En los últimos años, el Cuerno de África se ha visto afectado por una sequía cada vez más severa. En el año 2000, casi 100.000 personas murieron por esta causa en la región. El colectivo más vulnerable son 16 millones de pastores nómadas que caminan por los terrenos fronterizos entre Kenia, Somalia y Etiopía. La mitad de ellos se han visto afectados seriamente y necesitan ayuda, incluyendo a 1,6 millones de niños y niñas menores de 5 años.UNICEF ya está trabajando en esa línea y ha empezado a adaptar sus
programas para favorecer el modo de vida de los pastores. Dos
ejemplos con buenos resultados son los centros de alimentación
terapéutica ambulante para niños y niñas, así como la financiación
y capacitación de los maestros para que puedan viajar con las
familias durante su desplazamiento por la región en busca de agua y
comida para su rebaño.