Miles de personas regresan a casa después del alto el fuego en el Líbano

Decenas de miles de familias libanesas regresan a casa, apenas unas horas después de un alto el fuego acordado entre Israel y Hezbollah. UNICEF calcula que unas 6.000 personas emprenden el camino de regreso cada hora a las zonas más afectadas del sur del país

La mayor amenaza a la que ahora se enfrentan procede de los proyectiles sin explotar, y está en marcha una campaña para concienciar sobre sus peligros.

"Sabemos que la munición sin explotar es un problema por la cantidad de bombardeos que han tenido lugar", declara Dan Toole, director de programas de emergencia de UNICEF. "Ya ha muerto una persona, y se trata de una verdadera amenaza para quienes regresan a casa".

Se están distribuyendo folletos de advertencia entre los refugiados libaneses que abandonan Siria, y también equipos que contienen galletas de alto contenido proteínico, agua y sales de rehidratación. Cada hora, unos300 vehículos atraviesan la frontera, a pesar de que los caminos siguen dañados y algunas poblaciones han quedado prácticamente aisladas. En las próximas dos semanas, hasta 60.000 refugiados podrían regresar al Líbano.

Convoy de ayuda camino de Tiro

Según Roberto Laurenti, representante de UNICEF en el Líbano, el alto el fuego se ha recibido con un optimismo moderado por el pragmatismo. "Las señales son positivas y esperamos que se prolongue", dijo. "Pero observaremos cómo evoluciona la situación en las próximas 48 horas".

La primera entrega en varios días de ayuda de las Naciones Unidas está en camino desde el puerto meridional de Tiro. Veinticuatro camiones transportan suministros médicos, equipos de saneamiento y agua. Está previsto que otro convoy salga el martes en dirección a Rmeish, donde la población se ha quedado aislada a causa de los combates. UNICEF suministra agua, equipos de higiene y 6.000 litros de combustible para tres hospitales de Tiro.

Con la campaña de inmunización contra la poliomielitis y el sarampión ya en curso en todo el Líbano, UNICEF también está revisando sus planes para afrontar una situación que cambia con rapidez. Casi la mitad de los desplazados por el conflicto son niños y niñas, y mientras se dirigen a sus hogares UNICEF coordinará programas de vacunación de seguimiento.