Una vuelta sin cole para los niños ucranianos

Los bombardeos han destruido cientos de escuelas por todo el país, por lo que los niños no pueden continuar con sus estudios. Pero, gracias a ti, en UNICEF estamos trabajando sin descanso para que los más pequeños recuperen su infancia y su derecho a la educación.

Boletín Septiembre 22


Para los niños, niñas y jóvenes de nuestro país, septiembre solo puede significar una cosa: la vuelta al cole. Durante todo el mes, vemos cómo pequeños y mayores se acostumbran a la rutina y preparan todo lo necesario para volver a clase y reencontrarse con sus compañeros después de las vacaciones de verano. Sin embargo, este año, hay cientos de miles de niños y niñas que no tienen la misma suerte, ya que, desgraciadamente, no tienen un colegio al que volver. Estamos hablando de los jóvenes ucranianos, que debido a una guerra que parece interminable, lo han perdido todo, incluido su derecho fundamental a una educación de calidad.

Como nos explica Catherine Russell, directora ejecutiva global de UNICEF, “El sistema educativo ucraniano ha sido devastado por la escalada de violencia en todo el país. Las escuelas han sido objeto de ataques o han sido utilizadas por alguna de las partes, por lo que las familias no se sienten seguras de enviar a sus hijos a la escuela. Calculamos que 1 de cada 10 escuelas ha sido dañada o destruida. Todos los niños deben ir al colegio y aprender, incluidos los niños atrapados en situaciones de emergencia. Los niños y niñas de Ucrania y los desplazados por esta guerra no son una excepción".

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Así se encuentra la escuela de Buzova este septiembre.

A pesar de que no podemos decir que ninguna región de Ucrania está a salvo, hay zonas como Bucha, Mariúpol, Járkov o el pequeño pueblo de Buzova que se han llevado la peor parte. Antes de la guerra, la escuela de Buzova era una de las mejores de la región de Kiev y contaba con unos 500 alumnos de cinco pueblos de los alrededores, que iban a clase para aprender y hacer amigos, y, sobre todo, para construir su futuro. Pero después de un total de 14 bombardeos, lo único que queda en el colegio son escombros. Además, las casas cercanas también sufrieron daños y, por ello, muchas familias con niños tuvieron que huir de Buzova.

La familia de Margaryta, de 9 años, vivió en Buzova durante seis años. Los combates destruyeron su casa, por lo que la pequeña, su hermano menor Tymofiy y sus padres no tienen adonde regresar. Artem, el padre de la niña, nos cuenta entre lágrimas: “No sé lo que nos depara el futuro, pero vivimos con lo puesto. No nos queda nada”. Acompañamos a Margaryta y a su padre al interior de la escuela donde esperan poder recuperar su expediente para poder matricular a la niña en alguna otra escuela cercana. Una vez allí, pudimos comprobar de primera mano la dureza de la guerra.

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Margaryta nos enseña cómo ha quedado su antigua clase después de los bombardeos.

Observando los destrozos que ha sufrido el sistema educativo ucraniano, desde UNICEF nos hemos movilizado desde el primer momento para proteger a los niños y niñas, trabajando para recuperar pequeños espacios de normalidad donde poder seguir ofreciendo educación.

En estos 6 meses desde que empezaron los conflictos, UNICEF no ha abandonado el país para prestar ayuda y gracias a personas como tú, hemos conseguido grandes progresos:

  • Proporcionar material didáctico a cerca de 290.000 niños y niñas e involucrar a más de 402.000 en programas de educación formal y no formal.
  • Enviar 5.060 ordenadores portátiles para que los maestros puedan impartir sus clases de manera online.
  • Reconstruir 73 escuelas y refugios antiaéreos.
  • Distribuir 1.000 paquetes de actividades escolares para los niños que están en refugios antiaéreos escolares.
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Anya y Nastya iban a empezar 3º de primaria juntas, pero ahora esos planes han cambiado.

Tenemos el compromiso claro de no dejar a ningún niño atrás. Por eso, desde que empezó la guerra el pasado 24 de febrero, además hemos conseguido:

  • Llegar a más de 1,4 millones de niños y cuidadores con programas de salud mental y apoyo psicosocial.
  • Atender a más de 52.000 mujeres y niños con servicios de respuesta a la violencia de género.
  • Facilitar el acceso a agua potable a más de 3,4 millones de personas en Ucrania que viven en zonas donde las redes han sido dañadas o destruidas.
  • Proporcionar suministros de saneamiento e higiene a casi 455.000 personas.
  • Distribuir suministros sanitarios y médicos para salvar la vida de casi 4 millones de personas en las zonas afectadas por la guerra.
  • Llegar a más de 422.000 personas con ayudas monetarias dentro de Ucrania.

Trabajamos sin descanso por los más vulnerables y que puedas decir sin lugar a dudas: “mi ayuda llega”.

Desde UNICEF seguimos pidiendo un alto el fuego inmediato en Ucrania y que se proteja a todos los niños de cualquier peligro. Esto incluye poner fin al uso brutal de armas explosivas en zonas pobladas y a los ataques contra instalaciones e infraestructuras civiles, como los colegios y los refugios. Las niñas y niños ucranianos necesitan seguridad y estabilidad de manera urgente. Por eso, tu aportación al programa Unidos por Ucrania está siendo esencial para que sigamos protegiéndolos y para que, de una vez por todas, puedan vivir en paz.