Energía solar para combatir la brecha digital

Acompáñanos en nuestra visita a las escuelas de las zonas rurales de Zimbabue que, gracias a tu colaboración con Unidos por la educación, ya disfrutan de electricidad y conexión a Internet para poder proporcionar a sus alumnos una educación de calidad.

Niños frente a una placa solar.

Mientras jóvenes de medio mundo viven casi permanentemente conectados, miles de niños de las zonas rurales de Zimbabue ni siquiera cuentan con electricidad en sus casas, y mucho menos en sus escuelas. En nuestro objetivo de democratizar el acceso a las nuevas tecnologías para todos los niños y niñas del planeta, estamos instalando paneles solares en cientos de colegios para que tanto profesores como alumnos puedan acceder a los contenidos de aprendizaje online más innovadores.

Uno de los paneles solares instalados por UNICEF y el gobierno de Reino Unido en las zonas rurales del país.

Uno de los paneles solares instalados por UNICEF y el gobierno de Reino Unido en las zonas rurales del país.

La pobreza energética reduce la calidad de la educación. Por eso, acabamos de instalar placas solares en 70 colegios y esperamos hacer lo mismo en otras 80 escuelas de las provincias de Manicalandia y Matabelelandia de aquí a final de año. De esta manera, estamos consiguiendo que los centros educativos que hasta ahora estaban marginados puedan contar con la tecnología necesaria para reducir la brecha digital entre los alumnos que viven en zonas urbanas y los que viven en zonas rurales.

Para que te hagas una idea, según un informe del Censo de Población y Vivienda de 2022 del gobierno del país, el 91,1% de los hogares que no tenían electricidad se encontraban en pueblos remotos, mientras que el 9,9% estaban en las ciudades. Esto supone que una de cada tres escuelas en todo el país no cuentan con los recursos energéticos necesarios para que los niños y las niñas disfruten de la educación de calidad que se merecen. Los estudiantes nos necesitan más que nunca.

Un adolescente con un ordenador

Los alumnos de las zonas rurales por fin pueden acceder al mundo digital.

A la problemática de la falta de energía se suma la falta de profesores, algo que poco a poco estamos solucionando, como nos cuenta Rudo Mwedzi, directora de la escuela primaria Nyarukowa: La energía solar nos está ayudando a retener al personal docente. Antes, los maestros iban y venían ya que, sin electricidad, era muy difícil trabajar. Pero ahora nuestros profes están encantados”.

Aparte de proporcionar electricidad en los colegios, también estamos instalando placas solares en las viviendas de los maestros para que puedan preparar sus clases cómodamente y desde casa. Se acabó lo de tener que recorrer largas distancias para llegar a una tienda en la que poder cargar el teléfono móvil o el ordenador portátil. El acceso a la tecnología les está haciendo la vida mucho más fácil.

Una profesora con sus alumnos

Los profesores ya cuentan con todos los recursos que necesitan para dar clase.

La directora Mwedzi nos contó cómo han cambiado las clases gracias a la energía solar: “Teníamos ordenadores, pero estaban todos apagados, guardados en un armario. Ahora podemos hacer exámenes online, imprimir desde el cole para ahorrar gastos y lo más importante: enseñarles a los alumnos las herramientas informáticas que van a necesitar en el futuro para casi cualquier trabajo.

Gracias al Gobierno de Zimbabue y a las personas que, al igual que tú, colaboran en el programa Unidos por la educación, estamos haciendo posible que alumnas como Britney reciban la calidad educativa que se merecen, como ella misma nos cuenta: “Tenemos clase de informática dos veces a la semana, y estamos muy contentos de ser parte del mundo digital. Además, en el colegio también hay wifi, así que podemos conectarnos con los móviles y acceder a Internet para prepararnos los exámenes finales y hacer los trabajos de cada asignatura”. El cambio en el sistema educativo ha sido tal que, este curso, los profes esperan un récord de aprobados.

Britney frente a un ordenador

Britney nos cuenta cómo el acceso a Internet le permite estudiar más y mejor.

Uno de los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas es lograr la conectividad universal para que todas las personas puedan tener un acceso seguro y asequible a Internet y garantizar la inclusión digital para todos, incluyendo los más vulnerables. Por eso, a través del programa Giga, hemos unido nuestras fuerzas con la Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) para tratar de conectar a cada niño y niña, a cada comunidad y a cada escuela a Internet en los próximos años.

Zimbabue es uno de los 19 países que participan en Giga, que tiene como objetivo conectar 2,8 millones de escuelas, incluidas todas las del país africano, para el año 2030. Sabemos que es una meta muy ambiciosa, pero con la ayuda de personas tan generosas como tú, juntos haremos posible lo imposible, en nombre de todos los estudiantes de Zimbabue que por fin tienen los medios necesarios para formarse y perseguir sus sueños.

 
© UNICEF/UNI83853/Asselin
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