Atención a las familias afectadas por el huracán Ivan en Madagascar

Apenas unas semanas después de la tormenta que afectó seriamente a algunas zonas de Madagascar, el ciclón Iván deja un saldo de varios muertos y provoca graves daños a las redes de comunicación del país. UNICEF trabaja desde el primer momento de la emergencia para atender a las familias que lo han perdido todo a causa del desastre

Madagascar no se había recuperado aún de los efectos de la violenta tormenta que castigó a esta isla en enero, cuando el ciclón Iván hizo sentir sus efectos cerca de la localidad de Toamasina, la capital de la región de Atsinanana, en la costa nororiental del país.

Según la Oficina nacional de gestión de riesgos y desastres naturales, el ciclón Iván impactó sobre seis regiones de Madagascar, en las que dejó un saldo de 22 muertos y miles de personas sin hogar o necesitadas de ayuda. Las intensas lluvias y los violentos vientos del ciclón -que en algunas zonas llegaron a los 190 km por hora- causaron graves daños a las redes de comunicación.

En la aldea de Ambodiatafana, los habitantes hicieron esfuerzos desesperados por protegerse y proteger sus pertenencias de la violencia devastadora del ciclón Iván, incluso mientras éste sembraba la destrucción en todo el poblado.

"Fue algo increíble", recuerda Marie Claire Ravelonanosy, una pobladora de Ambodiatafana. "Los vientos se llevaron nuestra vivienda y no pudimos salvar ninguna pertenencia. Afortunadamente, el ciclón no produjo aquí ninguna muerte".

Daños en las infraestructuras

Unos 30 km al norte de Toamasina, yacen las ruinas de otra baja del ciclón Iván: el puente Antaratasy. Ese puente constituía un eslabón muy importante en la ruta que une las poblaciones del norte de Madagascar. La destrucción de esa estructura, combinada con las interrupciones generalizadas de los sistemas de comunicación, impidió inicialmente establecer contacto con muchas personas damnificadas por la tormenta.

"Yo estoy aquí, y mi esposa y mis hijos están al otro lado del puente", se lamentó el comerciante Jean Pierre Rafenomanana. "¿Qué voy a hacer? No tengo ninguna noticia de ellos".

Respuesta inmediata

Los pobladores de la ciudad de Toamasina carecen de agua y electricidad desde que se desencadenó el ciclón. La fuerza de los vientos derribó árboles y echó a tierra el tendido eléctrico. La crecida de las aguas también fue motivo de preocupación. Al conocerse las noticias sobre las primerasvíctimas fatales del desastre, las autoridades locales y las organizaciones no gubernamentales se movilizaron velozmente para prestar ayuda.

En pocas horas, UNICEF comenzó a enviar a las familias de las zonas afectadas mantas, elementos y equipos de saneamiento y otros suministros. UNICEF también colaboró con las autoridades en la evaluación de los daños causados por el ciclón.

Iván se abatió sobre Madagascar menos de un mes después del ciclón Fame, que castigó al país a fin de enero y que causó 12 muertes y dejó a más de 5.000 malgaches sin hogar. Madagascar había sufrido los efectos destructivos de otros dos ciclones en marzo y abril de 2007.