CUANDO ESTÁ A PUNTO DE COMENZAR LA «ESTACIÓN DEL HAMBRE» EN NÍGER, EL LLAMAMIENTO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL SAHEL OFRECE UNA ESPERANZA

Éste es el comienzo de la «estación del hambre» en el Sahel -la amplia región de África occidental que es una de las zonas más secas y pobres del planeta- y comienza a notarse en las caras de los recién nacidos. En un intento por evitar una repetición de la crisis alimentaria de 2005, las Naciones Unidas han lanzado un llamamiento de financiación de aproximadamente 92 millones de dólares para satisfacer este año las necesidades en materia de alimentación y nutrición de los países del Sahel

La temporada anual de vacas flacas comienza en esta región, cuando las reservas de grano ya están muy bajas y las nuevas cosechas no se encuentran aún disponibles. Las tasas de desnutrición infantil grave están ya por encima de los niveles de emergencia. Y debido a la pobreza y la deuda, la temporada de "vacas flacas" es cada año más larga.

Incluso en las mejores épocas, los países del Sahel (Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger) sufren algunas de las tasas de desnutrición más altas del mundo. El año pasado fue uno de los peores para la región.

Signos preocupantes

A pesar de una buena cosecha reciente, muchas familias de Níger han vendido su cosecha de grano para pagar las deudas del año pasado. Estas deudas se produjeron cuando las plagas de langosta y una sequía devastadora agravó la crisis del Sahel.

Las posibilidades de subsistencia de muchas personas han quedado reducidas a los recursos más básicos: bayas, insectos y alimentos para los animales.

Ya hay signos preocupantes que podrían indicar que miles de niños y niñas podrían morir este año en el Sahel a menos que la ayuda llegue rápidamente.

"La gente que visita los poblados para registrar casos de desnutrición moderada nos informan que algunos lugares están casi vacíos", dice Ester Ruiz de Azúa, de la organización no gubernamental Acción Internacional contra el Hambre. "No hay comida, y esto significa que la situación va a ser bastante grave el próximo mes y el siguiente".

Con un promedio de ocho niños por familia y un nivel de educación bastante bajo, muchas familias de Níger llevan una existencia precaria. Es difícil erradicar la mala planificación y los malos hábitos nutricionales. Las madres dejan de amamantar muy pronto y a menudo llevan a sus hijos a los centros de nutrición demasiado tarde.

Como resultado, existe una necesidad urgente de medidas fundamentales, entre ellas un seguimiento sistemático del crecimiento y una ampliación a mayor escala de los centros de alimentación terapéutica y suplementaria. Además, se necesitan programas de desarrollo para ampliar los servicios de nutrición y salud a los niños y niñas más jóvenes.