La crisis climática en África oriental y meridional pone en riesgo la salud, nutrición, seguridad y educación de 45 millones de niños 

 

UNICEF pide 1.280 millones de euros para ampliar la preparación y respuesta y evitar así una crisis humanitaria 

Impacto de las inundaciones en Bentiu, Sudán del Sur

Material audiovisual disponible AQUÍ.

NAIROBI, 19 de diciembre de 2023- UNICEF está dando la voz de alarma ante la inminente crisis humanitaria causada por el clima en África oriental y meridional, donde 45 millones de niños y niñas están en riesgo de sufrir una mala salud, desnutrición, desplazamiento y pérdida de aprendizaje. Las necesidades aumentan debido a pronósticos que indican grandes probabilidades de fuertes impactos de El Niño, como inundaciones que durarán hasta principios de 2024 y sequías que previsiblemente perdurarán durante la mayor parte de 2024. Se espera que la fuerza de El Niño sea comparable a los seis fenómenos más fuertes de la historia, lo cual aumentará la probabilidad de peligros climáticos y fenómenos meteorológicos extremos. 

Para abordar las necesidades humanitarias de los niños y comunidades afectados por el cambio climático y otras crisis en la región, UNICEF hace un llamamiento urgente por valor de 1.400 millones de dólares (1.280 millones de euros) para poder seguir financiando su respuesta humanitaria durante 2024. Esta respuesta incluye prevenir y tratar la desnutrición aguda mediante la atención continuada a madres y niños; la prevención, detección temprana y tratamiento de enfermedades en instalaciones sanitarias; la provisión de acceso a agua segura y saneamiento para prevenir enfermedades transmitidas por el agua; la provisión de educación de calidad y de servicios de protección, incluidos los de salud mental y apoyo psicosocial; prevención de la violencia de género y el abuso sexual y explotación; y construir sistemas resilientes para soportar impactos actuales y futuros. 

“La crisis climática no es una amenaza, sino un peligro inmediato para el bienestar de los niños y niñas de África oriental y meridional. El impacto del cambio climático sobre la infancia es un claro recordatorio de que se necesita actuar urgentemente para aborda la raíz del problema y facilitar soluciones sostenibles que ayuden a los niños. Nuestra responsabilidad colectiva es proteger a los más vulnerables y construir un futuro sostenible para todos”, explica Etleva Kadilli, directora regional de UNICEF para África oriental y meridional.

Además, la crisis climática tiene un impacto devastador sobre las poblaciones vulnerables. La histórica confluencia de clima, desplazamiento a causa de conflictos y emergencias sanitarias ha puesto especialmente en riesgo las vidas de los niños y niñas. Los patrones del cambio climático, con sequías prolongadas y precipitaciones por encima de la media en algunas zonas de Kenia y Somalia, han perturbado la seguridad alimentaria, forzado a la población a desplazamientos y puesto en peligro a más de 6,4 millones de niños debido a la desnutrición y las enfermedades. 

En toda la región, el aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos y los patrones climáticos cambiantes han llevado a que se disparen los desplazamientos de las comunidades vulnerables. Las familias se ven forzadas a huir de sus hogares debido a inundaciones, sequías y otros desastres relacionados con el clima. Las emergencias causadas por el clima han acelerado la crisis regional de aprendizaje, con niños y familias desplazadas y sus escuelas dañadas o destruidas. Este desplazamiento masivo ha interrumpido la educación de los niños, les ha expuesto a un riesgo más elevado de explotación como matrimonio y trabajo infantil y reclutamiento por parte de grupos armados, y ha empeorado las dificultades humanitarias que ya sufría la región. Los niños que ya están en riesgo de abandono escolar se enfrentan ahora a un mayor riesgo cuando se ven expuestos a crisis empeoradas por el cambio climático y la degradación medioambiental. 

La crisis climática también se está cobrando un alto precio en la salud de los niños y niñas de la región. Sequías, inundaciones y el aumento de las temperaturas están contribuyendo a propagar enfermedades contagiosas, mientras que los fenómenos meteorológicos extremos han interrumpido los sistemas sanitarios y el acceso a servicios esenciales. Los niños son cada vez más vulnerables frente a la desnutrición, las enfermedades respiratorias y las enfermedades transmitidas a través del agua (como el cólera), lo cual tiene implicaciones a largo plazo en su bienestar general. 

La seguridad alimentaria se ve amenazada a medida que las condiciones del clima afectan a la productividad agraria. La región está lidiando con un menor rendimiento de los cultivos, lo cual afecta a la disponibilidad y asequibilidad de alimento nutritivo. Los niños se enfrentan a un mayor riesgo de desnutrición, retraso en el crecimiento y problemas de desarrollo. Además, se siguen perpetuando los ciclos de pobreza y desigualdad. Entre enero y septiembre de este 2023, se trató a un 24% más de niños frente a la desnutrición aguda grave que en el mismo periodo de 2022. 

Las sequías, las precipitaciones irregulares y la escasez de agua están comprometiendo las fuentes hídricas, y esto lleva a instalaciones de saneamiento y hábitos de higiene inadecuados. La falta de acceso a agua segura pone a los niños en riesgo de enfermedades transmitidas a través del agua, como el cólera, y dificulta su capacidad para desarrollarse en un entorno saludable. Cuando las niñas se ven obligadas a caminar largas distancias para ir a por agua aumenta el riesgo de que sufran explotación y violencia. 

“Se debe actuar ahora. A medida que la crisis climática se intensifica, amenaza el bienestar y la supervivencia de niños, niñas y jóvenes. UNICEF mantiene su firme compromiso de proteger los derechos de cada niño, promoviendo una acción climática urgente y forjando soluciones resilientes que garanticen un futuro sostenible y en igualdad para cada niño hoy y mañana. Pero no podemos hacerlo solos. Las comunidades regional e internacional deben unirse para reconocer el catastrófico impacto del cambio climático y poner a la infancia en el centro de la respuesta inmediata. La inversión en infraestructura resiliente al clima es más necesaria que nunca, así como fortalecer a los niños y jóvenes frente a la crisis climática. El futuro de los niños y niñas de África oriental y meridional depende de nuestras acciones inmediatas y decisivas hoy”, concluye Kadilli. 

Además de fondos esenciales para apoyar la respuesta humanitaria a las necesidades de la infancia en la región, UNICEF pide a gobiernos, empresas, sociedad civil y otros aliados:

  • La implementación de estrategias de resiliencia al clima para proteger a las comunidades y reducir los desplazamientos. 
  • El fortalecimiento de los sistemas de atención sanitaria para abordar las crecientes dificultades sanitarias a las que se enfrentan los niños y niñas. 
  • La inversión en iniciativas de agricultura sostenible y seguridad alimentaria para combatir la desnutrición.
  • Garantizar el acceso a agua potable e instalaciones de saneamiento, especialmente en las comunidades vulnerables. 
  • El aumento de la inversión en educación en emergencias y el refuerzo de la capacidad de recuperación de los sistemas educativos.

Para colaborar con UNICEF para paliar el cambio climático: https://www.unicef.es/colabora/unidos-por/unidos-por-cambio-climatico

Acerca de UNICEF 
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos. 

Para más información: 
Ildefonso González
UNICEF España, Tel: 609 16 00 51 
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