Entrevista al Padre Mario Pérez, Director del Centro Salesiano Don Bosco de República Democrática del Congo

A pesar de las enormes dificultades logísticas y los problemas de seguridad, el Centro Salesiano Don Bosco ha acogido, educado, curado y alimentado a 26.000 niños y niñas en un país asolado por una guerra que dura ya más de una década. Esta labor ha sido merecedora en 2009 del Premio «Los niños primero», de la UNICEF España

Padre Mario Pérez: El Padre Mario Pérez es Director del Centro Salesiano Don Bosco de la República Democratica del Congo. Este centro atiende las necesidades educativas, nutricionales y de salud de niños y niñas que lo han perdido todo a causa de la guerra en uno de los lugares más violentos del planeta. 500 niños y niñas duermen en el centro y unos 3.000 acuden a diario a la escuela y a comer

¿Qué significa para el Centro Salesiano Don Bosco haber ganado uno de los premios de UNICEF-Comité Español 2009?

Resulta significativo que se valore el trabajo que tantas personas desarrollan en el mundo por los demás y, sobre todo, por los más vulnerables, como son los niños. Es importante que la voz de tantos niños de esta zona de África esté siendo escuchada; y es bellísimo que lo haga UNICEF-Comité Español, ya que revela la sensibilidad del pueblo español.

“Cuando los niños dibujan una casa o una familia, lo que dibujan son masas de gente huyendo y armas”

¿Cómo viven los niños en República Democrática del Congo?

Desde hace más de diez años, la mayoría de los niños de la República Democrática del Congo conoce poco lo que es la paz y un mínimo de vida digna. Particularmente en la zona del este, cuando los niños dibujan una casa o una familia, lo que dibujan son masas de gente que huye y armas.

¿Cuántos niños se han acercado hasta el Centro Don Bosco desde su creación?

Sobre todo desde 1994 y hasta el momento actual, más de 30.000 niños y más de 15.000 familias han sido acogidas en el centro y ayudadas a rehacer sus vidas después de haberlo perdido todo por la guerra o la erupción del volcán [Nyiragongo en 2002].

¿Cuáles son las principales tareas de la misión Don Bosco?

Los niños y jóvenes que llegan no saben que tienen derechos, pero sí que se van a encontrar con una familia, una casa, una escuela, amigos, vida con esperanza... Los servicios que ofrecemos incluyen la acogida espontánea, atención médica, comida, alojamiento, reinserción familiar, educación, un hogar, microcréditos e inserción en la sociedad.

¿Qué tipo de colaboración tienen con UNICEF en la República Democrática del Congo?

Tenemos, sobre todo, programas de primera acogida y reunificación familiar de ex niños soldado. En momentos de desplazamientos forzados de población, también brindamos apoyo escolar para los niños refugiados.

Usted podría contar infinidad de historias repletas de sufrimiento. ¿Hay alguna que tenga especialmente presente?

Prefiero contar historias de esperanza y de lucha, como la de niños y niñas menores de siete años que recorren hasta 15 kilómetros al día para traer a su hermanita o hermanito pequeño a nuestro centro de nutrición o para que le curemos. Y lo hacen sin protestar, con los pies descalzos y casi desnudos.

La República Democrática del Congo es un hervidero de ONG y organismos internacionales. Pero, pese a su presencia, el país no logra recuperarse. ¿Qué más se puede hacer?

Sería importante desarrollar un proyecto global junto a la comunidad internacional que incluya acciones como responder a la urgencia humanitaria, disuadir a los causantes de las guerras y el comercio de armas, el restablecimiento de los servicios públicos, y el reforzamiento de la democracia y la promoción de los Derechos Humanos.