KATRINA: LOS NIÑOS AYUDAN A OTROS NIÑOS

Gran parte de los niños, niñas y jóvenes afectados por la tormenta están ahora viviendo en refugios, lejos de sus hogares. Han perdido sus casas, escuelas y han sido trasladados a otros poblados. Es fundamental que los niños y niñas vuelvan a las escuelas

Estas amistades que están surgiendo entre los voluntarios y los niños y niñas desplazados permiten una transición más fácil a una nueva comunidad. 

La Iglesia Pentecostal acampada en este pueblo es ahora un refugio temporal para aproximadamente trescientas personasdesplazadas por el huracán Katrina, las primeras que llegaron desde Nueva Orleáns hace una semana.

Todos los desplazados sobrevivieron no sólo a la tormenta sino también al tumulto que le siguió. Muchos de ellos aún se sienten afectados por la violencia que observaron o sufrieron – como Randy Starks, de 17 años.

“Ha sido la peor experiencia que tuve en mi vida,” dijo tajantemente Randy. “De todo ocurrió en el Centro de Convenciones. Drama, la gente muriéndose, y otros siendo violados.”

Robin Kirkland, de 13 años, también fue testigo de la violencia en el Centro de Convenciones de Nueva Orleáns. Ella dice que está tratando de olvidar lo que ha visto; se siente segura en el campamento de la iglesia.

Matricularse en la escuela

Me gusta aquí – cómo nos están tratando. Tienen mucha gente dando vueltas para ayudar en todo,” dijo Robin.

Robin acaba de empezar 7º grado en Redfield. Volver a la escuela es una parte importante del proceso derecuperación para ella y para otros niños afectados por el huracán katrina.

La experiencia de UNICEF en recuperación de este tipo de desastres ha demostrado que poner a los niños nuevamente en las escuelas es un paso vital en su recuperación emocional posterior al trauma vivido.

Los voluntarios y personal de la iglesia están matriculando a los niños en escuelas locales. También están preparando apoyo psicológico para aquellos que lo soliciten.

Niños que llegan a otros niños

La respuesta de ayuda humanitaria en Redfield está dirigida ampliamente por voluntarios locales, incluyendo un número de adolescentes, chicas y chicos. Estos jóvenes han hecho amistad con muchos de los niños y niñas desplazados, que han perdido todo o casi todo.

Estas “amistades” que están surgiendo están facilitando la transición a una nueva comunidad. Los voluntarios dicen que sus vidas han sido enormemente enriquecidas por la experiencia de ayudar a jóvenes supervivientes.

“He aprendido muchas cosas,” dijo Tyler Watson, de 13 años, voluntario.“Realmente ha tocado mi corazón. Cuántos niños y adultos han estado llorando porque no tienen a su familia… es verdaderamente difícil.”

En los próximos días, los esfuerzos se centrarán en la reunificación de las familias separadas por latormenta – y en asegurar alojamiento permanente para aquellos que permanezcan en Redfield.