Día Mundial del Medio Ambiente
5 de junio
Celebrar en clase el Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora en todo el mundo el 5 de junio, es una oportunidad para cerrar el curso escolar con una reflexión sobre el mundo en el que queremos vivir
Ideas para celebrar el día del medio ambiente en tu escuela o instituto
- El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra el 5 de junio, fecha muy próxima al final del calendario escolar. Puedes aprovechar para darle un tono festivo al día o, si se ajusta mejor a su programación, trasladar la celebración a los últimos días de curso y convertirlo en una "semana del medio ambiente".
- Para poder obtener el máximo rendimiento de los temas propuestos, es interesante que cada grupo o aula realice una actividad adaptada a su nivel de conocimientos e intereses.
- Además, para que la celebración sea memorable, puede agrupar el trabajo de todas las aulas bajo un lema o título que actúe de paraguas común y que de sentido a las actividades de todo el centro. Por ejemplo, este curso proponemos Las vacaciones de la Tierra: una actividad que puede seguirse por grupos dentro de cada aula y ponerse en común a nivel de centro.
Los días mundiales relacionados con el medioambiente, la naturaleza, el cuidado del planeta, los océanos, las montañas, la desertización, el consumo responsable, la biodiversidad... son una buena oportunidad para reforzar competencias clave en nuestro alumnado y para a motivarles a entender el mundo desde un enfoque de derechos.
No podríamos existir sin el medioambiente porque formamos parte de él. Entenderlo y conservarlo es proteger a todos y cada uno de los seres humanos que poblamos el planeta Tierra. El respeto al medioambiente, como el cuidado de nuestro entorno cercano, de nuestra casa o de nuestra salud, necesita formar parte de las competencias y valores que adquirimos desde nuestra primera infancia.
Descubre algunas de nuestras actividades para el aula sobre el medio ambiente.
La participación en eventos relacionados con la ecología y el medio ambiente es una de las formas en que la escuela puede ayudar a sus estudiantes a expresarse sobre la protección del entorno y manifestar sus preocupaciones e ideas, pero el activismo medioambiental por si mismo no es suficiente como herramienta educativa. En la imagen: Dos niñas muestran un cartel sobre la protección de la biodiversidad que han realizado© UNICEF/UN0547120/Howard Elwyn-Jones
Retos de la educación ambiental
La educación ambiental forma parte del derecho a la educación de cada niño, niña o adolescente. En la actualidad, es más relevante que nunca, debido a los nuevos retos medioambientales que afronta la infancia:
Competencias y habilidades
La crisis climática y la paulatina degradación de muchos ecosistemas hacen imprescindible que cada estudiante adquiera competencias de adaptación y mitigación que le permitan desarrollarse y sobrevivir en entornos cada vez más inciertos. Cuestiones como la escasez de agua, la subida de precio de la energía, la contaminación del aire, la pérdida de suelos, las amenazas a la biodiversidad o las dificultades en la gestión de residuos son ya parte de las preocupaciones diarias muchas familias en nuestro entorno y no hace falta viajar muy lejos para ver su impacto en la infancia. Al promover que los más pequeños adquieran conocimientos para afrontar los cambios en su entorno, les damos herramientas para poder desarrollarse a pesar de las dificultades que plantean las crisis medioambientales.
Además, para toda la humanidad es clave que las generaciones más jóvenes tengan la motivación de aprender y adquirir competencias que contribuyan a avances científicos y sociales para la protección del medio ambiente. Cada vez son más necesarios profesionales relacionados con la llamada economía verde y educar a los niños y niñas en estas competencias contribuye a su derecho al desarrollo ya que puedan, a su vez, contribuir al desarrollo de sus comunidades y países.
Actitudes y valores
El respeto a la naturaleza es una actitud que necesitamos para sobrevivir, como individuos y como especie. Conociendo los ciclos naturales, sus tendencias y alteraciones y comprendiendo los riesgos de ciertos fenómenos naturales y cómo prepararnos frente a ellos, somos menos vulnerables. La educación medioambiental, por tanto, contribuye al derecho a la supervivencia de la infancia.
Desde la antigüedad, la mayoría de las civilizaciones han sentido veneración y respeto por la naturaleza, lo que queda reflejado en sus leyendas, sus ritos y sus costumbres. El progreso científico y tecnológico nos ha ayudado a adaptarnos mejor a los fenómenos naturales, pero puede hacernos creer que podemos llegar a dominarlos o que es posible vivir nuestra vida diaria sin tenerlos en cuenta. La educación es clave para que los niños y niñas tengan una actitud realista frente a la naturaleza y que aprendan a respetarla, protegerse y obtener de ella los recursos necesarios para su desarrollo sin comprometer el desarrollo de las futuras generaciones.
