Cada día mueren más de 100 niños y niñas menores de cinco años en Asia oriental y Pacífico por causas relacionadas con la contaminación atmosférica

Cada día mueren más de 100 niños y niñas menores de cinco años en Asia oriental y Pacífico por causas relacionadas con la contaminación atmosférica

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BANGKOK, 6 de febrero de 2025. Mientras la capital de Tailandia, Bangkok, se enfrenta a niveles insalubres de contaminación atmosférica que provocan el cierre de escuelas y preocupación generalizada por la salud, un reciente análisis de UNICEF arroja luz acerca el impacto devastador del aire tóxico sobre los niños y las niñas de Asia oriental y el Pacífico. La contaminación atmosférica, que alcanza su punto máximo en muchas partes de la región durante la estación seca -desde ahora hasta abril-, está relacionada con más de 100 muertes de niños y niñas menores de cinco años cada día. 

El análisis revela que todos los niños y niñas de Asia oriental y el Pacífico, 500 millones en total, viven en países con niveles insalubres de contaminación atmosférica. La doméstica, causada por los combustibles sólidos utilizados para cocinar y calentar, está relacionada con más de la mitad de todas las muertes vinculadas a la contaminación atmosférica en niños menores de cinco años. Mientras tanto, 325 millones de niños y niñas viven en países donde los niveles medios anuales de partículas (PM2,5) superan en más de cinco veces los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y 373 millones viven en países con niveles insalubres de dióxido de nitrógeno (NO₂). Además, el 91 % de los niños y niñas de la región (453 millones) viven en países donde la contaminación por ozono supera los niveles recomendados por la OMS. Casi la mitad de las PM2.5 en los países con los niveles más altos de este contaminante provienen de la quema de combustibles fósiles, combustibles de biomasa y residuos agrícolas, que también generan los gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático. 

“Cada inspiración importa, pero para demasiados niños y niñas cada inspiración de aire puede ser perjudicial”, asegura June Kunugi, directora regional de UNICEF para Asia oriental y el Pacífico. “El aire que respiran, en un momento en que sus cuerpos y mentes aún se están desarrollando, contiene con demasiada frecuencia niveles nocivos de contaminación que pueden comprometer su crecimiento, dañar sus pulmones y perjudicar su desarrollo cognitivo”. 

La contaminación atmosférica está relacionada con casi una de cada cuatro muertes de niños y niñas menores de cinco años en Asia oriental y el Pacífico y puede afectar a todas las etapas de su vida. Comienza en el útero, con riesgos de parto prematuro y bajo peso al nacer, y continúa en la primera infancia, ya que los niños pequeños respiran más rápidamente y están más cerca de los contaminantes a nivel del suelo, como los gases de escape de los vehículos, lo que los hace más vulnerables al asma, a daños pulmonares y a retrasos en el desarrollo. La amenaza suele ser peor para los niños de familias de bajos ingresos que viven cerca de fábricas o autopistas, donde la exposición a la contaminación es mayor. Con el tiempo, la contaminación atmosférica puede alimentar silenciosamente enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, poniendo en peligro el futuro de los niños y niñas. 

El coste de la contaminación atmosférica va mucho más allá de la salud de la infancia: sobrecarga unos sistemas sanitarios ya desbordados, aumenta los costes y altera el aprendizaje y la productividad. Las ausencias escolares por enfermedad, las mayores dificultades para el desarrollo cerebral adecuado y el riesgo de cierre de escuelas limitan el potencial de los niños y las niñas, al tiempo que los padres que cuidan de sus hijos enfermos pierden ingresos. Las consecuencias económicas son alarmantes: el Banco Mundial ha estimado que en 2019 la contaminación atmosférica por PM2,5 causó muertes prematuras y enfermedades que le costaron a Asia oriental y Pacífico el 9,3 % de su producto interior bruto (PIB), equivalente a más de 2.400 millones de euros (2.500 millones de dólares). 

UNICEF insta a gobiernos, empresas, sector sanitario, familias y educadores a abordar urgentemente el impacto de la contaminación atmosférica sobre los niños y niñas de Asia oriental y el Pacífico, mediante estas acciones: 

Los gobiernos deben liderar el fortalecimiento de las políticas climáticas y medioambientales, la transición a energías limpias y la aplicación de normas de calidad del aire alineadas con la OMS para proteger la salud de la infancia. 

  • Las empresas deben adoptar tecnologías limpias, reducir las emisiones y garantizar que sus prácticas y productos prioricen la seguridad y el bienestar de los niños y niñas. 

  • El sector sanitario debe tomar medidas para mejorar la detección y el tratamiento, y adoptar operaciones sostenibles y de cero emisiones netas. 

  • Los padres y educadores deben desempeñar un papel crucial en la concienciación, la defensa de entornos más limpios y el empoderamiento de los jóvenes para que actúen. 

UNICEF se ha aliado con gobiernos, empresas, sistemas sanitarios y comunidades de Asia oriental y el Pacífico para proteger a los niños frente a los efectos devastadores de la contaminación atmosférica. Entre las iniciativas clave se incluyen: 

  • Abogar por políticas climáticas y medioambientales que creen un mundo más limpio y sostenible para la infancia.

  • Implementar programas que reduzcan la exposición de los niños y niñas a la contaminación del aire en el hogar, con soluciones como la ventilación de chimeneas y sistemas de calefacción más limpios. 

  • Mejorar el control de la calidad del aire y la información pública a través de iniciativas como la instalación de sensores asequibles.

  • Fortalecer los sistemas de salud para hacer frente a las enfermedades relacionadas con la contaminación e invertir en sistemas de gestión de residuos médicos más limpios. 

  • Colaborar con las comunidades y empoderar a los jóvenes como defensores del aire limpio para concienciar, controlar la calidad del aire y promover políticas más estrictas. 

“Abordar la contaminación atmosférica supondrá enormes mejoras en la salud, la educación y el bienestar de los niños y niñas, con efectos en cadena en sociedades y economías enteras”, ha enfatizado Kunugi. “Las soluciones existen, y nuestro futuro colectivo depende de que se implementen”. 

Nota para editores 

Datos sobre la contaminación atmosférica: 

Las cifras citadas proceden del análisis de UNICEF de los datos mundiales sobre la contaminación atmosférica y sus efectos en la salud infantil entre 2000 y 2021. Estos resultados se resumen en el informe Creciendo en la niebla: abordar la contaminación del aire y su impacto sobre los niños y niñas de Asia oriental y el Pacífico. Una agenda para la acción

Definiciones clave: 

  • PM2.5: Partículas finas en el aire, de menos de 2,5 micrómetros. Entre los contaminantes atmosféricos que se miden actualmente, la exposición a largo plazo a las PM2.5 es el indicador más consistente y preciso de los efectos nocivos para la salud. 

  • Dióxido de nitrógeno (NO₂): Gas producido por vehículos, fábricas y centrales eléctricas, conocido por agravar el asma y otras afecciones respiratorias, especialmente en niños y niñas. 

  • Ozono: Un gas de efecto invernadero nocivo que se forma cuando contaminantes como los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles reaccionan con la luz solar, lo que supone un riesgo para la salud respiratoria.

Para colaborar con el trabajo de UNICEF en la lucha contra el cambio climático: www.unicef.es/colabora/unidos-por/unidos-por-cambio-climatico

Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

Para más información:
Elena María Hernández Martínez
UNICEF España, Tel: 608 51 76 05 
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