobre todo, vi determinación y voluntad de reconstruir y reiniciar la vida. Vi esperanza”, ha declarado Valerie Guarnieri, directora ejecutiva adjunta del PMA. “Todos estamos trabajando juntos, junto con organizaciones locales y grupos comunitarios, para ayudar a las familias desplazadas, los residentes y los repatriados a reconstruir sus vidas, con acceso a alimentos, nutrición y comidas para los escolares, y apoyo para restablecer los servicios esenciales”.

Las cuatro agencias hacen un llamamiento conjunto para pedir:

  • El cese inmediato de las hostilidades y la protección de los civiles, especialmente los niños y niñas.

  • El acceso humanitario sin obstáculos a todas las poblaciones afectadas, incluida la presencia de Naciones Unidas en todo el país.

  • Procedimientos simplificados para la entrega de ayuda y el desplazamiento del personal.

  • Financiación urgente y flexible para ampliar las intervenciones vitales.

  • Apoyo a soluciones duraderas para las poblaciones desplazadas, incluidos los repatriados y las comunidades de acogida.

  • Apoyo continuo a las poblaciones desplazadas internamente y a los casi 900.000 refugiados dentro de Sudán que necesitan protección y servicios internacionales. 

     

La OIM, ACNUR, UNICEF y el PMA reafirman su compromiso de trabajar juntos para prestar ayuda vital y protección a los niños y las familias de todo Sudán. La comunidad humanitaria está preparada, pero no puede actuar sola. El mundo debe dar un paso al frente.

Para contribuir al trabajo de UNICEF en Sudán, AQUÍ.
 

 

Acerca de UNICEF

UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.
 

Acerca de la OIM

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se dedica a promover una migración humana y ordenada en beneficio de todos. Para ello, presta apoyo a los migrantes en todo el mundo, elabora respuestas eficaces a la dinámica cambiante de la migración y ofrece asesoramiento sobre políticas y prácticas migratorias. La labor de la OIM se centra en salvar vidas y proteger a las personas que se desplazan, impulsar soluciones al desplazamiento y facilitar vías para la migración regular.
 

Acerca de ACNUR

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se dedica a salvar vidas, proteger derechos y construir un futuro mejor para las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos y persecuciones. Durante casi 75 años, ACNUR ha trabajado para garantizar que los refugiados, las comunidades desplazadas por la fuerza y las personas apátridas de todo el mundo puedan reconstruir sus vidas con seguridad y dignidad.
 

Acerca del PMA

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas es la mayor organización humanitaria del mundo dedicada a salvar vidas en situaciones de emergencia y a utilizar la asistencia alimentaria como vía para alcanzar la paz, la estabilidad y la prosperidad de las personas que se recuperan de conflictos, desastres y los efectos del cambio climático.

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Catalina Betancur Sánchez
UNICEF España, Tel: 608 51 76 05
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