Sudán: 3,7 millones de niños y niñas sufrirán desnutrición aguda este año 

Declaraciones de Jill Lawler, jefa de Operaciones de terreno y Emergencia de UNICEF en Sudán hoy en el Palacio de las Naciones en Ginebra 
 
Malaz lleva en brazos a su hija Aida, de dos años, en su casa del estado de Kassala.

Material audiovisual disponible AQUÍ.

GINEBRA, 15 de marzo de 2024 –“La semana pasada dirigí un equipo de 12 miembros del personal de UNICEF en una misión a Omdurman, Jartum. Era la primera misión de las Naciones Unidas que regresaba a Jartum, que ha estado bajo fuego casi constante desde que estalló la guerra en abril de 2023.
Nuestro objetivo era comprender en la medida de lo posible cuáles son las condiciones de los niños y niñas 11 meses después del inicio de los combates, y ver de primera mano el trabajo que estamos apoyando con aliados locales para entregar suministros y servicios que salvan vidas, al menos en las partes de Omdurman a las que pudimos acceder. 

En el hospital AlNau, uno de los únicos hospitales de Jartum con una sala de traumatología funcional y muy concurrida, nos reunimos con dos jóvenes que habían sufrido amputaciones recientemente -dos vidas jóvenes cambiadas para siempre- y supimos por el director del hospital que sólo en el último mes se habían amputado miembros a unas 300 personas.

Los médicos dicen que las necesidades van en aumento. Vimos a dos, a veces tres pacientes, compartiendo cama. El agotamiento del personal -muchos de los cuales prácticamente viven en el hospital, y la mayoría de los cuales llevan meses sin cobrar sus sueldos- es palpable, al igual que la frustración por la falta de suministros, equipos y espacio.

En otro hospital, visitamos a niños y niñas desnutridos y a sus cuidadores en total oscuridad debido a los cortes de electricidad. El generador de reserva había fallado hacía una semana, así que trabajaban a oscuras y mantenían con bolsas de hielo la cadena de frío esencial de las vacunas. Ahora que se acercan los meses de verano, esas bolsas de hielo simplemente no durarán. 

Durante nuestra visita, nos enteramos de que mujeres y niñas que habían sido violadas en los primeros meses de guerra están ahora dando a luz a bebés, algunos de los cuales han sido abandonados al cuidado del personal del hospital, que ha construido una guardería cerca de la sala de partos.
Vimos la planta de tratamiento de agua de Al Manara, apoyada por UNICEF, que es la única que sigue funcionando de las 13 que hay en la zona de Jartum, y que suministra agua potable a unas 300.000 personas en Omdurman.

También ha resultado dañada por los combates y funciona sólo al 75% de su capacidad, pero dejará de funcionar dentro de dos semanas a menos que se pueda traer más cloro para tratar el agua destinada a esa población.

Aunque se oían disparos de artillería a lo lejos, en el lugar donde estábamos reinaba una calma relativa, pero había una intensa presencia armada en los mercados, en las calles e incluso en los hospitales. Vimos a muchos jóvenes portando armas. No está claro qué edad tenían, pero es evidente que eran jóvenes y que no estaban en las escuelas, cerradas desde el comienzo de la guerra.

El hambre es omnipresente: es la principal preocupación expresada por la gente.
Hay comida en el mercado, pero es sencillamente inasequible para la mayoría de las familias, debido en parte a un continuo apagón de las telecomunicaciones que impide a las familias recibir las transferencias de efectivo que tanto necesitan.

Conocimos a una joven madre en un hospital cuyo hijo de tres meses estaba extremadamente enfermo porque no podía permitirse la leche, así que la había sustituido por leche de cabra, lo que le provocó cuadros diarreicos. No era la única. El número de niños y niñas con desnutrición aguda está aumentando, y la temporada de escasez ni siquiera ha empezado. Se calcula que cerca de 3,7 millones de niños y niñas sufrirán desnutrición aguda este año en Sudán, de los cuales 730.000 necesitarán tratamiento vital.

Sólo en Jartum, las necesidades de los niños y niñas son enormes. Pero esto también es así en Darfur, donde estuve el mes pasado, en una misión transfronteriza a través de Chad. La escala y la magnitud de las necesidades de los niños y niñas en todo el país son sencillamente asombrosas. Sudán es ahora la mayor crisis de desplazamiento del mundo. Y algunos de los niños y niñas más vulnerables se encuentran en los lugares más difíciles de alcanzar.
Nuestras peticiones son claras: 

  • Necesitamos que las partes en conflicto permitan un acceso humanitario rápido, sostenido y sin obstáculos, tanto a través de las líneas de conflicto dentro de Sudán como a través de las fronteras con los países vecinos de Sudán. Chad ha proporcionado un salvavidas crucial a las comunidades de Darfur, y el acceso a través de su frontera sigue siendo absolutamente crítico, junto con el acceso a través de Sudán del Sur. 
  • Las partes en conflicto tienen el imperativo moral y la responsabilidad legal de proteger a los niños y niñas. En particular, deben tomar medidas concretas para prevenir y poner fin al asesinato y la mutilación de niños y niñas; al reclutamiento y la utilización de niños y niñas en el conflicto; y a todas las formas de violencia sexual.
  • Por parte de la comunidad internacional necesitamos una movilización masiva de recursos antes de finales de marzo para que los aliados humanitarios puedan conseguir los suministros y la capacidad sobre el terreno, a tiempo, para limitar la inminente catástrofe humanitaria que estamos viendo. 

Como dijo nuestra directora ejecutiva la semana pasada, la brutal guerra en Sudán está empujando al país hacia una hambruna y, a menos que haya suficiente voluntad política, atención y recursos destinados a la respuesta ahora, nos enfrentamos a una posible pérdida catastrófica de vidas.

Y lo que es más importante: 24 millones de niños y niñas de todo Sudán necesitan y merecen la paz. Necesitan un alto el fuego. Necesitan una solución política duradera. Necesitan la oportunidad de ser niños y niñas y niñas”.

Infancia en conflictos 

UNICEF trabaja defendiendo los derechos de los más de 460 millones de niños y niñas que viven en zonas de guerra y conflicto en todo el mundo. Niños y niñas que son asesinados, sufren mutilaciones, tienen que abandonar sus hogares o se ven separados de sus familias, siendo especialmente vulnerables a todo tipo de abusos. Colabora haciéndote socio para que podamos seguir llevándoles suministros esenciales y apoyando la rehabilitación de escuelas, hospitales y fuentes de agua: www.unicef.es/ninos-en-guerra

Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

Para más información:
Elena María Hernández
UNICEF España, Tel: 608 517 605 
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