Pakistán: UNICEF alerta sobre la situación de miles de niños y mujeres desplazados o atrapados por el conflicto

UNICEF ha manifestado su profunda preocupación por la situación de miles de niños y niñas desplazados en Pakistán, o que aún permanecen en las áreas afectadas por el conflicto, en el noroeste del país. Cerca del 50% de los dos millones de desplazados son menores de edad, muchos de los cuáles necesitan con urgencia atención sanitaria, apoyo alimenticio, acceso a la educación, al agua potable y a los servicios de saneamiento, y protección. Su situación se ha agravado con las altas temperaturas del verano.

Madrid/Ginebra, UNICEF está especialmente alarmado por unos 700.000 niños que tienen que comenzar el nuevo curso en septiembre, en 3.700 escuelas que en estos momentos están ocupadas por unos 150.000 desplazados. Si estos desplazados no son desalojados y reubicados pronto, la educación de todos estos niños se verá interrumpida, e incluso algunos de ellos podrían abandonar el sistema educativo de forma permanente.

La velocidad y la magnitud de la crisis están llevando al límite la capacidad del Gobierno, de las comunidades receptoras de desplazados y de las organizaciones de acción humanitaria. Aunque los combates hayan disminuido en Swat y Buner, los desplazados continúan buscando refugio en campamentos y comunidades de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), al tiempo que se están registrando nuevos desplazamientos en el sur de dicha provincia debido a las operaciones militares en Waziristán del Sur.

“Estamos afrontando un desafío humanitario único en Pakistán, ya que la inmensa mayoría delos desplazados está buscando refugio en las comunidades receptoras, lo que hace mucho más difícil el dotar de los servicios básicos a la población desplazada y a las comunidades en las que se asienta, que si buscaran refugio en campamentos”, ha señalado el Director de Programas de Emergencia de UNICEF, Louis-Georges Arsenault.

Aunque se están cubriendo las necesidades básicas en los campamentos, la situación es crítica para la amplia mayoría de los refugiados que viven en las comunidades receptoras. En las miles de escuelas convertidas en refugio de desplazados y otros campamentos temporales que han aparecido por toda la NWFP, los niños y sus familias viven hacinados, con un acceso limitado al agua potable, y a los que resulta difícil llegar con productos básicos de educación y de higiene, para reducir la probabilidad de contraer enfermedades relacionadas con el agua. En esta misma situación de riesgo están las comunidades que acogen desplazados, que soportan la situación con recursos limitados y una débil infraestructura tras el alza de los precios de los productos alimentarios que se ha venido produciendo desde 2007.

UNICEF trabaja con el Gobierno de Pakistán y otros aliados para dotar de servicios e información a los niños y mujeres desplazados. Para prevenir el brote de enfermedades, más de 200.000 niños han sido vacunados contra el sarampión y 230.000 personas reciben agua potable y educación sobre higiene en los campamentos de desplazados y en las comunidades. Hasta el momento, 47.400 niños y 20.400 madres han pasado una revisión médica por riesgo de malnutrición, y 11.000 personas que sufren malnutrición moderada han sido atendidas en sus propias comunidades. Aunque las tasas de malnutrición son a día de hoy bajas, la especial vulnerabilidad de la población requiere un apoyo sostenido para impedir que la situación empeore.

El Plan de Respuesta Humanitaria de Pakistán, que fue revisado el pasado mes de mayo para hacer frente a los nuevos desplazamientos causados por las operaciones militares en Swat y Buner, ha conseguido hasta el momento menos de un tercio de los 543 millones de dólares requeridos para dar apoyo a 1,7 millones de desplazados durante seis meses. Como parte del llamamiento, UNICEF ha solicitado 52 millones de dólares. A día de hoy se han recibido 22,5 millones de dólares, y existen compromisos para reunir otros 9,3 millones.

"Sin la financiación suficiente, resultará imposible garantizar que los miles de niños y familias afectados por el conflicto tengan los servicios y el apoyo que demandan en su momento de mayor necesidad. De igual importancia es el apoyo a las comunidades receptoras de desplazados que están luchando por asumir su inesperada carga”, ha añadido Arsenault.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, trabaja en más de 150 países y territorios en vías de desarrollo para mejorar las condiciones de vida de los niños y las niñas, y avanzar en el progreso de sus vidas desde la primera infancia hasta la adolescencia. UNICEF, que es el mayor proveedor de vacunas para los países en desarrollo, apoya la salud y la nutrición de la infancia, el abastecimiento de agua y el saneamiento de calidad, y la educación básica de calidad, así como la protección de los menores contra la violencia, la explotación y el SIDA. Tanto en Pakistán como en otros países ha suministrado ayuda vital y apoyo a la reconstrucción para ayudar a las personas a rehacer sus vidas  después de situaciones de emergencia. UNICEF está financiada en su totalidad por contribuciones voluntarias de individuos, empresas, fundaciones y gobiernos.

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Raquel Fernández
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Veronique Taveau
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A Sami Malik,
UNICEF Islamabad,
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