Emociones
Las noticias sobre la crisis climática, la degradación de los ecosistemas, las catástrofes naturales y otros problemas medioambientales tienen un fuerte impacto sobre niños, niñas y adolescentes. Por eso, es necesario trabajar también educativamente algunas cuestiones de gran intensidad emocional fruto a veces de la sensación de injusticia generacional que se produce frente a los problemas medioambientales:
- Los más pequeños pueden sentir miedo al notar el tono dramático con el que se comunican algunos fenómenos, como las sequías, los incendios o las inundaciones. Quizás no entienden lo que está pasando pero pueden percibir las emociones de las personas afectadas o incluso de los periodistas que transmiten la noticia.
- A medida que crecen pueden desarrollar una fuerte sensación de injusticia al sentir que "heredan" un mundo con serios problemas medioambientales y que se les traslada también la responsabilidad de solucionar un problema que no contribuyeron a generar.
- También son normales, en todas las edades, actitudes de frustración, culpabilidad, pasividad, rabia, desentendimiento o acción no orientada. Estos sentimientos, fruto a veces de mensajes culpabilizadores que cuestionan su modo de vida o de críticas a las soluciones que proponen, frenan su capacidad para adquirir conocimientos, competencias y actitudes que les permitan participar, ahora o en su vida adulta, de forma constructiva.
- Algunas emociones negativas relacionadas con los problemas medioambientales son constructivas y contribuyen a la madurez afectiva de nuestro alumnado: la preocupación, la indignación o la tristeza son necesarias para tomar conciencia del problema y motivarse a actuar. Por el contrario, otros como el miedo, la frustración o la pasividad deben trabajarse porque pueden frenar el desarrollo de una conciencia medioambiental.
- De la misma forma, trabajar con mensajes y emociones positivos respecto a la naturaleza y el medio ambiente puede fomentar la motivación, el interés y la creatividad en nuestro alumnado. Los planteamientos positivos son un enfoque seguro y la opción preferente con algunos grupos (según su edad u otras características). Pero es importante tener en cuenta que una excesiva edulcoración de los problemas puede tener un efecto negativo, al privarlos del conocimiento que necesitan para entender su entorno y adaptarse a él.
4 aspectos clave del enfoque de derechos y el medio ambiente
Las cuestiones medioambientales tienen una estrecha relación con los 4 principios rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño
- SUPERVIVENCIA: La protección del medio ambiente es una cuestión básica de supervivencia. Sin el acceso a un medio ambiente saludable, los niños y niñas corren el riesgo de enfermar. El cambio climático pone en peligro la agricultura y ganadería de grandes regiones del planeta. La pérdida de diversidad biológica y de ecosistemas empobrece a las comunidades y países. Han sido necesarios millones de años para que el planeta Tierra tuviera unas condiciones necesarias para la supervivencia humana y es importante preservar esas condiciones si está en nuestra mano.
- NO DISCRIMINACIÓN: el planeta es de todos, pero su degradación no impacta a todos por igual. Las personas con mayores recursos económicos, mayor educación y que viven en países desarrollados tienen más herramientas para adaptarse a los problemas medioambientales, a veces trasladando el problema a otras personas y regiones. El acceso a la educación, herramientas y estrategias de prevención, adaptación y mitigación debe ser universal y accesible a todas las personas.
- PARTICIPACIÓN: Fomentar que niños, niñas y adolescentes participen dentro de sus capacidades en la protección del medio ambiente es clave para que puedan desarrollar las competencias que les permitan generar cambios significativos cuando sean adultos. Para ello es importante que la participación esté adecuada a su edad, que surja de sus intereses reales y no minimizar sus logros ni pedirles cosas que no nos exigimos nosotros mismos como adultos.
- INTERÉS SUPERIOR DE LA INFANCIA: Ésta puede parecer una cuestión algo abstracta al hablar de educación medioambiental pero tiene sentido si lo entendemos como el esfuerzo por plantear los temas relacionados con el medio ambiente como algo directamente relacionado con la experiencia vital y el contexto de cada estudiante. Algunos temas (por ejemplo, el deshielo de los polos o la desaparición del Amazonas) son muy importantes, pero lejanos a la experiencia diaria de los chicos y chicas. Hacer el esfuerzo por acercarlos y explicar las relaciones e impactos que estos problemas pueden tener en sus vidas es clave para que puedan entenderlos e incluso buscar soluciones.
Educando para la reflexión y para la acción
El conocimiento es clave para poder cambiar las cosas, pero el conocimiento por sí mismo no lo suficiente para cambiarlas. De forma complementaria a la formación teórica sobre ciencia y medio ambiente, es necesario que cada estudiante pueda desarrollar actitudes y competencias que les permitan actuar de forma medioambientalmente responsable e incluso ser capaces en el futuro de desarrollar soluciones tecnológicas o de otro tipo a los problemas que afronta la humanidad.
El medioambiente como aprendizaje de educación en derechos: metas y objetivos
Conocimientos | Actitudes | Habilidades |
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Actividades para el aula sobre el derecho al medioambiente
Con la colaboración de:
Actividad para celebrar el Día Mundial de la Infancia
¡Somos infancia!
Este 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia, queremos proponer una reflexión sobre lo que significa la infancia y la adolescencia: qué nos preocupa, que valoramos más, qué queremos reivindicar desde las aulas... ¿Te sumas?