UNICEF actúa ante las inundaciones en Benín

Las inundaciones causadas por las fuertes lluvias en Benín han afectado ya a más de 680.000 personas, entre las que se encuentran 122.000 niños menores de cinco años. El número de desplazados asciende a 180.000 y necesitan agua potable, alimentos, refugio y artículos de primera necesidad.

UNICEF, en colaboración con sus aliados, está trabajando para responder con urgencia a la crisis: "Ha sido tan grave que tenemos que trabajar juntos para poder responder a las necesidades básicas de la población, comoagua potable, alimentos, refugio y artículos de primera necesidad", afirmó Diallo, Representante de UNICEF en Benín.

UNICEF, junto con otras agencias de la ONU y algunas organizaciones no gubernamentales, se ha unido con los representantes del Gobierno del país para formar el Equipo Nacional de Gestión de Crisis.

"Las inundaciones han destruido toda mi vida", cuenta Afoussa de 36 años, una madre de seis hijos que vive en Avotrou, un suburbio de Cotonú, en el sureste del país. "He perdido todos mis cultivos y no tenemos nada para comer. Se han inundado y, además, contaminado los pozos. Tengo un bebé recién nacido. No hemos tenido agua potable en varios días", añadió.

UNICEF asegura la distribución de agua potable

UNICEF, con el apoyo de la brigada de bomberos del país, está asegurando la distribución de agua potable en las zonas más afectadas del país. Hasta la fecha, se han distribuido 198.000 litros de agua para cubrir las necesidades de 20.000 personas.

Además, se está distribuyendo los suministros necesarios para prevenir las enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea. Los equipos de terreno también están involucrados en la potabilización de los pozos contaminados y en la promoción del lavado de manos, enseñando la importancia que esta práctica tiene para salvar vidas.

Asimismo, UNICEF está suministrandoequipos de emergencia nutricional en tres zonas septentrionales afectadas por las inundaciones, ymosquiteras impregnadas con insecticida para evitar la propagación de la malaria cuando baje el nivel de agua.

También se han preparado kits de educación para la escolarización de 3.000 niños, asegurando un regreso normalizado a la escuela en la mayoría de las zonas afectadas.