Ébola: 1 de cada 5 contagiados por el virus es un niño

El ébola ha tenido consecuencias devastadoras para los niños. De las más de 24.000 personas infectadas, unas 5.000 han sido niños, lo que constituye un 20% de los casos de infección en GuineaLiberia Sierra Leona.  Y más de 16.000 menores han perdido a uno de sus padres, a ambos o a su cuidador principal. 
 
Además, para muchos de los 9 millones de niños que viven en las zonas afectadas, el ébola ha constituido una experiencia aterradora. Se trata de niños que han sido testigos de muerte y sufrimiento que no alcanzan a comprender. 
 
En el nuevo informe (en inglés) que presentamos hoy, destacamos lo urgente que resulta llegar a cero casos de ébola y conseguir que se restablezcan los servicios básicos en los países más afectados.  
 

Ébola: "No podemos bajar la guardia"

“El brote no habrá sido eliminado hasta que lleguemos a cero casos, y para eso debemos rastrear y vigilar cada uno de ellos. No podemos darnos el lujo de bajar la guardia", explica Barbara Bentein, Coordinadora Mundial de UNICEF para la emergencia del ébola. "Al mismo tiempo, es necesario que se restablezcan los servicios básicos de manera segura y responsable, empleando para ello los logros obtenidos durante la respuesta".
 
El informe examina las terribles consecuencias que ha tenido el ébola en los niños al atacar algunas de las comunidades más vulnerables de los países más vulnerables del mundo
 
El estudio también muestra que las labores de sensibilización han dado sus frutos. En una encuesta que se llevó a cabo en Liberia, por ejemplo, el 72% de los entrevistados cree que cualquier persona con síntomas del ébola obtendría mejores cuidados en un centro de tratamiento que en su hogar, lo cual es significativo porque muchos rehuían esos centros, de modo que las víctimas del ébola se quedaban en casa y propagaban la infección en la comunidad.
 

Ébola: Protegemos a miles de niños contra enfermedades mortales

Mientras participamos en las actividades de respuesta al ébola, desde UNICEF hemos inmunizado a miles de niños contra otras enfermedades mortales, como el sarampión; hemos fortalecido los servicios de atención primaria; y hemos ayudado a reducir al mínimo el riesgo de infecciones con el ébola que podrían haber ocurrido al reanudarse las clases tras el cierre de las escuelas, que mantuvo a unos 5 millones de niños fuera de las aulas durante varios meses.