Evaluación de proyectos en Gabón
Marcos Bustillo, que trabaja para UNICEF en Gabón, nos cuenta el papel de la evaluación de proyectos. Esta parte del trabajo en cooperación no siempre es conocida por la mayoría de la gente, pero es fundamental para asegurar el correcto desarrollo de los proyectos de ayuda al desarrollo.Me llamo Marcos Bustillo Salcines y desde diciembre de 2008 me encuentro trabajando en el área de monitoreo y evaluación para la oficina de UNICEF en Libreville, Gabón.
Ésta es mi primera experiencia
como expatriado. Pero en lo que respecta a la labor que vengo
desempeñando en la oficina no es mi primera experiencia, pues con
anterioridad he llevado a cabo evaluaciones para la Agencia
Española de Cooperación para el Desarrollo en diferentes países del
Magreb (Marruecos, Mauritania, Túnez y Argelia) y
de Oriente Próximo (Territorios Ocupados Palestinos y
Jordania). Tras estas experiencias decidí que era el
momento de estar en terreno y gracias al Gobierno Vasco y al Comité
de UNICEF del País Vasco este deseo se convirtió en realidad. El
área en la que vengo desempeñando mi labor debe caracterizarse por
la objetividad, la cual está asegurada, o debería,
desde la mesa de una oficina en cualquier país desarrollado. Pero
los kilómetros que nos separan de la realidad hacen que obviemos
multitud de detalles que deben ser valorados a la hora de llevar a
cabo una evaluación. Cuando nos llega un informe de un
proyecto/actividad que debe ser evaluado no conocemos al cien por
cien la zona de intervención, desconocemos como ha nacido ese
proyecto, las dificultades y las trabas a las que ha hecho
frente…La evaluación debe ser objetiva pero al mismo tiempo debe de
ser realista. Y este realismo es uno de los por
qué merece la pena esta experiencia. Conocemos la cara de aquellas
personas que se van a beneficiar de la labor de UNICEF, y no
debemos esperar al final para ponérsela. Formamos parte del proceso
desde que éste ve la luz. Gabón tiene un índice de pobreza
de un 33%, lo que traducido en personas supone,
aproximadamente, 430.000 personas sobre una población total
de 1.500.000. Teniendo en cuenta estos datos podemos
afirmar, con total rotundidad, que el crecimiento económico de este
país aún no se ha transformado en beneficios sociales. Y es por
ello que siguen persistiendo en el país altos niveles de pobreza y
grandes problemas de acceso y calidad en los servicios de salud.